Capítulo 24

20 4 0
                                    

Capítulo 24 Maratón 2/2: "Hace tanto"

PoV Jenn

No podía dormir gracias a los ronquidos de mis amigas, así que decidí salir a tomar aire fresco.

Me puse mis pantuflas de garras, tomé la bata de Ro que estaba colgada a los pies de su litera y con mucho cuidado de no hacer ruido, salí de la cabaña.

Me senté en una de las mesas dentro del círculo de cabañas y me quedé mirando las estrellas.

Comencé a sentir ruidos de entre los árboles. Eran como las tres de la mañana, dudo mucho de que sea algún profesor.

Me puse alerta, tampoco creía que fuera algún animal, antes de venir nos explicaron que había una reserva ecológica a unos cuantos kilómetros donde estaban todos los animales salvajes.

Fijé mi vista en el lugar que posiblemente venían esos ruidos, cuando vi esos inconfundibles ojos azules verdosos solté un suspiro de alivio, debo admitir que estaba algo ansiosa al no saber que podría salir de los arbustos.

Él al verme allí sentada se sorprendió un poco, luego cambió su semblante a uno de admiración, como el de hace unas horas.

-Creí ser la única despierta a las tres de la mañana- dije divertida.

-Si, es que no podía dormir y decidí ir a dar una vuelta. Al parecer tú también.

-Si. Oye, sobre lo de esta tarde...- no pude terminar.

-Sobre eso, olvidalo. Me dejé llevar, no sabía lo que estaba haciendo. Por favor, olvídate de eso.

Pude ver un leve rubor en sus mejillas, incluso con la poca iluminación.

-No, es decir, querías decirme algo ¿no? ¿Que era?

El rubor en sus mejillas aumentó. Debía parecer un tomate si se notaba que estaba ruborizado en medio de la oscuridad.

-Nada. Ya te dije que lo olvides.

-¿Y si no quiero hacerlo?- lo desafie. No quería olvidar ese momento tan hermoso, incluso si lo pasé con alguien a quien consideraba un enemigo, pero ahora es amigo de mis amigos, lo que de alguna forma lo hace mi amigo.

-Ese ya es tu problema. Por tu propio bien te digo que te olvides de eso, pero eres tan testaruda que prefieres hacerme la contra, sólo para ganar una estúpida pelea. Ese es tu problema, siempre vas a hacerle la contra a los que te caen mal. Y no entiendo por que te caigo mal. Tuvimos alguna que otra confrontación, unas cuantas peleas. Pero te pedí perdón, desde el primer día que te ví quise ser agradable contigo. Desde la primera vez quise caerte bien. Parece que eres de las que se dejan llevar por los chismes, por lo que escuchan de las otras personas, porque te aclaro que yo no soy lo que todos decían de mí, incluso antes de llegar al instituto. Pero parece que saber que soy un "niño rico y mimado" te bastó para que te desagrade, ¿no? Dime que estoy equivocado, anda, dímelo- me había quedado sin habla, a este punto él ya estaba a sólo un poco de gritar, lo que no era conveniente para ninguno. Así que tomé coraje, tratando de no sonar intimidada por su gruesa voz y su tono fuerte.

-Tu no tienes ningún derecho a sacar conclusiones de como soy. ¿Y que si me dejé llevar por lo que decían los demás? No me importa que no seas nada de eso. Ahora sé porque eres realmente. Un imbécil. Un idiota que primero quiere besarme y luego me grita. Eso es lo que eres. Y en cuanto a mí, no te permito que vuelvas a hablar así de mí. Si y qué, me dejo llevar por los chismes, por lo que digan los demás. Pero eso a ti no te interesa, después de todo soy yo la que esta mal, no tú.

-Oh, en ese caso yo también te juzgue mal. Eres una caprichosa. Una niña que tiene todo lo que quiere, y si no es así, pelea para conseguirlo, sin importar el daño que le haga a los demás, sin importarle que pueda estar ofendiendo a alguien. A ti sólo te importa ganar. Pero no siempre es posible ganar.

Dicho esto se dió la vuelta y entró en su cabaña.

Yo fui directo hasta la mía, entré sin hacer mucho ruido, todavía pensando en sus palabras.

Me recosté en mi cama mirando al techo lleno de polvo y telarañas. De un momento a otro estaba llorando. No sé por qué. Pero lloré toda la noche. Una pequeña vocecita (y no, no era Pancracia) me decía que una parte de mí sabía que lo que él había dicho era verdad pero el resto de mí decía que sólo hablaba su enfado.

Lloré un rato más hasta que mis ojos ya no resistían estar abiertos y me dormí.

N/A

Aquí el segundo capítulo de esta maratón tan corta. Pero bueno.

Ahora si comienza lo interesante.

Como ya dije en el capítulo anterior trataré de subir un nuevo capítulo en el transcurso de la semana.

Okey, espero que les haya gustado el maratón.

Cambio y fuera.

Guerra de los Sexos - (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora