Capítulo 13

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Narra Megan:
Me desperté en una especie de celda, no sabía como había llegado ahí. Me encontraba atada de pies y manos, mediante unas cadenas que parecían ser de hierro aunque en aquella isla, ya no sabía lo que era o dejaba desde real en aquella extraña isla, si es que todavía me encontraba en ella. Intenté gritar llamando a todos a los que conocía en la isla, pero no obtuve ningún resultado. Tuve que parar después de 5 minutos seguidos gritando, me vi obligada a parar ya que me empezaba a picar la garganta. Supuse que ese picor se debía al gas que había hecho que me desmayara. Tras un pequeño descanso, forcé otra vez mi voz, pero de nuevo, no pasó nada. Volví a repetir el proceso 2 o 3 veces (gritar, parar a descansar  volver a gritar), pero siguió sin ocurrir nada. Ya desesperada, lo volví a intentar, pero esta vez, en vez de nombrar a mis compañeros, solo pedí ayuda, ya me daba igual quién me sacara de aquella celda, estaba desesperada. Y esta última vez mis intentos dieron frutos, de repente la gran puerta de hierro que parecía intraspasable se abrió.

Narra Edward:

 Me desperté en una oscura y fría celda, atado de pies y manos,y además estaba solo. ¿Solo? ¿Dónde estaba Megan? Lo último que recuerdo es que apareció un extraño gas y ella se empezó a marear y yo le prometí que no la soltaría, pero entonces yo también me empecé a marear y aparecieron unos hombres con unas máscaras antigas y me desmayé. ¿Entonces seguimos estando en la isla? ¿No estábamos tan solos como pensábamos nosotros? Me perece que estaba empezando a delirar, era demasiada información para mi cabeza recién despertada de un desmayo. Luego me acordé de la promesa que le había hecho a Megan, y me sentí fatal, la había roto. Ahora no sabía ni donde estaba ni si estaba viva, me daban escalofríos solo de pensar en lo que le podrían haber hecho alguien. Ya se que no la conocía desde hace mucho pero le había cogido cariño muy rápido, con ella era muy fácil hablar de cualquier tema y me sentía muy a gusto. La cabeza me iba a estallar, ya que estamos aqui por mi culpa, si no hubiésemos seguido con el camino y nos hubiésemos vuelto a la cabaña ahora estaríamos los dos juntos. Me estaba desesperando, empecé a gritar su nombre lo más alto que pude, pero no oía ningún ruido ni nada, parecía que me encontraba solo. Y justo en el instante que dije su nombre por décima vez, se abrió la gran puerta de hierro.

Narra Eric:

Mientras seguíamos caminando, yo seguía reflexionando, ya que, según me dijeron el la próxima hora va a haber una prueba y ahí habrá un papel y un lápiz, en él tendré que marcar con una X la casilla del grupo al que quiero pertenecer, al de los isleños o al de los dirigentes. Todavía no tenía una decisión clara, pero sabía que eligiera la que eligiera, condicionaría la estancia en esta isla de mis otros cuatro compañeros, porque si me unía a los dirigentes, todo iría conforme al plan,y si me unía a los isleños, las osas se pondrían muy feas para los cinco y necesitaríamos rezar para sobrevivir cada día.

Narra Peter:
Seguíamos avanzando en silencio, esperando atentos la prueba que decía en el papel, conforme fuimos caminando yo notaba a Eric más nervioso y pensativo. ¿Tendría algo que ver la prueba con él? No lo sabía.
Íbamos caminando, Emma una la primera, yo le dije que el primero fuese yo, pero ella no quiso. De repente pude ver una cuerda uniendo dos árboles, pretendiendo que nos calleramos de morros. Cuando quise avisar a Emma, la encontré ya en el suelo.
-¿Emma estás bien?- le pregunté
-Si, sólo han sido unos cuantos rasguños en la cara. Mañana me saldrán unos moratones y vale- me respondió ella muy segura- Sigamos- añadió después. Continuamos caminando, para llegar a un claro en el que había una especie de recorrido militar, en el que había que saltar, agacharse y todo eso. Al principio de este había una  carta como las que dejaban a la puerta de la cabaña. La cogí y la leí en voz alta para mis dos amigos:
-"Muy bien, habéis conseguido llegar hasta aquí. Enhorabuena, pero ahora ya no va a ser todo tan fácil. ¿Os parece esto difícil? Pues es de lo más sencillo que vais a hacer a partir de ahora. Buena suerte.
Att: El Jefe
Pdt: Eric prepárate"
-¿Esto es de lo más fácil? ¿Esta gente no quiere que salgamos de la isla, verdad? - dijo Emma un poco molesta.
-Es verdad, yo pensaba que las pruebas serían algo así como hacer juegecitos de mates o algo así. Y a todo esto, ¿a qué se refería la carta con lo de Eric preparate?- le pregunté yo.
-No lo se- respondió el muy nervioso, en ese momento descubrí que estaba mintiendo.
-Bueno, dejar de pensar en eso y vamos a pasar el circuito antes de que les pase algo más o a alguno de nosotros o a Megan o Edwars. ¿De acuerdo? - dijo Emma.
-Vale- respondimos Eric y yo al unísono.
Tras esto comenzamos a pasar el circuito de obstáculos. En esta ocasión, Emma me dejó ir a mi en primer lugar. En realidad, el circuito no era tan difícil como pensábamos, así que lo pasamos sin ninguna dificultad, sólo algún rasguño en las piernas y brazos pero nada más.
Al llegar al otro lado nos sentimos muy bien, ya que estábamos un paso más cerca de Edwars y Megan. Al acabar, Eric nos dijo:
-Chicos voy un momento al baño, ahora vuelvo, si queréis podéis seguir y yo luego os alcanzo.
Emma dio su visto bueno y proseguimos nuestro camino, pero intuí que Eric nos estaba mintiendo.

Narra Eric:
Al pasar la prueba, me inventé una excusa para poder ir a elegir el bando al que quería pertenecer. Cuando llegue había un árbol y el su pie había un papel y un lapicero. En el papel estaban las dos opciones que podía elegir. Aún no lo tenía bastante claro, pero el tiempo se había acabado y tenía que marcar o la primera o la segunda. Elegí la primera, temiendo lo que pudiese pasar...

Continuará...

La isla Dizzley (Wattys 2016,  #oreosawards)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora