Taken 2: Siempre jóvenes (Zayn)

Capítulo 17

Claudia's POV (Narra Claudia)

-¿Cómo estás?- Me preguntó Celia mientras se sentaba a mi lado en el sofá.

Ella me había llamado diciendo que quería verme y veinte minutos después se había presentado en casa de Niall.

-De lo peor que pueda estar una persona, Celia.- Respondí en un suspiro.

-En cuanto a eso, creo que deberías saber algo.

-¿Para eso has venido? ¿Para hablar de cómo he perdido a la única persona que he amado más que a mi vida?- Dije con ira. Otra cucharada de helado de chocolate entró en mi boca.

-Deberías dejar de comer eso.- Celia intervino riendo y sonreí. -A lo que iba, el caso es que todo aquello no era lo que en realidad viste.

-¿A qué te refieres? Yo vi realmente bien cómo Ashley casi se tiraba a Zayn en el sofá y él se dejaba.- Recordé el momento y los ojos volvieron a llenarse de lágrimas. Ya me extrañaba, mucho estaban tardando.

-La verdad es que... No fue así exactamente.- Hizo una mueca como de disculpa, yo no entendía nada. -Ashley solamente quería a Zayn por su dinero. Ella lo emborrachó, y ya sabes cómo es él, que con dos copas ya ve las estrellas y bueno... Todo fue un montaje para romper vuestra relación.

-¿Y cómo sabes eso?- Pregunté aturdida. ¿Zayn no la amaba? Celia no respondía. Ya me estaba cansando. -¡¿CÓMO COÑO SABES ESO?!- Grité.

-Yo... Era la compinche de Ashley. Pero perdóname por favor, Claudia. De verdad que no quería hacerlo, ella me obligó. Hace cinco meses cometí un fallo muy grande y tenía una deuda pendiente con ella, se lo debía. Pero has visto como quiero solucionarlo.- Celia estaba en llanto. -Por favor Claudia. Te lo pido de corazón, perdóname, te he ayudado a recuperar a Zayn.

Eso sí que ya no lo entendía. Yo no había recuperado a Zayn.

-¿Qué...?

En ese momento el timbre de casa de Niall sonó y él abrió la puerta pero no entró nadie, se quedó hablando ahí.

-Yo me voy ya, Claudia. Adiós, amiga.- Me abrazó, cosa a la que no correspondí y salió por la puerta.

Estaba muy intrigada. Intenté escuchar lo que Niall quería decir.

"Ella no quiere verte, tío. ... No, ella es mi mejor amiga y si me ha dicho eso no voy a dejarte pasar, lo siento."

Pero en ese momento interrumpí a Niall.

-Déjalo pasar.- Dije de pie en el salón.

El pasillo que daba a la entrada estaba muy oscuro, así que no se veía bien si se trataba de quien yo creía que era. Poco a poco, una figura oscura claramente reconocible se fue acercando hasta dejarse ver. Sus pantalones caídos cogidos con un cinturón, como siempre. Una camiseta holgada que caía sobre sus hombros con perfecta naturalidad, y esa mirada que a pesar de todo el daño que me había causado, me seguía matando lentamente en mi interior. Jamás creí que una persona podría llegar a causar tal efecto en mí. Sus muñecas... ¿estaban vendadas? No podía permitirme el lujo de pensar en las barbaridades que podía haber llegado a cometer Zayn. Al fin y al cabo, era Zayn, y él siempre cometía alguna barbaridad. En unos momentos, Niall ya no estaba, éramos tan solo Zayn y yo en el salón.

Me senté en el sofá y con una mirada cómplice y una sonrisa forzada lo invité a que él también lo hiciera. Al hacerlo él soltó un suspiro como de alivio y su mirada siguió sin apartarse de la mía.

-Yo...- Dijimos los dos a la vez e inconscientemente echamos a reír.

-Tú primera.- Dijo él con una sonrisa notablemente feliz. ¿Se habría dado cuenta de que sabía la verdad?

-No, creo que el que debe hablar eres tú.- Respondí más relajada. Sin llevarme la contraria, asintió.

-Está bien. Perdóname por favor. De verdad, sabes lo mucho que te amo y aún así no se aproxima a lo tanto que te amo en realidad. Siempre he estado enamorado de ti, te he querido, te quiero y te querré tanto que me seguirá quemando por dentro el estar tan solo unos metros separado de ti. Nunca, nunca te haría algo semejante, recuerda que te pedí matrimonio aún así sabiendo que soy el chico más tímido que puedas llegar a conocer jamás. Un minuto contigo vale más que cien años sin ti, es que me falta hasta la respiración. Incluso intenté suicidarme porque te tomé por perdida, de verdad que te amo más que a mi vida y el universo entero, si te pierdo me vuelvo loco y me siento tan perdido como una estrella en la inmensidad del espacio, te necesito tanto como necesito el oxígeno que estoy respirando ahora. Si de verdad me dejas, prefiero morir soñando que vivir con tu partida.- Sus lágrimas no cesaban, en su mano había un sobre y éste se llenó de ellas pero él las limpió rápidamente. -Quiero darte esto.- Dijo después de un suspiro. Me entregó el sobre y lo abrí. Eran entradas para mi grupo favorito. Lo miré y sonreí. -Hay dos entradas. Espero que tu acompañante y tú las disfrutéis.

Ya no podía aguantar más, era tan precioso. Él seguía secando las lágrimas que aún sus ojos derramaban y de repente lo abracé muy fuerte. Tan fuerte como nunca antes podía haber abrazado un ser humano a otro. Él correspondió a mi abrazo y me rodeó con sus brazos apretándome aún más contra él. Lo necesitaba conmigo, a mi lado. Sin soltarlo, le susurré.

-Mi acompañante serás tú.

Él sonrió y ya no pude soportar más la presión que todo aquello ejercía sobre mí. Y lo besé. Lo besé más sinceramente que cualquiera de las veces anteriores. Él siempre me amaría, sí, siempre lo haría, igual que yo lo amaría a él.