Danger llegó a la casa de Evelyn casi con rapidez, en el hospital le había dicho que le habían dado el alta y ya era de noche, por lo que solo podría estar en su casa. Allí sin muchas explicaciones tras abrirle la puerta la madre e ir a buscar a la chica a su cuarto, le dijo todo lo que tenían que hacer.
— No podemos irnos— dijo ella.
— Tenemos que hacerlo.
— No, tienes que atraparlos, no tienes que preocuparte por mí.
— Claro que tengo que preocuparme por ti, no hay tiempo, les diré a los chicos que también busquen donde ir— cogió su móvil en lo que hablaba.
— Yo sé cuidarme sola y los demás también, no todos pueden irse de aquí.
— No tenía que haberos metido a ninguno en esto pero ahora no puede detenerme a lamentarme.
— Todos quisimos ayudarte, todos...— dijo la joven dándole la espalda y mirando por la ventana para luego murmurar— yo la primera.
— ¿Es que no lo entiendes, Evelyn? Tengo cinco días y saben que me importas.
— Tenemos cinco días para atraparlos, es perfecto, puedo ser un cebo... sabes que no cumplirán los cinco días.
— ¿Un cebo? ¿Estás loca? En tu estado es una locura y contigo me tienen sujeto.
— ¿Tanto te importa mi estado? Antes ni siquiera me escuchaste...
— Tú ni siquiera confiaste en mí— le reprochó.
— ¡Porque no quería ser una distracción para ti! ¿Es que no lo entiendes?
— Claro que no lo entiendo, todo lo que ha estado pasando no es importante, todo ha sido un juego. Un juego con una bomba a punto de estallar porque no tenía prácticamente nada que me importara de verdad.
— Danger...— dijo Evelyn con lágrimas en los ojos— yo no quiero que te maten, prefiero morir antes que verte en una maldita caja.
— Por eso te digo que nos vayamos.
— Nos encontrarán.
— O quizás no, ya se olvidaron de mí una vez.
— Hasta que te encontraron.
— No me encontraron, los busqué.
— ¿Tan importante es que desaparezcamos?
— Quieren venir a por ti— le explicó Danger sentándose en el borde de la cama de la chica.
— Podríamos atraparlos.
— ¿Y si ellos te atrapan a ti antes? ¿Qué haría yo entonces?
— Buscar la forma de que la policía los coja.
— No lo pienso consentir, Evelyn, no solo está tu vida en juego ahora y lo sabes.
— Claro que lo sé... al menos a mí me importa este bebé y su futuro y no quiero un futuro donde tenga que andar huyendo de alguien a quien no conoce.
Danger guardó silencio mirando al suelo. Evelyn se acercó y se agachó frente a él.
— Sé que no dejarás que nos pase nada. Ni a mí ni al bebé. Quizás no sea deseado por ti pero nunca podrías poner en peligro la vida de un ser inocente— dijo ella cogiéndole la mano para ponerla en su vientre.
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Entre Bandas
Teen FictionDos bandas, delitos, pasión y dolor. Una mezcla explosiva que te hará vibrar de emoción. Sigue a estos jóvenes en sus duras vidas y comprueba si después de todo, se puede lograr un final feliz o la tragedia acabará con sus vidas.