Capítulo 1.

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Mi cerebro no procesa lo que mis ojos están viendo. Es imposible. No puede ser verdad. Creo que el hecho de no haber dormido toda la noche anterior por leer me está pasando factura.

Releo nuevamente lo que dice el correo.

Señoritas Marie Rathbone y Sol Avalen:

Nos complace anunciarles que el video y la canción que nos enviaron se encuentran entre los cuatro mejores participantes del concurso "Fans Girl 2014 de You Tube"

En unos días recibirán otro correo donde les daremos detalladamente los puntos que evaluaremos en la próxima etapa.

También nos gustaría agradecerles por haber confiado en nosotros al haber participado del concurso.

Sin más que agregar, saludos y suerte para lo que se avecina.

Directora, Estela Coronel de "Fans Girl de YouTube" concursos.

Le envió un mensaje a mi prima, quien gracias a Dios vive junto a mi casa. Diciéndole que venga urgentemente. La muy zorra no me contesta y tengo que esperar dos horas más cuando se digna a venir.

Para esos momentos estoy muy cabreada y lo único que deseo hacer es golpearla, agregándole el hecho de que no le quiero contar lo del correo a modo de venganza por el tiempo que tardo en venir.

Sin embargo, al recordar lo del correo comienzo a saltar como un cachorro frente a su dueño y corro a mi habitación a buscar mi ordenador, sin ninguna explicación se lo entrego y dejo que al principio me mire algo confusa. Cuando se da cuenta que no voy a decir nada, ni tampoco dejar de saltar, mira la pantalla, y su rostro cada vez comienza ponerse más serio y pálido.

—¿Y? —le pregunto al minuto de que deja de leer. Sus ojos parecieran que miran al infinito, perdidos.

—Me estas tomando el pelo, ¿verdad?

—¿¡Que!? —Abro muchos los ojos—. Por supuesto que no haría algo así. Me conoces, nunca te mentiría y mucho menos en algo importante como esto —la miro algo molesta.

Si hay algo que me molesta es que me traten de mentirosa y que las personas mientan. Aunque su declaración me deja un poco dudosa. Tal vez, solo tal vez hay una pequeña posibilidad de que el correo no sea verdad, pero no porque yo lo haya enviado, sino alguna persona que nos quiera hacer una jugarreta.

He visto muchos casos así en You Tube. Personas muy malas quienes les responden a chicas como nosotras, quienes se encuentran en algún concurso y les dicen en un comentario que no están aceptadas por tal cosa o al caso de que han ganado y hacen que esas chicas se desilusionen cuando los verdaderos jurados le responden y le dicen que no es verdad.

—Bueno, puede ser una posibilidad de que no sea verdad y nos estén haciendo una broma —declararle ese hecho a mi prima hace que la felicidad que tenía hace un momento se evapore al instante. Su rostro se vuelve triste.

—Sí, tienes razón, seguramente nos están haciendo una broma de muy mal gusto —da un largo suspiro—, por un momento tuve esperanza ¿sabes? —solo asiento, ya que no se me ocurre que decirle— Creí que pudimos ganarles a las otras Fans, que lo que hicimos era maravilloso. Que tonta fui ¿no? —ver a mi prima tan deprimida me hace sentir mal. Tenía que haber pensado que algo así podría pasar, pero la felicidad nublo mi juicio y actué sin pensar. Si hubiera pensado, mi prima no estaría de esta manera.

—No fuiste la única —la abrazo—, yo también fui una tonta, ya que comencé a saltar como una estúpida creyendo lo que leí —le masajeo su espalda tratando de consolarla.

Cualquiera que nos viera nos miraría raro. Una pequeña chica consolando a una enorme mujer. Eso me da gracia. Pese a que yo sea la más pequeña físicamente, soy la mayor de las dos por cuatro años.

—Bueno, no importa —la aparto y me siento en mi cama—, en algún momento algunas personas la van a encontrar en You Tube y la van a amar tanto como nosotras —le sonrió y espero su respuesta, cuando lo hace siento como si volviera a respirar normalmente otra vez. No me gusta ver a las personas que quiero tristes.

—Sí, tienes razón. No hay que decaerse por algo así —se sienta en la cama junto a mí—, sabíamos cuando nos inscribimos en el concurso que teníamos muy pocas posibilidades de ganar —solo asiento. Nos quedamos en silencio por un momento cuando suelta sin más sobresaltándome— Tengo una nueva letra para una canción. Hace días que ronda por mi cabeza —con eso siento que ya se olvidó del percance de hace un momento. Yo también lo olvido y me meto de lleno en las letras. Ya con solo escuchar como comienza, la amo.

Tres semanas después.

Al fin me dignaba a revisar mi correo, después de lo sucedido con el último que recibí, hace exactamente tres semanas. No quería ver cómo nos mandaban diciéndonos que hemos perdido en el concurso. Como no les gustaba el trabajo, en el que invertimos mucho tiempo, dinero (para la cámara de video y el vestuario) y lo fundamental nuestra pasión, amor y dedicación en el video y la letra.

No me agradaba ver como otros despreciaban de lo que estaba orgullosa.

Al entrar el ordenador tarda un buen rato en comenzar a funcionar, es algo viejo. Mientras miro las uñas de mi mano derecha y tamborileo los dedos de la mano izquierda, desvió mis ojos a la pantalla y estos se desenfocan. Tengo más notificaciones de lo que tuve en los últimos tres años juntos.

El chicle que estaba masticando en ese momento, hace que casi me muera, cuando me atraganto con él. La mayoría de los correos que se encuentran allí son de mi perfil de You Tube, donde me notifican los comentarios, los likes y hasta quienes comparten. La suma de correo es desorbitante, más de un millón de notificaciones.

Entre todos ellos encuentro varios de los mismos que nos ilusionaron hace tres semanas. Algo molesta los reviso solo para ver que se les había ocurrido decir ahora. No obstante todos son correos donde piden nuestros números de teléfonos y donde nos regañan por no haberles respondido, aparte de que al no haber contestado no pudimos enterarnos de lo que sucedía en el concurso. Pese a haber salido descalificadas los fans querían que nuestro video sea el ganador. Y lo demostraron al darle los likes y al compartirlo en todas la redes sociales.

Al comprender que todo eso sucedía verdaderamente comencé a hiperventilar.

¡Esto de verdad está pasando!

No hemos ganado el concurso, sin embrago somos los más vistos. Sin importarme parecer una loca, comienzo a saltar en mi cama junto a mi perro, Travis.

Sabía que mi vida desde ese momento ya no sería igual. A los 19 años de edad era conocida en You Tube por mi canción. Era una especie de famosa, algo que todo el mundo quiere ser alguna vez cuando pequeño.

¡Yupi!


Lev Hedeon. (+16)  S.D.A #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora