adiction » h.s

xx. Un amor y dos hombres.

∗Louis∗

Estaba tumbado en la cama de mi nueva habitación mientras hablaba con Harry por el móvil, que difícil es sacarle las palabras a este tipo.

—Entonces, repasemos —intenté que me lo explicara de una vez—. ¿Ayer lo hiciste con Nora o no?

—Joder, Louis —dijo con queja—. ¿Qué quieres que te cuente? ¡Eres un pesado siempre hablando de lo mismo!

—No confías en mí —me levanté de la cama y miré por la ventana donde se podía ver la casa de enfrente—. Esta relación está estancada, ya no me cuentas las cosas.

—¿Qué relación? —me reí al oír su tono de enfado—. ¿Tú eres idiota? ¡No me llames para decirme estupideces!

—Que delicado eres, Harry -miré a una ventana de aquella casa—. Entonces dime, ¿lo hiciste?

—¿Hacer qué? —resoplé ante el comentario.

—¿No creerás que a estas alturas te explique como se hace? —vi como la luz de aquella habitación a la que miraba se encendía—. Pero bueno, ¿por dónde quieres que empiece? ¿Por la abeja y la flor o el elefante y la elefanta?

—Acabas de demostrarme que eres un completo idiota —sonreí y pronto vi en aquella habitación a una chica rubia que iba con un vestido azul y empezaba a quitárselo.

—Eso es, preciosa —miraba a la chica—. Quítatelo todo.

—¡Louis! —salté del susto al oír a Harry.

—Oye, no grites —volví la mirada a la ventana y vi como aquella mujer me miraba molesta mientras echaba las cortinas—. ¡Eres idiota, Harry! ¿Por qué tuviste que asustarme? ¡Acabo de perderme mi serie diaria!

—¿Quieres que te diga lo que me importa tu serie? —bufé al escucharle con su tono de "padre responsable".

—Cállate y dime lo que querías —volví a tumbarme en la cama.

—¡Si me has llamado tú!

—Eh... —sonreí falsamente—. Pero me dijiste que me tenías que contar algo.

—Quiero que sepas más de ese Zayn —como no, Harry y sus celos. Ya tuve suficiente cuando un chico tenía que ir a casa de Nora a hacer un trabajo de biología y él creía que quería aprovecharse de su novia—. ¡Adiós!

Harry me colgó con un notorio tono de enfado. Al menos se despidió. Comienzo a dudar de que haya echo algo con Nora, si no, estaría más feliz.

Volviendo al tema importante, a mí había algo de Zayn que me llamaba la atención, a todas las chicas les gustaba, aunque no tanto como les gusto yo, claro está, y para estar forrado de dinero trabaja traficando con drogas. Cada vez que recuerdo esa palabra, miles de malos de recuerdos me asaltan la cabeza. Harry y yo sufrimos mucho por ello y sé que Nora no es un caso contrario. Ahora ella era como mi hermana así que pienso ayudarla con todo lo que sea.

—Ahora que recuerdo —me levanté de la cama—. Carter conoce muy bien a Zayn. Seguro que me dice algo.

Salí de mi habitación hasta la de Carter. No me gustaba entrar en su dormitorio, para mí más que femenino, era infantil. Entrar ahí es estar en el mundo Disney, y cuando está con sus amigas, las princesas que viven en su cuento de hadas, si eres un hombre, te atacan. Seguro que en la Cenicienta se fue el príncipe antes y no ella.

Toqué la puerta y pronto oí la voz de la pelirroja dándome paso para entrar. Me metí en la habitación y no encontraba a la chica.

—¿Carter? —la llamé y miré a mi alrededor, seguro que estaría con sus amigas escondidas y luego como leonas en celo se tirarían encima de mí. No las culpo... ¡pero que se controlen!