Capítulo 16.

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—¿Jerry? —murmuro en el celular.

—¿Quién habla? —pregunta en un gruñido.

¿Cómo que quien habla? ¿No tiene un puto identificador de llamada? ¡Hola, soy la súper sexy famosa, a la cual representas! Me hubiera gustado decirle eso, pero me conformo con solo decir:

—Soy Marie.

—¿Qué quieres a esta hora? ¿No estas durmiendo todavía? Descansa algo porque salimos a las cinco de la madrugada, no te quiero tener malhumorada...

—Es importante Jerry. Escúchame por favor —corto el monologo, del cual se, no va a terminar hasta dentro de media hora, si le dejo hablar.

—Está bien. ¡Habla! —dice exasperado.

—Estamos en la estación de policia...

—¿Qué mierda? ¿Qué hiciste? ¿Con quién estas? ¡Explícate, muchacha!

—Yo no hice nada —respondo ofendida.

—¿Entonces quién? ¡Habla de una buena vez, muchacha! No tengo todo el tiempo.

Me molesta cuando Jerry se cree la única persona ocupada y trabajadora en el mundo. Yo trabajo (componiendo canciones, grabándolas, haciendo presentaciones en el mundo entero) eso si es estar ocupado, pero no lo pongo como excusa.

—Tuvimos un percance con Marcus en el restaurante, tuvo una pelea con...

Las maldiciones de Jerry, contra mi amigo, no me dejan seguir con mi dialogo.

—Dime la dirección en la que se encuentran que estaré allí en un momento. Ese muchacho, malagradecido, se las va a ver conmigo.

Miro hacia los policías, los cuales están ocupados escribiendo y revidando papeles. Sabido que ninguno comprende mi idioma. ¿Cómo les pregunto la dirección?

—En realidad no sé dónde nos encontramos —reconocerle eso a Jerry es vergonzante.

—¿Cómo que no sabes...? ¡Pregúntalo entonces! Por algo tienes esa boca, por desgracia la cual nunca cierras, ¡Úsala! No es momento de quedarte callada.

¡Si, será!

¿Por desgracia la cual nunca cierro? ¿Mi manager dijo eso? ¿De mi sensual boca? ¿Quién diantres se cree que es para hablarme así? ¡Vejestorio andante!

Yo hablo cuanto y cuando quiero. Decido no decirle eso, porque seguramente tendremos una discusión, y no estamos como para tenerla en este momento, decido preguntar en su lugar:

—¿Perdón? ¿Qué has dicho?

—Ya me escuchaste. ¡Pregunta a algún oficial...!

—¿Cómo mierda quieres que le pregunte a algún oficial, si hablan en otro puto idioma? ¡Ilumíname, Jerry! Ya que tú eres una especie de dios.

La sangre hierve en mis venas. Odio cuando las personas se creen que tienen el poder de hablarme como si fuera una chica tonta. Todo por tener una cara de chica buena, no quiere decir que sea estúpida y me deje pisotear por los demás.

—No importa yo encontrare la dirección solo...

—Por supuesto, si tú lo sabes todo. Seguro que la encontraras fácilmente sin mi ayuda. —Dicho esto, corto la llamada con satisfacción. Una sonrisa malvada se instala en mi rostro. Cuando sé que lo deje, furioso y con la palabra en la boca.

¡Chúpate esa mandarina, Jerry!

Minutos después se me acerca un oficial, intentando hablar conmigo. Pero al no entendernos, decide irse y dejar de exasperarnos mutuamente, con la inexistente conversación.

Lev Hedeon. (+16)  S.D.A #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora