Taken 2: Siempre jóvenes (Zayn)

Capítulo 30

-Tengo que decir.- Dijo Niall levantándose de golpe de la mesa. Llevaba un par de copas de más.

A esas alturas de la noche, ¿quién no? Ya habíamos acabado de cenar. Estábamos casi todos en nuestras respectivas mesas, algunas personas bailando, otras bebiendo. Haciendo lo que se hace en las bodas. Anna, mirando expectante a Niall, estando atenta a cada movimiento suyo, hizo una mueca.

-No está en su sano juicio.- Me susurró, a lo que yo me reí entre dientes.

-Déjalo que hable.- Respondió Liam con aire divertido, que se encontraba junto a María, ambos de pie detrás de Zayn y yo, que estábamos sentados.

Niall dirigió su mirada a la de Zayn. Él asintió sonriente, dándole pie a su próximo discurso.

-Tengo que decir- Repitió mi amigo. -Que debo pedir disculpas a Zayn por todo lo ocurrido estos últimos años.

Zayn alzó las cejas en signo de sorpresa, a lo que yo reaccioné con una sonrisa.

-Después de varias discusiones y diálogos con ambos, no tengo nads más que decir que- Hizo una pausa para mirarme. Yo seguía sonriendo, orgullosa de las palabras que mi amigo había dicho. -Claudia, Zayn. Si vosotros sois felices, yo también lo seré por vosotros.

Los invitados que se encontraban lo bastante cerca como para escucharlo empezaron a aplaudir. Zayn y yo nos miramos y nos besamos. Niall se acercó a nosotros y nos abrazó.

** **

-Tened cuidado.- Me susurró mi madre en el oído al mismo tiempo que me abrazaba.

-Cuidaos mucho.- Decía Yaser a Zayn mientras estrujaba su mano.

-Nos vamos solo dos semanas.- Respondí divertida mientras entrelazaba nuevamente mi mano con la de Zayn.

-Quién lo iba a decir, Trisha.- Habló mi madre. -Nuestros hijos casados.

Las dos se abrazaron y resbaló una lágrima por la mejilla de ambas. Zayn se enterneció.

-Debemos irnos ya.- Dije yo interrumpiendo el emotivo momento.

Mis padres y los de Zayn nos sonrieron mientras subíamos al coche que nos llevaría al aeropuerto.

La celebración de la boda justo acababa de terminar. Solamente habíamos tenido tiempo para cambiarnos. No queríamos tomarnos nada de tiempo de por medio, sino que queríamos llegar lo antes posible a nuestro destino, donde pasaríamos las próximas dos semanas.

Cogimos el avión. Allí llegamos a las siete de la mañana. Una vez entramos en el hotel, todo volvió a mí.

-No ha cambiado nada.- Susurré estupefacta.

-Como nosotros, pequeña. No hemos cambiado, y esto tampoco lo ha hecho.

-Bienvenidos al hotel Princesa Marie.- Habló la chica de recepción. -¿Tienen reserva de habitación?

-Uhm, sí. Zayn Malik.

-Oh.- Exclamó la mujer. -No es la primera vez que vienen aquí, ¿cierto?

Zayn y yo nos miramos y una enorme sonrisa se dibujó en ambos rostros.

-No, estuvimos aquí hace dos años.

-¡Qué alegría! Así que les gustó la estancia aquí. No me demoro más, síganme por aquí y les mostraré la habitación.

Como la vez anterior, la mujer nos fue guiando hasta donde se encontraba la habitación esta vez. Una vez en frente de la puerta, la recepcionista nos dejó la tarjeta que abría ésta y se fue.

Abrí la puerta y ambos dimos un paso adentro. Zayn cerró la puerta y me acorraló contra ella. Mi respiración empezó a acelerarse.

Zayn me miró y me dedicó una sonrisa torcida.

-No... He podido darte...- Susurró. Su aliento chocó contra mi cuello y un suspiro se escapó de mi boca. -una noche de bodas, pero...- Siguió, y dejó un beso húmedo en mi clavícula haciéndome estremecer. -Pero puedo darte un día entero.- Terminó y sus manos se agarraron con fuerza a mis muslos, haciendo que mis piernas se enredaran en su cintura en un ágil y rápido movimiento.

Mis labios se unieron salvajemente a los suyos al mismo tiempo que mis manos acariciaban su pelo. Su cadera apretó contra la puerta con fuerza y un gruñido se escapó de mis labios. Su erección cada vez se iba notando más bajo sus pantalones negros.

Zayn se movió cargándome hasta llegar a la cama, donde me lanzó, quedando él encima. Sonreí cuando se separó de mí, mientras sus manos buscaban la manera de quitarme la camiseta.

Una vez conseguido, Zayn pudo observar que no llevaba sujetador alguno.

-Mm...- Se removió sobre mí con la boca torcida. -Así que ya estabas preparada, pequeña.- Susurró y un escalofrío recorrió mi cuerpo al notar sus húmedos labios sobre uno de mis pezones.

Jamás antes había notado tal sensación electrizante. Mi espalda se arqueó contra el colchón al notar el dedo de Zayn deslizándose por mi barriga hasta llegar a mis partes íntimas. Suspiré en su boca cuando éste presionó mi clítoris haciéndome aumentar la necesidad de tenerlo dentro de mí.

-Te... Te necesito.- Dije en un suspiro mientras le daba la vuelta y quedaba sentada a horcajadas sobre él.

Le quité la camiseta y besé desesperadamente los tatuajes de su pecho hasta llegar a su mandíbula. Zayn mordió mi labio inferior y mi lengua se adentró en su boca.

Él dirigió sus manos al pantalón negro, las cuales las aparté de seguida. Él me miró confundido.

-Déjame a mí.- Dije mientras bajaba la cremallera de éstos.

Con su ayuda, nos deshicimos de sus pantalones, mostrándome así unos bóxers de Calvin Klein negros. Zayn en un movimiento brusco me volvió a dejar bajo él, quedando entre mis piernas aún con bóxers.

Llevé mis manos a ellos y los bajé, dejando fuera una vez más el pene del que ya era mi marido. Gemí levemente al sentir su pene entre mis muslos.

-Repíteme lo de antes, pequeña.- Susurró en mi boca. -Dímelo.

-Te... Te necesito en mí, Zayn.

Sin decir nada más, sus ojos se llenaron de fuego y su boca se unió a la mía al mismo tiempo que su pene entró en mí. Mi espalda se volvió a arquear y mis ojos se cerraron, haciéndome sentir el placer de las embestidas que acababan de empezar en cada rincón de mi cuerpo, llevándome al borde de la locura en cada una de ellas.

Una de sus manos se agarró a mi pelo y la velocidad de las embestidas aumentó. Los gemidos por parte de ambos empezaron a hacerse más ruidosos cada vez.

-Zay-Zayn po-por favor.- Intenté vocalizar.

-Te amo.- Dijo él con voz ronca y cansada.

Al escuchar esas palabras, todo mi cuerpo reaccionó haciéndome con eso llegar al éxtasis.

-Zayn.- Grité.

Él me besó en un intento desesperado mientras sus rodillas se clavaban en el colchón y se vaciaba dentro de mí. Jamás lo había sentido tan... dentro.

Nuestras respiraciones se acompasaron cuando cayó rendido a mi lado, saliendo de mí.

Los dos nos miramos y sonreímos. Su mano se colocó en su pecho. Podía ver las gotas de sudor sobre él.

-Creo que después de esto, me has dejado las expectativas muy altas, Claudia.- Dijo con su voz aún ronca.

Yo reí y lo besé.

-He aprendido del mejor.