Lev Hedeon. (+16) S.D.A #1

Prefacio.

—Quería verte en persona —casi escupo el agua que en ese momento estaba tomando. Nunca paso por mi cabeza que eso sería lo que saldría de su boca. Esperaba más un "vine a ver el concierto porque tu manager me invito y como es tan persistente acepte" algo que seguramente Jerry hubiera hecho para aumentar las ventas. Tener el rey del Heavy Metal atraería a muchos más fans y dinero—. Necesitaba conocerte —me quedo mirándolo como una boba esperando que dijera algo más. Cuando no lo hace solo digo.

—Ah —después de decir eso me sentí tonta. Tendría que haber dicho algo más ingenioso. O algo para parecer indiferente a su cercanía.

—Si para ti no es problema...—me pareció percibir cierta duda en su voz, aunque no estaba segura de ello. No es como si lo conociera verdaderamente. Pero viendo como trata a todos los que están junto a él y como se desenvuelve, este hombre nunca duda, solo te atropella y arremete contra ti si estas en su camino, sin dudar un momento.

—Claro, no me molesta. Aunque en realidad no tengo idea de por qué querrías conocerme —me sonríe. Es una sonrisa que oculta cosas y a la vez las revela. Es tan hermosa que siento me voy a desmayar, aparte de que me hace estremecer no saber lo que oculta. ¿Algo concerniente a mí, tal vez?

Yah, bueno, no soy el centro del mundo. ¡Por Dios!

—Bien. Si quieres podemos dar un paseo y conocer algo del lugar. Y quiero conocerte... —traga y respira sonoramente. Eso me sorprende—, después de tu entrevista no pude dejar de pensar en ello. Pareces una persona buena, aparte de que eres genuina y refrescante a la hora de comunicarte, también... —asentí. Aunque por su rostro se notaba que quería decir algo más, pero prefirió callarse. Y yo decidí no insistir.

Seguramente se sentía mal por haber dicho que era tierna. También se le agrega el hecho de que quiere ver si soy tan extrovertida, como me vio esa primera vez en la entrevista. Pobrecito, se va a llevar una gran decepción al ver que no me comporto más de esa manera frente a las personas, a no ser que sean mis amigos o familiares, desde esa vez.

Aunque me duele que lo único que pueda decir de mi persona es que parezco buena y genuina. ¡Por Dios! No me hubiera molestado si soltaba un "estas tan sexy que no puedo dejar de pensar en ti, y en todas las maneras en la que me quiere desvestir y follarme..." bueno creo que pensar eso ya está demás. El tipo me dijo que me quería conocer por el simple hecho de que se siente obligado al haber dicho ese comentario y yo ya lo estoy sacando todo de quicio.

—Está bien. ¿Me pasas tu número del móvil? Así allí te escribo y me das la dirección del lugar donde te hospedas —saca su móvil, es uno de los que están de moda, enormes celulares, caben perfectos en sus enormes manos.

Me mira algo impaciente cuando no reaccionó inmediatamente a sus palabras. Incomoda me pongo de pie y busco mi cartera. Cuando la encuentro, saco el móvil y le dicto mi número. Es vergonzoso admitir que no se me mi propio número de memoria. Hace lo mismo con el de él, sin embargo, este me lo dice sin mirar el aparato.

—De acuerdo, mañana por la mañana te escribo así vemos a qué hora podremos salir. ¿Todavía siguen aquí por la mañana, verdad? Por lo que entendí, tu manager dijo que se quedan dos días más.

—Sí, nos quedamos dos días más, tenemos más funciones de las esperadas —no tengo idea porque dije esa tontería.

—De acuerdo —se acerca y me da un beso un tibio en la mejilla, yo me encuentro como una estatua ante su cercanía— Mañana te llamo —dicho esto sale sin una mirada atrás. Me quedo parada mirando la puerta por unos minutos como una tonta.