El Gato y El Demonio. BillDip.

Capítulo 6.

Narra Dipper:

Apenas llegué a la Cabaña del Misterio fui por algo de comer, comí maso menos la mitad del refrigerador, mañana tendrán que ir de compras. 

Narrador omnisciente:

Así los días fueron pasando y Dipper cada vez se encariñaba más con Bill y viceversa. Dipper había tomado mucha confianza hacia Bill, hasta le había dicho que sus gustos había cambiado. 

 Bill no olvidaba lo que tenía que contarle a Dipper, solo que aún necesitaba pruebas para estar cien por ciento seguro de sus sospechas. 

Ya iban por el día quince, Bill y Dipper estaban sentados en la rama de uno de los pinos de por ahí, hablando, tranquilos, hasta que el estomago de Dipper rugió. A veces a Dipper le podía llegar a doler tanto el estomago del hambre que había llegado a sentir puñaladas. 

-¿Tienes hambre?.- Dijo Bill mirándolo.   

-Si.- Dijo mientras empezaba a sentir las puñaladas en su estomago.  

 Dipper se puso de pié para bajar del árbol y ponerse a caminar por ahí para distraerse del dolor de estomago. Bill lo acompañó. 

- Enserio Pino, me estás preocupando, parece que te estuvieran apuñalando.- 

- En realidad cunado tengo mucha hambre se siente como puñaladas y no lo puedo controlar.-

Bill chasqueó los dedos e hizo aparecer una gran cantidad de comida frente a Dipper. Bill lo único que llegó a ver era como la comida frente a el desaparecía rápidamente, en menos de veinte minutos no quedaba nada. 

 Narra Bill:

 Como es que era capaz de comer tanto, enserio un humano no es capaz de eso. Me lo quede mirando sorprendido, pensando si yo estaba en lo correcto o no. 

-¿Bill?, ¿estas bien?.- 

-¡Eh?... Si, ¿cómo es qué puedes comer tanto?.- Dije todavía asombrado.

-Solo tengo hambre, no se porque todos dicen lo mismo.-

-Pero Pino, yo e vivido más que el mismo tiempo y nunca vi a un humano comer tanto.- 

-Buen, por lo menos ya no me duele el estomago, gracias.- Dijo sonriéndome. 

-Entonces, ¿ya no tienes hambre?.- 

-Aún tengo hambre, pero por lo menos no siento puñaladas en el estomago.-

¿Enserio?, ¿enserio seguía teniendo hambre?. Hice aparecer una cantidad de comida que con suerte tres adultos pueden comer y dice que sigue teniendo hambre. 

- Bill, deja de mirarme con esa cara de asombro, ¿o qué?, me vas a decir que descubriste que no soy completamente humano y por eso actúo tan raro.- Dijo mirándome burlón. 

Si.

-No.-

Después de un rato seguimos hablando. 

-Me tengo que ir.- Y tenía razón el cielo estaba haciéndose más claro.- Adiós.-

-Adiós.- 

Y se fue, enserio, ¿cómo voy a decirle que no es completamente humano?, se podría asustar, o creería que le miento. Mil ideas pasaron por mi cabeza. 

 Ya se lo diría, pero no ahora. 

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 Se que el capítulo es corto, pero tuve que cambiar el original.