Solamente tuya.

Capitulo 7.

P.D.VMARCO

Jose Angel me mira de soslayo. Esta un poco enojado por el repentino cambio de planes de la reunion que tendríamos hoy con Royals. Estábamos en un campo de golf, sentados en una terraza del restaurant de club. Eran como a las cinco de la tarde y hace un par de horas el avión de royal aterrizo directo desde montecarlo. Tendría que ir adarme una vuelta por aya, era un lugar perfecto para mis próximas navidades y se que a los chicos les encantaría la idea.

-No entiendo porque salir al maldito exterior cuando el puede ir hasta la oficina. -Refunfuña y toma de su gintonic

-Tengo tiempo sin jugar golf,  Ademas que Royals me pidió una junta diferente -Me encogí de hombros.

-¿Diferente? Entonces porque coño no nos vamos a RV y ya!

-RV queda en Las vegas y dudo mucho que a su futura esposa le emocione tal idea. Porque mejor no admites que odias que te ganen en el golf.

-Chorradas -Reí un poco mientras esperaba la llegada de Royals.

Pense en mi princesa para remendar un poco en día. Se que he sido una mierda pero yo de verdad la amo, la mitad de mis cosas, mis empresas, terrenos y de mas. Se las esta quedando mi esposa de la cual me estoy divorciando, por eso este jodido día me tiene con el humor un poco sombrío. Yo solo amase mi imperio y por no pensar las cosas con claridad cuando me case con maritza estoy perdiendo la gran parte de todo.

Pero yo amo a esa niña. Y si, podría ser mi hija pero no me interesa,solo quiero cuidarla y consentirla. Después que pague por ella y la hice mía sin piedad alguna, me dolió, me dolió que llorara en todo el momento, me dolió que después de terminar tapara su cuerpo de mi, pero me dolió mas cuando le dije aquellas palabras que le paralizaron, yo podía sentir el miedo que su cuerpo emanaba.

Me gustaron las prostitutas cuando maritza me comenzó a dejarme solo por sus repentinos viajes para ''Relajarse'' mientras yo me quedaba en el país en el que estuviera para estar al pendiente de mis empresas. Sentía soledad por las noches cuando no tenia un cuerpo que me diera calor, sin embargo eso lo podía soportar, pero maritza cada vez era mas fría mas distante y no me daba esas cosas que cualquier hombre busca. Un día bastante cansado de la soledad y sequía fui a un prostíbulo donde pague por tres mujeres para cada hora. Tres polvos, uno tras otros. El primero mas brusco y salvaje.

Y la segunda vez que fui, solo para tomar un trago, la conocí y me encanto aunque me costara creerlo y aceptarlo en ese momento. Una niña, una inocente y tiempo después mi princesa. En mal momento me entere de la infidelidad de mi esposa y en mal momento eligió ella para vender algo tan valioso como su cuerpo. Pague la rabia que tenia con la persona que muero por amar. Yo solo quiero arreglar todo lo que dañe por muy costoso que sea, y no me refiero al dinero.

La mande a investigar y pedir no saber toda su verdad, toda su historia, por respeto a su privacidad. Es estúpido pero tengo la vaga esperanza de que ella venga a mi y poder demostrarle que no la volvería a dañar y que la amo, pero si no lo hace la buscare y la traeré conmigo, quiero que ella entienda, así sea a la fuerza, que yo soy bueno. El detective manda todas las semanas cajas con fotos de ella, pero solo saco y enmarco en las que esta sonriendo. En la mesa de noche hay dos, la primera que obtuve y otra donde esta sentada en una cafeteria comiendo una dona, sonriendole a maria que esta frente a ella. En la gaveta de mi oficina hay una que suelo ver por las mañanas, esta recostada en lo que presumo es un sofa, totalmente dormida y con su hermoso cabello cayéndole en la cara y pecho.

Suspiro, mi agonía por ella no debería de ser así. Quisiera dejar de quererla, olvidarle, hacer mis maletas y largarme para siempre de mi país, solo para no tropezarme con ella nunca y dejarla ser feliz como ella quisiera. Pero no puedo, se que irremediable mente terminare devuelta a los pocos meses y solo por ella.