Taken 2: Siempre jóvenes (Zayn)

Capítulo 19

-¿Voy a ser tío?- Preguntó con los ojos encandilados.

Yo no estaba preparada para aquel momento, en teoría el niño debía nacer en un mes, mi hermana tan solo estaba de ocho meses.

-Eso... Creo.- Dije sin poder aún creer lo que estaba pasando.

-¡Aaaaaah!- Gritó Anna. -¡Vas a ser tita!- Se acercó a mí y me abrazó.

Zayn se levantó de la silla y subió corriendo las escaleras. Entró en su habitación y cerró la puerta. Detrás subí yo y entré en su habitación con él.

Sobre su cama había una bolsa de mano. Cerré la puerta y apoyé mi espalda sobre ella. Sonreí felizmente al ver la dedicación que le ponía a eso de recibir a su sobrino. Estaba enfaenado metiendo todo tipo de ropa suya y mía en esa maleta. Con uno de mis jerséis en la mano se giró y me miró sonriente.

-Tenemos que coger el primer vuelo que haya hacia Barcelona.- Dijo sonriendo. Yo asentí.

-Claro. Ahora lo miro.

Busqué el portátil y lo encendí. Entré en la página web donde salían todos los horarios de vuelos del aeropuerto de Heathrow. El primer vuelo del día hacia Barcelona salía a las nueve de esa misma mañana. Compré dos billetes y volví con Zayn para ayudarlo a hacer la bolsa. Tan solo llevaríamos equipaje de mano.

A las seis nos dirigimos hacia el aeropuerto y tramitamos todo lo necesario para a las nueve despegar. Y así fue, ahí me veía otra vez. En un avión con Zayn a mi lado, otra vez sin haber avisado que me iba.

Nos sentamos los dos en el asiento que nos correspondía y el avión despegó.

-Ya no te ha pasado como cuando fuimos a París.- Soltó Zayn en un suspiro. Yo sonreí en modo de respuesta. -No hagas eso.- Susurró más cerca de mi oído.

-No he hecho nada.- Respondí extrañada.

-Adoro demasiado esos hoyuelos que se marcan en tus mejillas cuando sonríes. Eres irremediablemente perfecta.

Ese cumplido me hizo volver a sonreír, y Zayn me abrazó mientras unía nuestros labios en un tierno beso.

-Eres muy tonto, ¿lo sabes?- Dije anonadada. Qué tonterías hacía Zayn que dijera.

-Pero me quieres igual, ¿verdad?- Me susurró provocando que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo.

-No, aún te quiero más.

Entre conversaciones no me di cuenta que el avión prácticamente había llegado al aeropuerto de El Prat.

Desembarcamos y nos dirigimos hacia la salida. A pesar de que era septiembre, ya hacía un frío de prácticamente invierno. Zayn no pasaba desapercibido allí. Había que aceptar que su belleza cautivaba a cada chica de entre 14 y 25 años. También había que aceptar que yo me ponía irremediablemente celosa.

Zayn alquiló un coche y fuimos directamente a la clínica privada Delfos. Ahí es donde mi hermana había dado a luz.

Entramos y pregunté en recepción por ella. Subimos hasta la planta de maternidad. Una vez haber salido del ascensor, Zayn me miró a los ojos. Se veía muy nervioso, incluso más que yo.

-¿Estás bien?- Pregunté.

-Creo que sí.

Sonrió y entrelacé mis dedos con los suyos. Fuimos directamente a la habitación donde mi hermana se encontraba con el bebé.

-Aquí es.- Dije suspirando.

Nos miramos y piqué a la puerta. Un "adelante" por parte de mi madre dio a entender que el bebé ya había nacido y estaban allí.

Sonriente, entramos los dos en la habitación.

-¡Mi niña!- Gritó mi madre al verme.

-¡Claudia!- También lo hizo mi hermana.

Mamá se levantó y corrió a abrazarme soltándome del agarre de Zayn. Empezó a comerme la cara a besos como solía hacer. Zayn reía.

-Mamá.- Llamé pero ella me seguía aplastando. -Mamá.- Volví a decir.

Mi madre se apartó de mi cara y me miró a los ojos sin soltarme de sus manos.

-Que se nos casa. La pequeña Claudia se nos casa.- Dijo con los ojos llorosos y volvió a abrazarme.

Esta vez Zayn sonrió al ver lo feliz que estaba mi familia de nuestro compromiso.

-Déjame ir a saludar a Jazmín, mamá.- Dije y por fin me dejó ir. Pero Zayn no se libró y esta vez fue a él a quien abrazó. -Si lo sobas tanto puede que se arrepienta de haberme pedido que me case con él.

Todos reímos por lo dicho, pero eso no impidió que mi madre siguiera con su labor de madre coraje.

-¿Qué tal estás, Jaz?- Pregunté a mi hermana mientras ésta me dedicaba una enorme sonrisa.

Zayn vino a mi lado, al parecer se había librado de mi madre.

-Tú me dirás.- Respondió señalando la cuna que se encontraba al lado de la cama donde ella reposaba.

Los dos dirigimos la mirada hacia ésta y se nos enterneció el corazón. Era un bebé tan hermoso. Su piel de tez morena, como su madre, y esos ojos tan abiertos a pesar de que había nacido tan solo hacía unas horas. Era precioso.

-Éste es Nil.- Dijo cogiendo al bebé. -Vuestro sobrino.- Sonrió y seguidamente hizo intención de darme al bebé en brazos.

Acepté encantada la oferta y cogí al pequeño Nil en mis brazos. Parecía un muñeco. Al hacerlo el corazón me dio un vuelco, sentía que quería estar así con Zayn. Quería ser la madre de sus hijos. Zayn posó su mano en mi cintura y dirigí mi mirada hacia arriba hasta que me encontré con la suya. Él también estaba emocionado.

-¿Puedo?- Preguntó él señalando al bebé.

-Claro.- Dije y lo posé sobre sus brazos. Él empezó a reír.

-Realmente no sé cómo coger un bebé.- Todos reímos y yo coloqué bien al pequeño entre sus brazos.

-Espero que la próxima vez que tenga que venir a un centro de maternidad sea por vosotros.- Dijo mi madre y los dos la miramos. -Se os ve realmente hermosos con un bebé en vuestros brazos y juntos, sonriendo. Cómo sería si fuera el vuestro.

-No adelantes acontecimientos, mamá. Tan solo tengo dieciocho años.

En ese momento Nil pareció sonreír y agarró mi dedo índice con su pequeña mano.

Algún día, yo tendría uno así con Zayn.

Ojalá sea pronto, pensé.