City of Shadows [Jace Wayland y tu]

Capítulo 1

Dicen que el peor miedo de tener a algún familiar en la guerra, es que algún día llamen a tu puerta. Eso significaba que esa persona, no volvería jamás. La verdad, es que no hay necesidad de que alguien cercano a ti se vaya para cumplir con su deber, alguien llamará a tu puerta algún día.. como hicieron en la mía.

Era un hombre vestido con el uniforme de policía. Parecía joven pero se podían ver fácilmente signos de edad. Sus manos estaban sobre el cinturón y su posición indicaba incomodidad.

-¿Laura Whitescar? –preguntó con un tono de tristeza.

Yo asentí ligeramente, intentando aparentar tranquilidad. Era un agente, y me ponía nerviosa cuando estaba cerca de ellos.

-¿Puedo pasar? Será mejor que hablemos esto en algún sitio donde podamos sentarnos y hablar tranquilamente.

-Agente, con todos mis respetos. Mi madre aún no ha llegado a casa, así que será mejor que lo hable con ella primero.

-Se trata sobre eso Laura –suspiró- Tu madre ha sufrido un accidente de coche. Lo hemos intentado todo, pero no lo ha conseguido.

Eso fue hace dos semanas. Ahora la persona que llama a mi puerta es mi padre. Al ser menor de edad, el juez ha dictado que debo tener un responsable legal hasta los 18. Ha pensado que mi responsable legal sea un hombre que nos abandonó a mí y a mi madre cuando era pequeña. Un hombre al que no he visto en 8 años. Prácticamente, ha pensado que es una buena idea que mi tutor legar sea un extraño.

Volví a verle después de tantos años y apenas recordaba cómo era. No era muy alto, pero se mantenía en la altura media. Era castaño y tenía algo de barba en la que se podía notar la edad. Tenía unos ojos azules claros, unos ojos que escondían una mirada de confusión.

-Laura.. –murmuró.

Yo me vi incapaz de decir una palabra, y menos de llamarle Papá. Para mí no eras más que un hombre que me vigilaba hasta que cumpliese los 18. Entonces escaparía de casa y de su control.

En lugar de abrir la boca me hice a un lado y le dejé pasar. Él me miró durante unos segundos sin decir nada más, entonces asintió y entró a su nuevo hogar.

Al pasar por mi lado, pude ver como en el cuello tenía una marca, parecía un tatuaje pero estaba claro que el tatuaje venía de más abajo. Solo pude ver una parte de él, pero me había picado la curiosidad.

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Ya había oscurecido y había pasado todo el día en casa, encerrada en mi habitación. Alguien llamó a la puerta y seguidamente le abrió.

-Acabo de deshacer la última caja –yo levanté la mirada y le miré- ¿Tienes hambre? ¿Quieres que prepare algo y cenemos?

-Creo que pasaré de la oferta –respondí.

Chris volvió a suspirar. Sí, se llama Chris Whitescar y así es como pienso llamarle. Mantuvo su mano sobre la puerta y la otra la metió en el bolsillo.

-Laura, sé que esto va a ser muy difícil para los dos y estoy dispuesto a hacer que funcione, pero necesito tu ayuda.

En realidad, parecía que quería intentarlo, se podía notar. Pero después de todo el daño que nos hizo.. ¿Qué clase de persona sería si le perdonase?

-¿Algo más? –fue mi respuesta.

-Estaré en el salón si me necesitas –agachó la cabeza y miró al suelo- Buenas noches.

Cerró la puerta y yo me quedé allí en la misma posición. Decidí que sería mejor irme a dormir, pero entonces recibí un mensaje.

'Serena y yo estamos abajo. ¿Te apetece bajar y olvidarte de todo?'