Solamente tuya.

Capitulo 10.

P.D.V Marc.

Eran las diez de la noche, caminaba de lado a lado en mi oficina. Chard se fue minutos después de que yo recibiera la llamada. Amanda estaba inquieta por mi estado de humor. Trataba de controlarme y respetar mi espacio de trabajo. Pero no podía, la preocupación me llenaba todo el cuerpo y el detective no llamaba.

Trate de calmarme, me senté en mi silla tras del escritorio y vi su fotografía hasta que el teléfono sonó, no sabría decir si pase horas viendo la fotografía, solo se que cada minuto me sentía mas cerca de ella, como si pudiera traspasar ese pedazo de papel y abrazarla, hacerla mía con amor y detalle.

-Halo.

-Señor, fue solo una caída donde se golpeo la cabeza con el borde de una mesa. El golpe la dejo inconsciente pero hace unos minutos salio del hospital acompañada de dos personas, ya despierta, claro.

Colgué, no necesitaba escucharle la voz. Mi princesa estaba bien y era lo que me interesaba. Mire su foto por largos minutos. Un extraño sentimiento me invadió, no se que era, pero solo se que una lagrima cayo sobre el preciado papel. Me levante de mi silla y llame a Ignacio, que, una hora mas tarde estaba frente a las oficinas en la camioneta favorita de los chicos.

Estaba nadando en la piscina techada, mi fecha se aproximaba y no quería dejar Boston, pero mis responsabilidades lo exigían. Entre a mi habitación donde estaba toda mi ropa doblada sobre la cama.

-Señor, ya voy a poner todo eso en sus maletas -Mi dice Enna con el respeto en su voz.

-Esta bien no te preocupes. ¿Mis sobrinos no han venido?

-No señor. La señora Brida llamo hace unos minutos para dejarle un mensaje. Esta esperando que un técnico arregle su nevera para venir a despedirse.

-Bien. -Salgo de esa habitación y entro en la que esta al frente. Sus paredes son blancas y tiene un ventanal que se conservo, como pedí, durante las reformas. Entre en el gran vestier que estaba lleno de aparadores y cajones vacíos que pedían ser llenados. El baño era innecesariamente grande y me pregunte si a ella no le parecería ridículo el espacio utilizado en solo un baño.

Mi mente se perdió imaginando una habitación decorada en detalle, con un rosa en sus paredes y una cama enorme con docel, con un escritorio por alguno de los rincones, con el vestier lleno de ropa, maquillaje y cada cosa que las mujeres se empeñan en tener. Con ella esperándome cada noche cuando llegara del trabajo. Que desayunáramos y cenáramos juntos, que me amara y poder dormir cada noche sintiendo el calor de ella junto a mi.

Niego, mi amor por ella esta enloqueciendome, cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo muero de amor por ella. De pronto ya no hay cama con docel ni paredes de rosa, solo una habitación vacía y blanca. Tomo un baño en ese lugar para no incomodar a enna.

Mis maletas junto a la puerta, mi hermana con lagrimas en los ojos despidiéndose de mi, mis sobrinos viéndome con tristeza. Digamos que ellos son lo mas importante que tengo, junto a Emma. No importaría el dinero si no los tuviera. Agradezco que ya ellos no lloren cada vez que me toca partir, era mas dificil cuando estaba pequeños y se aferraban a mis pantalones de gabardina con los ojos llenos de lagrimas rogándome que no me fuera o que me los llevara conmigo.

Lian se levantan de uno de los sillones color borgoña y se va con camino a la cocina, el es el que esconde sus sentimientos ante todos y no hace falta pensar mucho, pero si conocerlo mucho, para saber que su molestia u hostilidad de este momento, es solo una mascara para no dejar ver lo que siente.