Capitulo 26.

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Aterrizamos a en las islas canarias, España. Suelto un bufido, voy con retraso, la estadía en Londres se alargo mas de lo esperado. Solo estaré tres días aquí y por eso Julio coordino que fuéramos a las oficinas en cuanto aterrizáramos.


Íbamos camino a la central de los cruceros, son dos centrales, la otra esta en Atenas. El chófer se ve por una autopista que pasa junto a la playa. Pienso en ella, estos días han sido la mierda, la tengo lejos y no me basta con hablar con ella por correo.


Era un sábado diecisiete. Me conecte por el teléfono al correo para hablar con ella.


-¡Llegue a España! En tres días estaré en casa, mi Princesa.


-Ostia tio, no me cambies por una española. -Comienzo a reír y a negar


-No tía, yo prefiero a mi bella italiana.


-No conozco a tu bella italiana.


-Bueno, Italo-Americana.


-Ya llegamos -Dijo y mi humor cambio desde entonces. Lei tantos informes tras informas,hice tantos cálculos y vi lo que significo dividir la cadena que el dolor de cabeza no se me pasaba con nada.


Cuando separe la cadena de cruceros no me importo estudiar las consecuencias, solo quería que la bruja de Maritza me dejara tranquilo. Resultado; necesito una grande inversión. Comienzo a ver las posibilidades de costear esa inversión pero seria arriesgarme mucho.


-¿Porque no me hablaste de esto? ¿Acaso tu tampoco te fijaste en lo que esto suponía? -Estaba de pie en mi lado del escritorio. Nunca en mi vida había sentido tanta rabia e indignación. Si, parte de la culpa es mía pero el tenia que evaluar riesgos.


-Pero...Marco yo pensaba que tu estabas al tanto de esto.


-¿Te quedo claro que no? -Volví a gritar. Golpee la mesa- Maldición! ¿Para que te pago si no haces parte de tu trabajo? ¿No se supone que buscas lo que me conviene?.


Después de una discusión con el, mi delegado de allí y la gerente, me fui de la central hasta el hotel. Necesitaba descansar un poco. Cuando desperté por la tarde repase mentalmente la lista de las personas que quisieron invertir en el proyecto pero no tenían el dinero suficiente. Le mande un mensaje a Julio, indicándole los nombre de mis posibles inversores.


No resulto mi idea, nadie se comunico conmigo para alguna cita. Estaba guardando mi cepillo de dientes en el neceser cuando mi teléfono comenzó a sonar.


-¿Que?.


-Marco, pescamos uno. Quiere hacer la junta hoy mismo porque viajara mañana.


-No, si permito eso llegare a Boston un día mas tarde.


-Piensa, es el proyecto rey, Marco. La inversión y empresa mas grande que tienes. Esto es importante -Lo que el decía era verdad. No podía irme sin hacer esa junta.

Solamente tuya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora