Dos solitarios que se necesitan.

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El olor a café y el sonido de la maquina que monitoreaba los latidos me saco de mi semi- sueño, al abrir los ojos me encontré con Dylan que me sonreía y me tendía un café. Me acomode en la silla y todo mi cuerpo se quejo de dolor, mire a la pobre chica que estaba a mi lado, su palidez parecía fantasmal y sus labios tenían un peligroso tono morado, una venda ocultaba la herida de su cuello y a pesar de que estaba dormida se notaba intranquila.

- Aun no despierta –Dije preocupada, no podía evitar un sentimiento de culpabilidad. Quizás si me hubiera hecho bien mi trabajo no habría pasado esto-.

-Ha perdido mucha sangre, tiene que recuperar su energía –Dijo Dylan mientras tomaba un poco de su café-.

- Solo ella sabe lo que paso en ese bosque…

- ¿Por qué lo dices? –Dijo mirándome fijamente, si no fuera por su inmutable cara hubiese dicho que estaba nervioso-.

- Por nada –Dije rápidamente, no quería mas problemas  por esa noche y explicarle la posible existencia de un vampiro a Dylan no había ninguna manera que terminara bien- Mi cuerpo me esta matando.

- Ve a descansar, Damien esta en la cafetería – Se levanto y me tendió su mano- Yo me encargo.

-  Quiero quedarme –Dije protestando inútilmente-.

- Tranquila te informare apenas despierte –Dijo sonriéndome-.

- Creo que podría darme una ducha –Dije dándome un vistazo a mi ropa llena de sangre-.

- Ve tranquila.

-Gracias Dylan –Dije sonriéndole mientras me despedía-.

Fui por Alec a la cafetería y lo encontré con un gran sándwich, solo el tenia esa capacidad de comer sin importar la ocasión, espere a que terminara su apasionado encuentro con aquel sándwich y regresamos a casa.

Al llegar notamos que la luz de la sala estaba prendida, entramos con cautela a la casa después de lo pasado esta noche teníamos que estar mas alerta que nunca, una sombra cerca de la cocina nos alarmo, nos dirigimos hacia ella con cuidado de no hacer ruido pero solo era Marcus que se preparaba un trago, su cara se desfiguro cuando me vio.

-No es mi sangre –Dije inmediatamente y luego le explique lo sucedido en el bosque-.

- O ese vampiro es demasiado estúpido, o esta confiado de que es intocable –Dijo apurando su trago-.

- Es peligroso, no le importa atacar en publico –Dijo Alec frunciendo el ceño- no cubre sus huellas, es casi como si jugara con nosotros.

- Quizás sabe de nuestra existencia, de lo que hacemos y busca provocarnos –Dije a los demás, molesta ante la idea de que un vampiro tuviera el coraje de enfrentarnos-.

- Si quiere jugar podemos jugar –Dijo Alec sonriendo-.

-No, tenemos que ser discretos –Nos advirtió Marcus-.

-Si seguimos así gente seguirá siendo atacada–Dije molesta-.

- Si es que no resultan muertas –Me apoyo Alec-.

- No tenemos opción, no podemos hacer nada.

-¿QUE? –Dije asombrada- ¿Estas esperando que maten a alguien?

-No tenemos ninguna pista del vampiro Nina, ¿a quien quieres cazar?

- ¡Pues averigüemos quien es maldita sea! –Dije mientras le pegaba un puñetazo a la mesa-.

- Cálmate Nina… -Dijo Marcus mientras me daba una mirada de advertencia-.

En ese momento sonó  mi celular, era Dylan seguramente tenia noticias del hospital, hace tres horas que me había ido. Me aleje un poco de la cocina y conteste, sonaba algo agitado atráves del teléfono.

Loca por el enemigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora