Estar sentada con él en su mesa comiendo de su comida resultaba para mí de lo más encantador... Y confuso. No sabía muy bien si estaba enfadada, o no. Es decir, si, estaba molesta por lo ocurrido, pero no podía evitar sentir también que no tenía motivos para enfadarme. ¿Acaso no podía él hacerle todo lo que quisiera a Sophia? No, no, no. No estaba molesta por eso, sólo porque sólo había tenido ojos para ella, desatendiendo al resto. Aunque, ¿No era lo mismo?. Sin embargo, verle cocinar había enternecido mi corazón y no sabía muy bien cómo sentirme al respecto de esta situación.
-¿Sigues enfadada? - preguntó casi susurrando. Me miró a los ojos y no supe muy bien qué contestarle. Así que no dije nada - No... No quiero que te enfades. Me... importas.
-Ah. - fue lo único que fui capaz de decir. De hecho, esa afirmación significaba mucho para mí, pero mi orgullo me pedía que resistiera.
-Lo siento. - se levantó y supuse que iría a dejar su plato a la cocina.
Me limité a volver a mirarlo y en sus ojos pude ver, durante la milésima de segundo que tardó en apartarlos e irse, preocupación y, si, abatimiento? No estaba segura. Pero no era capaz de seguir enfadada, si realmente lo estaba, con él. Esa manera suya de actuar, tan tierna, tan tímida, me podía. Así que me levanté y lo seguí, llegándole por detrás y abrazándolo.
-Siento ser así. Ya sabes, uh, la dignidad y todo eso. - me atreví a bromear. Él sonrió, y me abrazó de nuevo. Parecía un drama sinsentido, uno más de los de mi vida, pero era agradable que me abrazase.
Me di cuenta de que Liam no era como el resto de chicos. Éstos que cuando están con una chica o en compañía tratan de hacerse los machos, algunos hasta fuman en tu cara como si eso fuera signo de lo interesantes que son. Se pegan puñetazos en los hombros entre ellos o bromean sobre su sexualidad o lo bien que estaría el otro liándose con tal o cual chica, casi como para acercarlos. Como si no se notara que eso es en realidad una ayuda hacia su amigo, para que consiga a quien quiere. Liam era gracioso de por sí, y no utilizaba ninguna de éstas superficialidades, ni le era necesaria para hacer caer bien a la gente. Simplemente con ser él, le bastaba. Era auténtico. Si tenía que reír, reía. Si tenía que callar, callaba. Si tenía que abrazar, abrazaba. Sin importar la imagen que diera él. Realmente estaba empezando a considerarlo una de las mejores personas que podría haber encontrado.
-Anda, niña digna, vete a dormir. Tienes pinta de cansada y no me apetece que me babees la camiseta - se rió. Yo me fijé en que toda mi reflexión la había hecho entre el calor de sus brazos y tardé en apartarme, ruborizarme, y dirigirme a la lavadora a recoger mi pijama.
Mute se acercó y empezó a dar vueltas a mi alrededor. Deduje que quería comida así que saqué de las bolsas que Liam había subido el cuenco rojo y nuevo y abrí con unas tijeras la comida. Le eché un buen montón y le acaricié el suave pelo negro antes de dirigirme a la pequeña habitación de lavandería.
Y fue entonces cuando me di cuenta de que mi pijama estaba mojado,había que ponerlo a secar en la secadora y yo no había sido lo suficientemente lista como para traerme uno de mi otra casa. Además tenía la ropa contada y no quería ensuciarla en vano. Normalmente dormía sólo con unos pantalones cortos y alguna camiseta a tiras, pero estas noches estaba haciendo mucho frío y mi pijama de felpa era increíble contra eso. Mierda, ¿Porqué tenía que ser yo tan retrasada?
-¿Pasa algo? - dijo Liam a mis espaldas. Su tono era burlesco y yo sabía que se iba a reír, así que entorné los ojos y me giré.
Cual fue mi sorpresa al encontrarlo a él sonriente y con un pijama de felpa con tan buena pinta para esta noche que me daban ganas de ponérmelo. Batman. Cómo no. La parte de arriba era gris con bordes en elásticos negros y gorditos, y en el centro tenía el típico murciélago negro sobre un óvalo amarillo. De éstos últimos era el estampado del negro pantalón y, sinceramente, me encantaba.
-¡Dios, es precioso! ¡Gracias, gracias, gracias! - dije, abrazándolo de nuevo y con tanta fuerza que lo eché para atrás. El pijama cayó y yo me reí y acabé por recogerlo. Llegué a la conclusión de que me gustaban sus abrazos.
-Soy muy de Batman, ya sabes - me guiñó un ojo -. Pero póntelo y a dormir, ya te lo dije.
-Vale, buenas noches papá. - sonreí y me puse de puntillas para besarle la mejilla. No tenía muy claro lo que estaba haciendo, pero había sido mi primer impulso. Lo noté sorprendido así que, sabiendo que de un momento a otro el color volvería a inundar mis mejillas, salí corriendo con mi pijama nuevo hacia la habitación.
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Changes [One Direction] [Fanfic en Español]
Fanfiction"Y de ahogarme con tu amor, de consumirme en tu fuego, aprendí que siempre hay una hermosa forma de morir" No me gustaba la poesía, hasta que lo conocí a él. De hecho, no me gustaban muchas cosas hasta conocerlo a él. Fue él quien expandió mi mundo...