Capítulo 4. Segunda Temporada.

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Narra Bill:

Me desperté con las últimas luces del día entrando por la ventana de la habitación.
Cuando giré mi vista hacia abajo vi lo más tierno de todo el mundo. Dipper estaba dormido sobre mi pecho, totalmente relajado, con las orejas bajas, y su respiración era calmada. Estaba para fotografía, pero le molestaría.
Me levanté con sumo cuidado de no despertarlo y me vestí para después bajar a la cocina por algo de agua, tener un cuerpo humano era difícil, pero ya me había acostumbrado, no era tan malo.
Cuando pasé por la sala vi a la hermana de Pino con sus amigas sentadas en el sofá y con una cámara en las manos, ya sabía lo que era, así que no le preste mucha atención y me fui otra ves a la habitacio.
Vi la cama como era iluminada por la poca luz que quedaba del día, eran como las seis de la tarde. Pasé por al lado de la jaula de mi conejo y llegué a donde estaba Dipper, cubierto de la cintura para abajo por las sábanas blancas que estaban manchadas de sangre de mi espalda.
Podía ver su espalda blanca.
Puse una de mis manos en su cabeza y comencé a acariciarla junto con sus orejas, el comenzó a ronronear dormido y susurró mi nombre, me lo queria comer de lo lindo que se veía. Comenzó a abrir sus ojos con delicadeza y me miró medio dormido.

-Hola.-

-Hola, gatito.-

El se sentó en el vorde de la cama y yo copié su acción, el seguía medio adormilado, así que lo besé en la frente.

-Parece que te voy a tener toda una semana para mi solo.-

El puso su cabeza en mi hombro y sonrió.

-Si.-

Pasamos tres días de la semana bastante tranquilos, estabamoa juntos todo el tiempo.

Estaba con el, recostado en la cama, con el a mi lado, mientras to sostenía uno de los collares que teníamos los dos sobre el, mientras el jugaba y trataba de alcanzarlo, era demaciado tierno.
Sentí que alguien me invocaba, que pereza.

-Dipper, alguien me está invocando, ahora regreso.- Dije levantándome de la cama.

-¿Puedo ir contigo?.-

-¿Por?.-

-Por curiosidad.-

-Esta bien.- No tenía problemas en que viniera conmigo.

El se vistió rápidamente y chasquee los dedos y nos hice aparecer en donde me habían invocado junto a Pino, era la carcel de Gravity Falls. Ya se quién me invocó, no debi haber traído a Dipper.

-Bill Cipher, te quiero pedir un trat..., ¿por que tienes un cuerpo humano y esta ese tonto al lado tuyo?.-

Dipper lo miró con odio.

-Gideon.-

-Ja, ¿y por qué tienes cola y orejas de gato?, te ves ridículo.- Se le había olvidado cubrirlas.

Ese idiota seguía riendose.

-Okey, ya deja de reírte, no te importa por que esta conmigo, ahora, ¿que quieres?.-

-Te iba a pedir que me liveraras y que a cambio te quedarias con el alma de Dipper, pero como veo que no lo aras.- Sacó de uno de sus bolsillos una piedra como la que tenía antes.- Tomaré tus poderes a la fuerza.-

Apenas escuché eso el amuleto empezó a brillar, pero sin que me diera cuenta Dipper lo acorralo frente una pared y puso sus garras en su cuello, lo iba a matar.

-Deja el amuleto, o te desangras aquí mismo.-

Gideon lo dejó caer al suelo y Dipper lo pizo haciéndolo trizas.
Lo tomé de uno de sus hombros.
-Vamonos.-

El me miró y dejo caer a Gideon al piso.
Chasquee los dedos y aparecimos devuelta en la cabaña.
El me abrazó.

-¿Estas bien?.- Yo le correspondí.

-Gracias, me salvaste.-

-¿Enserio no te hizo nada con el amuleto?.-

-No, tranquilo.-
Me miró y me sonrió.

-¿Vamos por algo de comer?.-

-Claro, estoy muerto de hambre.-
Y bajamos a comer. Pasamos el resto de la semana juntos.
La verdad nunca creí encontrar a mi verdadera pareja.

El Gato y El Demonio. BillDip.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora