Capítulo 15: Manos a la obra

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Día 32
03:33

El sol se mantenía en lo alto de el cielo en la tarde, iluminando el patio completamente, y un calor presente en el desierto sofocaba a todos los prisioneros, Jason y Michael se encontraban en la cancha de basket jugando con unos balones ligeramente desinflados.

Las últimas semanas en la prisión habían sido desgarradoras, apagadas y sin temas de conversación que no terminaran en silencios incómodos y por ende en que todos se devolvieran a sus celdas, Miles mantenía la felicidad entre ellos y su espíritu siempre iluminaba la situación.

-Mike, has visto a Ramón? - Preguntó Jason, mientras driblaba un balón entre sus piernas con poca habilidad.

-No, y a Cero tampoco, y como 911 no planea salir de su celda no creo que veamos a alguno de ellos.

Los jóvenes se sentaron en un banco reservado en el patio exterior, donde algunos prisioneros se encontraban conversando. Michael se sentó y Jason se mantuvo de pie, observando hacia una pequeña caseta de guardia en una de las torres que vigilaban la zona de pesas.

-Acerca de lo de escapar, ¿realmente crées que logremos hacerlo?

-No lo sé, necesitamos un plan, y las pistas de S nos llevan a un callejón sin salida.

-Pero para tener un plan, necesitamos un equipo, y con Miles muerto, Cero desaparecido, y 911 sin ningún tipo de ganas de salir de su celda, no creo que sea posible.

-No necesitamos un equipo, es decir, ¿sabes todo lo que hemos hecho? Escapar de una prisión es extremadamente fácil. -Respondió Mike mientras enviaba el balón hacia las manos de Jason.

-Considerando que tu mayor logro es no ahogarte mientras comes y hablas a la vez, es imposible escapar de este lugar solos. -Michael inmediatamente frunció el ceño y Jason sonrió.

-Es en serio, solo hay que ver patrones, recordarlos y así tener las bases para una fuga satisfactoria y prolija.

-¿Quién eres y qué hiciste con el Michael que no sabía lo que significaba la palabra "satisfactoria"? -De nuevo Jason sonrió, aunque en este caso recibió un ligero golpe por parte de Mike.

-Hagamos esto, tú mi querido amigo, vas a investigar todo lo que se pueda saber de los guardias, sus turnos, sus cartas de acceso, llaves, TODO, además necesito que encuentres algún prisionero que esté dispuesto a hacer cambios por cigarros, porque tenemos miles de esos. - Michael tenía un tono autoritario, sonaba como si Jason fuera un equipo completo de fútbol y él el capitán - Y ya que estabas estudiando ingeniería, sería genial si lograras hacer algún estilo de herramienta que apague las puertas o algo por el estilo, ya que casi todas las puertas de este lugar usan un sistema electrónico y con eso lograríamos ahorrarnos mucho tiempo.

-¿Y tú qué? -Los ojos verdes de Jason se encontraban clavados en Michael -¿Tú no harás nada?

-Obviamente, te voy a supervisar. -El joven levantó su brazo y sacudió la cabellera de Jason, el cual dio una media vuelta y se dispuso a observar a los guardias.

Michael fue directamente a la enfermería, donde se encontraba Rosie, la joven enfermera se encontraba encima de un pequeño escalón, el cual le permitía llegar a unos estantes de roble que se encontraban repletos de medicamentos y vendajes. Su esbelta figura se veía definida en el vestido blanco que tenía puesto, el cual le llegaba hasta la mitad del muslo. Al darse cuenta de que el joven había entrado a la sala, se acomodó su mechón rojo y se acercó a una camilla cercana.

-Así que todavía no has muerto por culpa de Ramón? Me impresionas Sr. Fields

-Soy una caja de sorpresas, ¿cierto? Necesito saber algo.. Cero sigue aquí? No lo veo desde hace mucho, y digamos que necesito un compañero para algo muy importante.

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