Capítulo 26.

2.6K 217 12
                                    

Abro los ojos y me encuentro acostada sobre mi espalda en un lugar oscuro. Parpadeo varias veces y aclaro mi visión. Estoy en una habitación. Es lo primero que noto. La habitación del hotel.

Lo segundo de lo que me percato, es que Lev no está sobre mí, listo para tener relaciones sexuales. Se encuentra acostado junto a mí, dormido, como quedamos la noche anterior después de hablar toda la noche. Sin haber tenido sexo. Sus suaves ronquidos son los que me despertaron.

Todo fue un sueño.

Cuando ese hecho cae sobre mí, decepción me invade. Era muy bueno para ser verdad. Tendría que haberme dado cuenta que fue un puto sueño.

Lev nunca diría que le encanta mi carácter estando enojada. Tampoco es tan malo como para haber dicho todas esas cosas malvadas sobre mi persona, creo.

El mejor y a la vez el peor momento de mi vida lo viví en un puñetero sueño. Que injusta es la vida.

Suspiro miserablemente y el cuerpo junto a mí se remueve.

—¿Marie? ¿Sucede algo? —pregunta cuando me ve sentada en medio de la noche, con lágrimas recorriendo mi rostro. Extiende su mano y envuelve la mía. Me da un pequeño apretón alentador.

—Nada. Fue solo un sueño.

—¿Una pesadilla querrás decir?

Si supieras. Ser follada por ti nunca sería una pesadilla. Y la peor de todas las tragedias es que no pude sentirme invadida y llena por él. Y tampoco llegar a un orgasmo.

—Er... si, una pesadilla.

—No pasa nada, solo fue un sueño, eso nunca podrá pasarte en la realidad.

Con esas palabras mi cuerpo se convulsiona y lloro a moco tendido como una estúpida niña. ¿Nunca estaré íntimamente con Lev? ¿Tampoco dirá que le encanto ni querrá escuchar de mis labios cuanto lo amo?

—Shh... Shh —me envuelve en sus brazos consoladoramente—. Ya paso, Marie, ya paso. Lo que sea que hayas soñado aquí no podrá dañarte.

Mejor cállate, Lev. Me gustaría decirle, pero con los hipos y las convulsiones es imposible.

—No hables, Lev.

—¿Por qué?

—Lo estas jodiendo.

—¿Cómo? —pregunta confundido.

—Porque no fue una pesadilla, sino uno de los mejores sueño que alguna vez tuve en mi vida y que tú me digas que eso nunca va a suceder, solo lo empeora.

—¿Qué es lo que has soñado, Marie?

La incredulidad bordea su pregunta.

—Fue el mejor sueño que alguna vez tuve —suspiro recordando a Lev sobre mí, adorándome, amándome como he querido desde que tengo 12 años cuando lo escuche cantar y vi por primera vez.— Iba a ser follada por... por...

—¿Por quién? ¿Quién iba a follarte en el sueño, pequeña? —pregunta suplicante.

Lo miro entre mis pestañas y digo lo más estúpido en todos los tiempos cuando me doy cuenta que el desea escuchar su nombre de mis labios:

—Matt Bomer.

—¿¡Qué!? —Me aparta de su lado—. ¿Estas llorando porque te despertaste de un sueño donde un gay te estaba follando? ¿De verdad, Marie? ¡Eres increíble! —ese increíble no me sonó como un cumplido.

—Por supuesto que voy a llorar por eso. Ese es el hombre más sexy sobre la faz de la tierra y despertarme justo en el momento cuando estaba por penetrarme es lo más doloroso que me puede pasar... — dramatizo.

Lev Hedeon. (+16)  S.D.A #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora