Taken 2: Siempre jóvenes (Zayn)

Capítulo 5

Zayn's POV

Claudia por fin había vuelto. Me sentía realmente mal por el percance de Ashley la noche anterior y había algo que debía decirle, era muy importante para mí y decidí llevarla al parque de atracciones esa mañana, como la sorpresa. A ella siempre le había encantado. Estábamos en mi habitación y no había manera de hacer que se cambiara, me provocaba.

-Vístete, debemos ir a desayunar.

-Vale, tranquilidad.- Me respondió. -Pero dime qué es.

-¿El qué?

-La sorpresa.

-Aún sigues con eso... Ahora es un lanzamiento a la gran sorpresa. Será esta noche.

-Amor, me matas con la intriga.- Se volvió hacia a mí de nuevo y me besó.

Se vistió, desayunamos y la monté en el coche. El camino se me hizo corto gracias a que ella estaba de vuelta conmigo.

Llegamos al parque de atracciones.

-¡Ay Zayn! ¡Me has traído al parque de atracciones!- Saltó a mi cuello y me besó. -Gracias por la sorpresa, te amo.

"Espero que te guste la de esta noche" pensé.

-¿Te gusta?

-¡Claro! ¡Venga, entremos ya!

Me cogió de la mano y me llevó a la entrada corriendo.

Estuvimos durante todo el día en el parque de atracciones. Ella era feliz ahí y eso me hacía feliz a mí. Había echado mucho de menos pasármelo bien junto a ella, ver cómo ríe de diversión. Y más sabiendo que yo soy la causa. A la noche la llevé a un lujoso restaurante, los dos íbamos muy arreglados.

Claudia's POV

Zayn me llevó a un lujoso restaurante por la noche, él se veía realmente guapísimo, me daban ganas de besarlo hasta que se nos desgastaran los labios.

Entramos al restaurante y nos dieron la carta. Pedimos y nos trajeron la comida. La miré apetitosa y Zayn rió.

-¿Tienes hambre?- Dijo.

-No de comida exactamente.- Reí.

-Oh vamos, ¿hasta en el restaurante?

Notaba a Zayn muy nervioso, le sudaban las manos y se veía intranquilo.

-¿Zayn te pasa algo?

-No, ¿por?- Se extrañó.

-Te veo intranquilo...

-Está bien, allá voy.

Me sorprendí.

Zayn se levantó de la silla y se vino a mi lado. Se agachó y posó su cuerpo sobre una rodilla en el suelo. Su mirada color miel se intensificó en la mía, le brillaban mucho los ojos, como en nuestra primera cita. Yo seguía confusa. Rebuscó en el bolsillo hasta encontrar una caja. La abrió y carraspeó.

-Claudia Álvarez, ¿quieres casarte conmigo?