Íbamos en el Range Rover mientras escuchábamos a Ariana Grande en la radio. El motor emitía un leve sonido, más bien un ronroneo, que resultaba agradable hasta para una persona que apenas entendía de vehículos como yo. En una situación normal me habría puesto a bailar Focus y enseñarle a Liam lo bien que me sabía el baile para que apreciara mi aburrimiento en casa y de paso hacerle reír un poco, pero no era una situación normal primero porque a pesar de todo apenas lo conocía, y segundo y más importante, iba a llevarlo al piso de mi celoso ex.
-Sé que tienes miedo, pero... - casi parecía que me leyera el pensamiento.
-¿Miedo? No exactamente. O puede que sí. Yo no lo llamaría así. Quizás precaución, es decir... Sólo imagínate que está en casa.
-No tendría porqué pasar nada. Ya te dije que lo único que tienes que hacer es entrar, recoger tus pertenencias y salir, no hay más truco.
-Tú... No lo conoces, no sabes cómo es. No sabes la de cosas que podría él hacerte si se enfada, es muy agresivo, ya te lo dije, aunque jamás pensé que se pudiera llegar a aplicar eso también conmigo, vaya.
-¿O sea que todo ese nerviosismo es por mí?
-No sé si ha sido una buena idea dejarte venir. Si fuera yo sola estaría mucho más tranquila.
-¿Y si te volviera a...?
-Por lo menos no me querría partir la cara, como supongo que querrá hacer contigo nada más te vea. Si te ve, claro. Que espero que no.
Él se rió y negó con la cabeza, casi como menospreciando mi preocupación. Recordé que él no era precisamente alguien a quien se podría vencer fácilmente en una pelea. Quedaba muy claro y sobretodo para mí que mi nuevo amigo se mataba en el gimnasio. Bueno, no para tanto, pero daba sus resultados. Los brazos eran fornidos y bueno, que Liam parecía muy capaz de defenderse en una... Situación extrema. Igualmente, no me gustaba para nada el haberla provocado. Me iba a quedar sin uñas de tanto morderlas.
-Si giras aquí a la derecha ya estás. Es el número 39... Hacia la mitad de la calle - dije.
Él asintió y buscó lugar para aparcar. Después de que diera un par de vueltas, ya que por esa zona no solía haber aparcamiento, me di cuenta de que yo tenía mi propia plaza alquilada. Lo llevé al garaje y abrí con mi llave. El flamante coche negro entró y aparcó con la facilidad con que un niño se sienta en su silla. Liam era buen conductor; a mí me costaba manejarme en un parking tan angosto como lo era éste.
Cogimos el ascensor, el viejo ascensor por el que tantas veces había subido. Tardó un poco en venir. Marqué mi piso y subimos lentamente mientras mi ansiedad seguía creciendo. De verdad que no tenía los ánimos para enfrentarme a una nueva pelea...
Llegamos y salimos. Busqué mi puerta y lentamente, supongo que gracias a mi y mis ganas por retardar el momento, nos acercamos a la puerta de madera maciza. Decidí que era ahora o nunca, y bajo la atenta mirada de Liam enterré la llave en la cerradura.
Entramos.
-¿Chloe? ¿Chloe, eres tú? - resonó su voz al final del pasillo, en dirección a lo que era mi salón.
Mis peores pesadillas parecían haberse cumplido. Oí sus pasos acercarse y a punto estuve de desmayarme. Liam sabía lo que venía y lo noté tensarse, a la vez que me sujetaba casi como para darme ánimos.
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Changes [One Direction] [Fanfic en Español]
Fanfiction"Y de ahogarme con tu amor, de consumirme en tu fuego, aprendí que siempre hay una hermosa forma de morir" No me gustaba la poesía, hasta que lo conocí a él. De hecho, no me gustaban muchas cosas hasta conocerlo a él. Fue él quien expandió mi mundo...