Capítulo 21 PARTE II

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-Se está nublando.- Dije mientras dirigía la mirada hacia el cielo.

La noche estaba a punto de caer, el cielo había adquirido ese tono rojizo casi negro que me encantaba.

-Va a llover.- Respondió él con un hilo de voz.

Las primeras gotas empezaban a caer. Yo empezaba a tener frío, el aire azotaba contra nosotros y quería volver a casa.

-Volvamos a mi casa, Zayn.

-Sí, será lo mejor.

Pasó su brazo tras mi cuello y me atrajo hacia sí. Las gotas empezaban a caer con fuerza y mi pelo estaba prácticamente chorreando.

-¡Corre!- Gritó Zayn mientras me cogía fuerte de la mano y aceleraba el paso.

Los dos empezamos a reír, parecíamos dos críos huyendo del agua.

-Vamos a cruzar.- Dije mirando el paso de peatones que había.

-Pero hay tráfico. Tengo una idea.

-¿Qué?

-¿Alguna vez has interrumpido el tráfico?

-No.

Zayn se encogió de hombros.

-Siempre hay una primera vez para todo.

Zayn no soltó mi mano y tiró de mí. Me llevó corriendo hasta pararse a mitad del paso de cebra. Los coches pitaban, estábamos en medio de la carretera. Los dos estábamos completamente empapados de agua. Él se colocó en frente de mí y sonrió. A través de la lluvia pude ver ese brillo en sus ojos. Me encantaba.

-¿Estás loco?

-Calla y bésame.- Replicó él al mismo tiempo que su mano atraía mi cara a la suya.

Mis brazos pasaron tras su cuello, se encontraba completamente mojado, igual que yo, apreté su cara contra la mía y profundizó los besos. Separé milímetros nuestras bocas sin separar mi frente de la suya para mirarlo. Él sonreía.

-Estaré loco, pero por ti.- Susurró y volvió a besarme.

El corazón se me aceleró de tal manera que el frío ya no dominaba en mi cuerpo. La sangre caliente corría por mis venas.

-¿Podemos... terminar esto en tu casa?- Dijo con voz ronca. Tragué saliva.

-Sabes mi respuesta.

Me guiñó un ojo y seguimos corriendo hasta llegar a mi casa. Piqué al timbre y mi madre abrió.

-¡Oh Dios mío! ¡Vais a pillar una hipotermia!- Se alarmó mi madre. Los dos reímos.

-No pasa nada mamá.- Dije mientras pasábamos dentro.

-¿Cómo que no? Miraos, estáis empapados. Sentaos ahí.- Señaló el sofá. -Quitaos la ropa y tapaos con esa manta.

Zayn y yo nos miramos cómplices. ¿Pretendía que nos desnudásemos delante de ella?

-Mientras os acomodáis iré haciendo un chocolate caliente.- Terminó y salió por la puerta del salón dirección a la cocina.

Zayn se quedó mirándome, igual que yo a él, intentando aguantarse la risa que le provocaba toda esa situación.

-Supongo que tendremos que hacerle caso.- Acabé diciendo.

-Pero...- Interrumpió él. -Será más divertido si me quitas tú la ropa.- Una sonrisa pervertida se dibujó en su rostro.

Sin decir nada más, empecé desabrochando la camisa al mismo tiempo que él se deshacía de la mía. Su pecho quedó al descubierto, estaba frío y húmedo, tan tentador.

Dirigí mis manos hacia el cinturón y lo desabroché junto con el pantalón. Lo bajé hasta las rodillas y Zayn hizo el resto.

-¿La... Ropa interior también?- Susurró.

-Supongo que sí.

Zayn bajó sus bóxers, igual que yo me quité mi ropa interior. Repasó con su mirada todo mi cuerpo para luego lamer sus labios. Aunque ya me había visto desnuda otras veces, yo seguía sonrojándome cuando me veía sin ropa. Maldita vergüenza. Cogí la manta y me senté en el sofá. Zayn se sentó a mi lado y se tapó junto a mí. Apoyé mi cabeza en su pecho. Su corazón estaba acelerado.

-Tenemos un problema. Lo sabes, ¿verdad?- Dije.

-¿Te refieres a eso?- Dijo él, refiriéndose a su erección notable bajo la manta.

-Sí.- Reí.

-Pasa tu pierna por encima.

-¿Y si te hago daño?

-Podrás hacerme muchas cosas, pero créeme que daño no.

Le hice casó y pasé mi pierna sobre su miembro, para ocultarlo bajo esta. Cuando lo hice, Zayn emitió un gemido ahogado.

-No puedes hacer eso.- Susurré.

-Perdón. Fue sin querer, amor. Has tocado una zona muy... Sensible al tacto... Y más al tuyo.

Los dos reímos y mi madre entró por la puerta con dos tazas de humeante chocolate fundido.

-Tomad.- Dijo dándonos una a cada uno. -Y que sea la última vez que os vais sin paraguas cuando está así el día.- Yo suspiré, nos trataba como a quinceañeros. -Yo ya me voy a dormir. La cena está en la nevera. No hagáis mucho ruido, recordad que no estáis solos en esta casa.

Desapareció escaleras arriba y Zayn me miro con cara rara.

-¿Se refería a...- Preguntó.

Suspiré y rodé los ojos.

-Sí.

-Bueno... Nosotros queríamos terminar algo...- Dijo él incómodo.

Sin darle tiempo a más, sonreí sentándome en su regazo y besándolo furtivamente. Me esperaba una larga noche.

Taken 2: Siempre jóvenes (Zayn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora