City of Shadows [Jace Wayland y tu]

Capítulo 11

-Danielle.. –murmuró el nombre de mi madre sin dejar de moverse.

Habíamos conseguido llegar a Magnus y ahora estábamos allí, pero aun así Chris deliraba. Iba a convertirse en hombre lobo y no podíamos hacer nada para pararlo, ni la magia de Magnus era tan poderosa así que lo dejamos estar.

-No, Chris –le cogí de la mano- Soy Laura.

-Laura, escúchame –abrió los ojos y me miró- Debo contártelo por sí.. Debes saberlo.

-¿Ha sido herido por un Alfa? –preguntó Magnus.

-Sí, ¿por qué? –respondió Scott por mí.

-Tres, dos, uno.. –Magnus contó.

Chris abrió los ojos por completo y salió una luz verde esmeralda de ellos, se estaba convirtiendo pero algo más pasaba. Magnus fue a coger algo y volvió en dos segundos. Le puso, lo que parecía cartón en la boca para que lo mordiera.

-No tardará en hacer efecto.

-¿Qué le sucede? –pregunté.

-Transformación aleatoria en lobo –explicó- Es un efecto secundario del veneno. Podemos detenerlo y si todo va bien, se tranquilizará pero debes saber que eso no detendrá el proceso de transformación.

En estas situaciones dicen que no importa el odio o el amor que sientas por una persona; que si es parte de tu vida, todo tu ser se centra en esa persona. Entonces me di cuenta de que a pesar de todo, no quería perderle. No importaban los motivos ni los hechos, solo importaba que siguiera a mi lado.

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Magnus tenía razón y lo que le puso a Chris en la boca hizo efecto, así que se durmió. Aun así, Magnus no paraba de moverse recolectando objetos. Yo me limité a estar al lado de Chris.

-¿Estás bien? –preguntó Scott.

Yo asentí ligeramente sin mirarle, así que él colocó sus manos sobre mis hombros y se acercó a mí. Yo me levanté y sin decir nada, Scott me abrazó.

-Magnus Bane me da buena impresión –susurró- Parece que sabe lo que hace.

-La corteza servirá por ahora –explicó Magnus entrando en la habitación con un puñado de objetos- pero Chris necesita un antídoto para sacar el veneno de su sistema. Y no tengo aquí los ingredientes.

-Dime lo que necesitas y como conseguirlo –impuse.

-No, tú quédate aquí –me señaló- Chris te necesitará cuando despierte.

-Iré yo.

-Iré yo.

Jace entró en la habitación y dijo esas palabras al mismo tiempo que Scott y con el mismo tono. Ambos estaban preparados.

-Jace –Magnus vio que tenía sangre en la cara resultado de un golpe- ¿Qué te ha pasado?

-Creo que el coche se ha dado contra una columna mientras lo guardaba –yo sonreí- No conduzco coches de mundanos.

Jace cogió un pañuelo de una mesa y se lo puso en la nariz con delicadeza.

-¿Qué necesitas para el antídoto?

-Yo me encargo –Scott se alejó de mi para acercarse al rubio.

-Ojos de fénix, sal lunar, fulgurita de Idris –dijo Magnus ignorando la disputa de los dos chicos.

-Un viaje a la farmacia –dijo Scott- Dos segundos.

Scott ya avanzaba hacia la puerta cuando Jace le cogió del brazo y le detuvo.