-Mierda.- Susurré mientras me agachaba, indignada.
Agarré el guante blanco de seda y lo sacudí cuidadosamente. Quién lo iba a negar, estaba más nerviosa que en toda mi vida.
Me llevé la mano a la frente y miré el reloj de la habitación con desesperación. Las diez de la mañana. Tenía tiempo, claro que sí. Hasta las once y media no debía irme de la casa.
Ya me había puesto el vestido de novia. Alcé la vista y me miré al espejo. Me encontraba realmente preciosa. Suspiré al verme y sonreí emocionada. Era el gran día, el día que había estado esperando desde que conocí a Zayn.
Era el día de nuestra boda.
Cogí el velo para colocarlo cuidadosamente en mi pelo, pero no lo hice. Por el contrario, me senté en la cama y volví a suspirar. Me sumí en los pensamientos, cuando algo me sacó de ellos.
-¿Se puede?- Dijo una voz muy conocida tras la puerta.
Corrí hacia ella y la abrí emocionada.
-¡Mamá!- Grité al verla mientras me abrazaba a ella.
-Claudia, hija mía.- Susurró riendo. -Mírate.- Dijo apartándome de ella y señalándome. -Estás preciosa.
-Wow.- Alguien exclamó.
-¡Jaz!- También grité abalanzándome sobre ella, que sostenía al pequeño Nil, de ya cinco meses.
Cogí al bebé en brazos.
-Hola pequeño.- Susurré y él sonrió. -¡Ha sonreído!
Todas rieron.
-¿Preparada para el gran paso?- Preguntó mi hermana.
Suspiré. Sí, otra vez.
-Llevo esperando esto mucho tiempo.
Mi madre se dirigió a la cama y cogió el velo, que no me había colocado.
-Necesitas ayuda, ¿cierto?
-Sí.- Respondí.
Se acercó y me colocó el velo en el pelo.
-Ya eres una novia en toda regla.
-¿Qué tal la despedida de soltera?- Preguntó Jazmín. Yo sonreí.
-Demasiado... Desfase.- Espeté feliz al recordar la noche anterior. Había sido increíble.
Después de unos minutos, ambas se fueron hacia la iglesia. Mi padre vendría a recogerme, como ya he dicho, a las once y media, así que me quedaba una hora. Y estaba sola.
Me senté en la butaca de la habitación, no quería salir de ahí. Miré a la derecha, y mis ojos encontraron algo que tal vez no debía haber visto. Un álbum de fotos. Con un movimiento casi involuntario, lo cogí sonriendo y lo abrí. Me sorprendí tanto al ver lo que escondía que las lágrimas amenazaban con salir. Pero no podía llorar, porque ya estaba maquillada.
-Caitlin.- Susurré con voz rota.
Acaricié la foto, como si de alguna manera ese gesto me hiciera conectar más con ella. En esa foto se veían dos pequeñas niñas, jugando en la playa. Yo sostenía un cubo rosa con arena, mientras que ella seguía echando arena con una pequeña pala que llevaba en sus manos. A su lado había un niño, un poco más mayor, tumbado sobre la toalla y con las manos aguantando su cabeza.
-Zayn.- Dije esta vez riendo. Aún así, una lágrima estaba a punto de caer.
Pasé la página y encontré un dvd. Sí, sé que posiblemente no era de mi incumbencia y no debería verlo. Pero, miré al reloj, y tenía cuarenta minutos de tiempo. Así que eso hice. Cogí el cd decidida y lo metí en el ordenador. Pronto salió una imagen en la pantalla.
ESTÁS LEYENDO
Taken 2: Siempre jóvenes (Zayn)
Fanfiction"Te dije que volvería, pequeña." Tráiler de la fanfic: http://youtu.be/LP1PnHV-dWM SECUELA DE TAKEN. Licencia: Todos los derechos reservados © ziamtattoos ®