El Gato y El Demonio. BillDip.

Capítulo 5. Segunda Temporada.

Narra Dipper:

Mis tíos volvían hoy de no se que fueron a buscar por ahí.
Estaba con Bill recostado en la cama mientras el acariciaba mi cabeza y orejas, mi cabeza estaba contra su pecho.
Todo era muy tranquilo, levanté la mirada y el me miró a los ojos, yo levante un poco la cabeza y le di un beso, no se por que lo hice, pero no importa. El me correspondió.
Nos separamos por falta de aire.

-Eres demaciado tierno.- Yo me sonrroje y lo volví a besar.

De repente se escucha como se abre la puerta y da un golpe.

-Bill, sabemos que estas aquí y...- No había tenido tiempo de separarme del beso.

Bill y yo nos levantamos bruscamente de la cama. Vi que Ford tenía algo en su mano derecha, era una daga para demonios. Había leído de ellas en el diario, si apuñalan a Bill con eso, lo más seguro es que muera, algo que no voy a permitir.
Me interpuse entre mis tíos y Bill, para mi desgracia no traía una gorra puesta, mis orejas las podían ver.
Bill estaba inmobil, viendo la navaja.

-Dipper, ¿qué haces?, ¡apartate de él!.- Gritó Ford.

-No tío Ford, el ya no es un peligro.-

-Dipper, te lavo el cerebro, no puedes amarlo, y mira, te convirtió en un monstruo, ¡apartate de él!.-

-¡No!.- Mi tío me miró asombrado.

-Nunca creí que traicionarias a tu familia.-

-Tío, no me puedes separar de el, su corazón comenzó a latir.-

Mi tío miró con asombro e ira a Bill.

-Te quiero fuera de la cabaña.-

El se le comenzó a acercar. Yo me interpuse y como suponía mis ojos se tornaron rojos.

-Dipper, dejame pasar, o no querrás que tu hermana salga lastimada, ¿verdad?.- Cuando me di cuenta, Mabel estaba detras de la puerta mirando todo con miedo, no puedo dejar que la dañen y tampoco a Bill.

-Yo... Yo.-

-Yo me ire.- Dijo alguien detrás de mi, desearía no haberlo escuchado.

Giré mi cabeza para verlo.

-¿Q-Qué?.- No, no podía ser.

Corrí hasta el y lo abracé con todas mis fuerzas. Las lagrimas no tardaron en comenzar a salir.

-No puedes, ¡no me puedes dejar!.-

El me abrazó más fuerte aún.

-Pero le aran daño a tu hermana o me mataran a mi, o peor, te aran daño a ti, no lo soportaría.- Su vos se comenzó a quebrar.

No, no puede estar pasando.
El se apartó un poco de mi y me miró a los ojos. Acercó su mano en donde colgaba uno de los collares que me regaló.

-Recuerda que si tu mueres yo muero, no te rindas por favor.- Una lagrima calló de su ojo.- Recuerda que mi corazón late gracias a ti y jamas va a dejar de hacerlo.-

Yo tomé su mano y la aprete con fuerza. El solo chasqueo sus dedos y se fue. Caí de rodillas al suelo y miraba por la ventana de la habitación.
Se fue. Se fue. No, ¡No!, ¡NO!.
Sentí una patada en mi espalda pero no sentí el golpe, me dolía literalmente el corazón.

-Esperaba más de ti muchacho.-

Y se fue. Mabel vino inmediatamente a ayudarme y me puso en pie, sentía todo el peso del mundo en la espalda, pero por lo menos las dos personas a las que más amo estan a salvo.

Narra Bill:

Me fui a otra dimensión, no sentía ira, no sentía tristeza, sentía frío, un frío horrible que no soportaba, pero lo tenía que hacer por Pino, si no me iba, lo dañarían, y esta era la única forma que se me ocurrió, ellos tenían una navaja para demonios, no tenía mucho que hacer más que esto. Los latidos de mi corazón se hicieron más lentos y el frío se concentraba en esa parte. Era sumamente horrible, lo único que me quedaba era el collar de un pino de plata con un Zafiro azul en el centro.

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La historia continúa, no se preocupen.