Despierto levemente, el sueño va abandonando mi cuerpo y escucho el ruido del exterior. El olor del Alcohol, cigarrillos y sudor mezclado hacen que el estomago me de un vuelco de ciento ochenta grados. La verdad es que debería estar acostumbrada al olor de este lugar. Suelto un bufido, otro día mas de mi cotidiana vida pero muy anormal.
Me siento en la cama, miro el suelo de granito y por mi mente pasa esa absurda idea ''Necesito un cambio''. Pero es imposible, lo intente varias veces. Pero cada puerta que toque fue cerrada en mis narices y solo quedaba una totalmente abierta; la del prostíbulo.
Me levanto y camino hasta el baño, mientras me recojo en una coleta alta mi moreno cabello. Al mirarme en el espejo me espanto, que feas ojeras y que horrorosos ojos inyectados de sangre. Me cepillo los dientes y me doy un baño. Al salir me pongo un short negro y una blusa blanca de algodón la cual me queda muy suelta.
Bajo las escaleras y camino hasta la barra VIP de Red velvet, donde mi Tia esta sentada haciendo las cuentas de la noche anterior. Me acerco a ella a paso lento, mientras aprecio la pecera que esta justo detrás de la barra extendida por toda la pared, pasaría horas viéndolo.
Mi tía se percata de mi presencia y levanta la cabeza, me mira al tiempo queme regala una sonrisa. Mira su reloj.
-Es muy temprano para el pole ¿No crees?
-Si, es temprano. Pero ya que solo hago esto durante el día quiero practicar un poco aquí -Camino hasta la tarima de unos cinco por cinco metros que hay en medio de la sala. Siento la mirada de mi tia en la espalda.
-Como estas ¿Dormiste esta noche? -Pongo la mano en el caño y la miro,niego con la cabeza- Siento tanto que no puedas dormir cómodamente -Encojo los hombros y comienzo a calentar.
Mi tía no habla mas. Se lo que esta pensando. No me arrepiento de lo que hice hace algunos meses atrás. Ella estaba enferma, y yo no sabia como haría con el local, ya que mi tía es la dueña me tocaba a mi quedarme encargada. Los primeros tres meses me encargue de la limpieza y las contabilidades, pero un mal día llego sanidad y puso una multa muy alta al local la cual no entendí muy bien. El porcentaje que se les pide a las mujeres que trabajan aquí no era suficiente para pagar la deuda que tenia encima, mas las cuentas del hospital estaba por volverme loca. Así que una de las prostitutas que lleva mucho tiempo trabajando para mi tía me dio la idea de subastar mi virginidad, así lo hice. Me compro un hombre que estuvo bastante tiempo rondándome.
El hombre es un ''Mega empresario'' ,O por lo menos eso fue lo que lei de el en una revista que trajo mi tía Tanya de parís. Estoy absorta en mis pensamientos y calentando en el caño que me caí de un momento a otro inundada en lagrimas. Mi tía al escuchar el golpe volteo adonde yo estaba y su cara se descompuso cuando vio mis lagrimas
-Oh mi pequeña -Corre hasta donde estoy y me abraza, apoyándome en su hombro- Yo siempre dire que fue mi culpa. Fui tan torpe -Sollozo, no tía, no mi tía linda no fue tu culpa
-No...Claro que no -Seque mis lagrimas con mi mano. Me alejo de ella y me levando del suelo,me alejo rápidamente y camino hasta la cocina. Desayuno con lagrimas cayendo y la garganta un poco apretada. Me masajea la espalda, la mano suave de mi Tia. Cierro los ojos y respiro suavemente.
ESTÁS LEYENDO
Solamente tuya.
Fiksi RemajaEmma Alfieri, una joven de diecisiete años no fue mas que una victima del caprichoso destino. Desde pequeña creció en un entorno no muy bien visto y tormentoso que la hace desear salir de allí para comenzar una vida nueva, y lo había hecho, pero sie...