Capítulo 26

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POV'S EDWARD:

No sabía donde dirigía la cueva pero la seguí a ver si por casualidad era era la voz de Harry. Ya no tenía nada que perder.

Llegue a un punto de la cueva en la cuál ya no se veía nada de luz exterior pero empezaba a ver luz al final de esta. Seguí hacia allí sin importarme si no saldría de ella. Cada vez aquella luz que parecía artificial se iba haciendo más 

Llegué hasta el foco de luz y empecé a escuchar voces.

-No vamos a poder tenerlos mucho más aquí metidos. La gente empezará a sospechar y no nos quedan más explicaciones que dar. 

-Sí, tienes razón. Más le vale a la niñata de Emma que haga su trabajo pronto para poder ver la cara de sufrimiento de todos los padres cuando vean lo que les vamos a hacer a sus hijos.

-Pobre ingenua de Emma, que se piensa que se va a salvar de esta porque nos está ayudando y le va a llegar el mismo destino que a todos los demás. Ya me la imagino llorando y diciendo. ''Me lo habíais prometido. Gua, gua... No me ibais a hacer nada'' Eso será épico. Alguien tendría que grabarlo.

-Si lo grabas tú si o si me lo pasas.

¿Dónde me encontraba? ¿Y quiénes eran esos tipos vestidos con bata de farmacéutico? Harry me dijo que tenía que entrar en esta cueva así que eso hice. No sabía si Harry también me había tendido una trampa. Pero de pronto cuando se fueron esos hombres pude ver un montón de cajas de cristal que algunas estaban vacías y otras tenían personas dentro. Estos también iban vestidos de científicos pero era diferente, esa bata me sonaba, la había visto miles de veces... ¡Eran las del laboratorio de mis padres! Entonces me acordé de aquella conversación que tuvimos cuando las chicas llegaron a la isla. Todos nuestros padres estaban trabajando en una especie de proyecto secreto, todos juntos. Por lo que pensé que tal vez podía ser algún padre de mis amigos, o ex-amigos (Emma, Eric).

Miré a ver si no había moros en la costa y me acerqué a una de las cajas. En ella había una mujer de mediana edad. Ella era morena y su rostro me recordaba familiar, se parecía mucho a Eric. Tenía que ser su madre. Le pregunté:

-¿Por un casual no conocerás a Eric?

-Si que conozco a uno, a mi hijo- entonces se echó a llorar- Llevó sin verlo un montón de tiempo...-cada vez respiraba peor y gritaba más. Como siguiese así nos iban a descubrir-Yo lo echo tantísimo de menos...

-Tranquila señora, no se preocupe. Yo he visto hace un par de días a su hijo. Estaba bien.

-Oh gracias a Dios está vivo- y volvió a llorar y a gritar. Como siguiese así se oiría menos si rompiese la ¿jaula? de cristal y le tapase la boca yo mismo.

-Señora silencio. Nos podrían oir. No se si me recordará. Iba con su hijo a clase y mis padres trabajan con usted en ese proyecto ultrasecreto. Mis padres son Cristina y Adam Smith.

-Si los conozco.

-Ahora cuénteme que hace aquí y por qué los han encarcelado a todos...-me quedé reflexionando. Con todos, si estaba la madre de Eric, también podría estar la mía e incluso podría estar ¡MEGAN!- señora me disculpa un momento.

Sin esperar repuesta me dirigí hacia el resto de cajas de cristal. Fui sigilosamente pasando de una en una. Todos los ''presos'' (por llamarlos de alguna manera) llevaban la misma bata. Tampoco es que hubiese muchos, eran unos 12 o así. 

Cuando me alcanzó un poco la vista vi que un par de ellos no llevaban bata. Sin pensármelo dos veces fui corriendo hasta ellos, pero como soy así, me pillaron de lleno.

-Bueno, bueno que tenemos aquí...-dijo uno de los dos hombres que había allí. Este era el que me había agarrado e iba de negro tipo guarda espaldas. El otro llevaba una bata blanca pero era diferente a la que llevaban los ''enjaulados''. Vamos a llamarlos el de negro y el de blanco.

La isla Dizzley (Wattys 2016,  #oreosawards)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora