Despierto en mi cama, la luz se colea por el precioso ventanal que esta atrás de mi. Me estiro y me paro de la cama y comienzo a caminar hasta el baño. Cepillo mis dientes, lavo mi cara, hago pis y lavo mis manos.
Paso al frente de su puerta y camino hasta quedar a centímetros de ella, alzo mi mano para tocarla, pero algo me lo impide así que camino hasta las escaleras.
Llego a la cocina que esta en silencio, los chicos no están. Brida esta sola sentaba en el comedor. Le sonrió pero ella no me devuelve el saludo de la misma forma.
-Buen día Emma. -Mi cara se deforma. No esta esa efusividad que tiene siempre por las mañanas. Tampoco hay cariño en su voz. Camino hasta ella y la abrazo.
-¿Que te sucede?
-El amor -Bufa, un gesto normal en ella. Ahora desde este punto se porque las personas me tratan como a una bebe, tengo esos mismo gestos que Brida.- Es una mierda. No es nada de que preocuparse. Me mira y esta vez me regala una sonrisa sincera acompañada por una frotada de brazo.- Enna dejo tostadas en el microondas para ti, en la nevera hay unas mermeladas de Moras y fresas que Marc compro para ti hoy.
-Bien. -Camino hasta la negra microondas y saco mis, todavia calientes, tostadas. Camino hasta la nevera y saco los dos frascos de vidrio. Me siento frente a ella- ¿Y los chicos? imagino que siguen dormidos.
-No. Chard fue al club para reunirse a desayunar con unos amigos. Lian, por su lado, fue a jugar un poco.
-¿Y Marc? Imagino que se esta arreglando para ir a la oficina -Entonces Brida suelta una carcajada y me mira con sorna.
-Emma, son como las once de la mañana. Marc salio hace horas.
-¿¡QUE!? Dios yo tengo que ir a la oficina, se supone que trabajo para el -Me trago una tostada con mermelada de moras y me levanto con paso mas que apresurado.
Entro a la ducha quitándome la pijama de seda y tomo un baño caliente. Me aplico crema y me visto con un vestido color borgoña ceñido al cuerpo, unos tacones negros louboutin y tomo una gran cartera Prada donde meto el neceser donde tengo maquillaje. Tomo un monedero que sorpresivamente tiene dinero y todas mis identificaciones, incluso mi licencia para conducir, y la meto en la cartera. Tomo de mi repisa de dulces, que debería de ser para zapatos, unas galletas y salgo corriendo de la habitación mientras me echo un perfume que tiene olor a flores.
-Señorita Buen día -Murmuran unas chicas del servicio. No me detengo pero hablo.
-Buen día chicas -Les sonrió- ¿Saben donde esta el señor Ignacio?.
-Esta en el garage.
-¿Donde queda el garage en esta casa?. -Me quejo. Alguien me debe un recorrido. Cuando una de las chicas esta por hablar la puerta principal se abre e Ignacio me sonríe
-Dios alli esta! Buen día señor Ignacio. ¿Me puede llevar a la oficina? Me he quedado dormida y nadie me a despertado.
-Buen dia Señorita. La espero en el auto -Me responde.
Salgo de la casa montada en un Aston Martin, voy en el asiento trasero y no me detengo a ver el lujo que me rodea. Me pongo un poco de base con protector solar, compacto, labial de un color rojo cereza, un poco de rubor oscuro para contornear y rimer. Me acomodo el cabello y me vuelvo a echar un poco de perfume.
-¿Enciendo la radio para usted señorita?.
-No señor Ignacio. Esta bien así, gracias -Respondo a su pregunta. El asiente y estira uno de sus brazos hasta tomar algo del asiento de copiloto que esta al frente de mi. Me pasa una caja que agarro- El señor me mando a comprarle este teléfono. Ya esta totalmente para ser utilizado.
ESTÁS LEYENDO
Solamente tuya.
Teen FictionEmma Alfieri, una joven de diecisiete años no fue mas que una victima del caprichoso destino. Desde pequeña creció en un entorno no muy bien visto y tormentoso que la hace desear salir de allí para comenzar una vida nueva, y lo había hecho, pero sie...