vi. ¿Un error?

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Cuando llegamos a la casa de Harry quedé sorprendida porque era enorme. Sus padres debían tener muchísimo dinero. Intenté no aparentar mucha sorpresa, pero cierto era que no podía aguantarlo, no me esperaba que él viviera en una casa tan grande.

Él abrió la puerta de la casa, entramos y seguí mirando desde dentro, era precioso. Vi que dejaban las mochilas en un rincón de la entrada así que les imité.

—Kevin —lo llamó Harry y el niño le miró— me parece que hay comida en la nevera, come si tienes hambre.

—¿Vosotros no coméis? —preguntó el pequeño.

—No —respondí yo a Kevin— yo comeré en mi casa, solo voy a hacer un trabajo con tu hermano.

—Vamos a ir al escritorio —mencionó Harry mirando a su hermano— no molestes.

Harry me miró dándome a entender que quería que le siguiera. Empezó a caminar y yo fui tras él. Los pasillos de su casa eran muy largos, decorados con cuadros y en algún que otro rincón había un mueble con alguna foto. Él se paró delante de una puerta, la abrió y entró, yo le seguí hasta dentro. Era como una pequeña biblioteca, había muchos estantes con libros y luego en medio una mesa algo grande.

—Siéntate —me pidió Harry, yo obedecí y me senté frente mirando a la puerta.

—¿Por dónde empezamos? —pregunté mirando alrededor, pues el lugar era muy bonito.

—Lo mejor sería empezar desde el principio— contestó cerrando la puerta.

—¿La primera vez que me dieron una pastilla?

—No, eso no —él se sentó frente a mí y yo le miré a los ojos— empieza por lo que te llevó a ellas. Creo que tiene un nombre ¿no?

—Lo tiene —asentí sin apartar la mirada de él— se llama Eve.

—Entonces eso es el principio —Harry tenía encima de la mesa una libreta y estaba apuntando, aunque no había escrito mucho todavía— No te centres en esto. Empieza a hablar, sino no podré ayudarte.

—Está bien —dije confiada, respiré hondo y empecé mi historia— Todo comenzó cuando empecé el instituto, justo el primer día...

Flash Back.

Por fin sabría como era el instituto, tenía muchas ganas de conocerlo. Salía de mi casa ilusionada, me despedí de mi madre con una sonrisa. Enfrente de mi puerta estaba mi mejor amiga, Gina. Me acerqué corriendo a ella y la abracé.

Yo también me alegro mucho de verte —dijo Gina después de separarme de ella.

¡No nos vimos en todo el verano! —le contesté fingiendo enfado, luego sonreí—. Te eché mucho de menos.

Y yo a ti, Nora —las dos comenzamos a andar en dirección al instituto.

¿No tienes ganas de comenzar el curso? Muero por ver como será —me sinceré mientras veía a mi amiga reír— es una pena que Allison haya cambiado de ciudad.

Pero nos mandará postales —me contó ella.

Íbamos hablando por el camino, sobre lo que pensábamos que nos iba a pasar aquel año en el instituto, cuando llegamos a aquel edificio enorme. El tiempo pasó volando y casi ni nos dimos cuenta. Cuando pasamos por una parte que no nos gustó nada. Había un grupo apoyado en los coches, eran tres chicas y cinco chicos. Ellas se nos quedaron mirando de arriba abajo, yo me fijé en una en especial, parecía como si fuera la líder. Tenía el pelo largo color castaño, los ojos verdes claros y piel blanca como la nieve.

adiction » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora