Changes [One Direction] [Fanfic en Español]

Capítulo 18

Desperté con el agradable sonido de Liam duchándose con música de fondo. Estaba muy cansada, pero era consciente por la luz que se filtraba a través de las persianas, de que o me despertaba pronto o llegaría tarde. Tenía unas ojeras terribles, pero no pude evitar sonreír al recordar las conversaciones de noche que habíamos mantenido él y yo. Aún medio dormida, toqué la puerta del baño para avisar de que iba a entrar y que pusiera la cortina... O algo. Era una situación incómoda, pero sentía que no sería capaz de despertar del todo a menos que me lavara la cara.

Traté de no mirar ni siquiera aquella sombra que se movía por la bañera ni lo más mínimo, y salí lo más rápido que pude. Me preparé un café, pero lo encontré demasiado caliente, así que fui a la habitación a por mi ropa para cambiarme mientras enfriaba. Cogí una blusa blanca suelta que me gustaba mucho. Era simple y discreta, pero tenía un toque de distinción gracias al pequeño círculo atado con un cordoncito que alargaba un poco el cuello en mi espalda.

Después saqué de la maleta una falda azul oscuro con pequeñas estrellitas blancas que parecían dibujadas por una mano infantil esparcidas por ella, y unos simples botines del mismo color que la falda. Tomé nota de que debía conseguirme una mochila o algo por el estilo en vez de llevar mis libretas en el maxi-bolso que había traído, o se me acabaría rompiendo.

Era consciente de que la ropa que había usado ayer y la de hoy parecían de dos chicas totalmente distintas, pero la verdad es que quien me conocía se acababa dando cuenta de que no tenía un estilo fijo. Algunas veces simplemente me apetecía estar cómoda, y otras, me gustaban más los toques casuales y elegantes a la vez que te podía proporcionar una simple falda.

Y aunque sabía que eso tampoco debía preocuparme, tampoco quería ir hoy con sudadera y vaqueros porque sabía que sería el centro del parloteo de la mitad de la gente que encontrara en mi camino.

-Eh, ¿Puedo salir? - escuché a Liam desde el baño. Me apresuré a salir de la habitación y dejar mi ropa sobre la cama.

-Si, si, estaba escogiendo mi ropa. Ya me iba. - me fui camino a la cocina a recoger mi ya no tan humeante café.

Me lo tomé a sorbitos literalmente interminables, siendo consciente de que haber tardado unos diez minutos sólo en acabarlo. Luego rebusqué en las estanterías hasta encontrar lo que buscaba. Una bolsita repleta de pequeñas versiones de un croissant que había cogido en el supermercado. Saqué dos de ellas y las empecé a mordisquear animadamente.

Apenas había terminado una, cuando Liam salió de la habitación. Se acercó y me dejó apreciar lo bien que le quedaba aquella sencilla camiseta blanca combinada con los pantalones y la chaqueta de cuero negra. Me sentí tentada de detenerme un poco más en cómo las gotas aún caían por su pelo mojado, peinado hacia atrás, hasta llegar a aquella cazadora. Me dedicó una cálida sonrisa sin ser consciente de cómo lo estaba mirando, y yo simplemente aparté mis ojos de él.

-Ya terminaba. Voy a cambiarme - solté, dejando el resto de mi croissant sobre el platito del café. Él asintió y se giró, supuse que para buscar algo de comer.

Volví a la habitación y me puse a pensar en lo extraño que era tener que turnarme con él para cambiarnos. Encontré mi ropa doblada y sonreí ante su gesto. Creo que podía considerarlo entre los pocos chicos del mundo al que le gustaba el orden, y eso me agradó. Una vez vestida, cogí mi estuche de maquillaje de la maleta y mis planchas, y así armada me dirigí al baño a ver qué se podía hacer con mi aspecto.