Solamente tuya.

Capitulo 44.

En un momento las chicas echan a todos de la habitacion, me quedo sola con ellas dos. Las miro nerviosas, el momento de que vea mi vestido llego. Pero no, ellas aman torturarme y decinde maquillarme primero, como es de dia no es un maquillaje muy destacado, los tonos que utilizan son pasteles y eso es algo que me hace sentir comoda.

Cuando quitan el manto negro que cubria el maniqui y el vestido, me quedo sin aliento. Es de un diseño sencillo, la falda no es ponposa, no tinen conrset y ningun diamante.

-Se que el diseño no es como a Maria le gustaria -Habla- Pero sabia que ese color no te iba a agradar si era el diseño que ella queria.

-Rojo...

-Si, rojo. -La sonrisa de Maria era traviesa. Regrese la mirada al vestido, no era de muchas capaz. Era de encage rojo y forro balco hasta sobre las rodillas, de ahi se abria una cola, era tipo sirena.

-Es manga larga... Hace un calor insufrible y es manga larga.

-Esta el otro vestido, como yo lo queria pero cambie el color. ¿Quieres verlo?

-¿Te dio tiempo para hacerlo? -Pregunta asombrada.

-Cuando dije ''Pase horas de sueño cosiendo ese vestido'' no me referia a este.

Sale del lugar rapidamente. Denise se sienta en la cama, la tono nerviosa y despues que se toma dos copas de vino sin pausa, le pregunto:

-¿Porque te noto tan ansioso?

-Emma... tengo que decirte algo del vestido...

-Ya llegue! -Habla ella sosteniendo un forro oscuro por un gancho- Quitate la bata de baño, es hora de vestirte.

Antes de desprenderme del albornoz denyse me da una caja de color azul oscuro, me sonrie a,pliamente y me dice

-Algo nuevo, algo viejo, algo prentado y algo azul.

Abro la caja despues de apoyarla en la cama y veo el interior. Hay un conjunto rosa de ropa interior, las bragas tienen bolados en la parte trasera y en la delanetera es de encage, el bra tambien es de encaje, las medias son de nailon y se aferran por unos tiros de las bragas para no deslizarce por mis piernas.

-Eso es lo nuevo, lo viejo son los colgantes de diamante en forma de gotas -Murmura maria- desde pequela supe que seras tu quien los usaria, se que no me voy a casar, o por lo menos no antes que tu.

-¿Y de quienes son?

-No me puedo creer que Margot nunca te contara la historia ¿Eso significa que nunca los has visto? -Niego, no se la historia y es primera vez que los veo- Han pasado de mujer a mujer en nuestra familia. Vienen desde nuestra tatara tatara abuela, cuando ella murio le dijo a Maria, la mujer porla que llevo ese nombre, que la primera de sus hijas en casarce tendrias que usarlo, y primera la hija de esa mujer en casarse tambien tendria que hacerlo. Pues Maria fue la primera de sus hijas en casarse y tuvo tres hijas, de esas tres hijas la primera en casarce fue nuestra bisabuela y ella solo tuvo a Antonia, nuestra abuela y mama de nuestras tias y madre. De esa ganeracion solo tu madre los uso y ahora quedan en tus manos. Por años los tuvo mi madre, ya que Margot y Margaret no confiaban en si mismas para cuidarlos.

Sabiendo lo mucho que significaba los mira absorta en mis pensamientos, la ultima mujer que los uso fue mi madre y era una forma de sentirla mas serca, me entristece no saber como fue, no haber pasado mas tiempo junto a ella, solte una lagrima y rapidamente fue limpiada por Denyse.

-No es para que te pongas triste -Levanto la mirada para ver a maria y ella tambien esta llorando- Se lo que significan para ti, para mi tambien significan mucho solo por el hecho de que pocas mujeres los usaron solo un dia de su vida y para algo sumamente importante. ¿Sabes que esa tatara tatara abuela perdio a su esposo en un naufragio? El trabajo en minas y el regalo de bodas que el le dio a Margareth cuando la desposo fueron esos colgantes, Significan aun mas porque a pesar de todo el trabajo que paso para sacar adelante a su familia nunca se fue por el lado facil y no vendio esos colgantes que desde siempre fueron costosos. Para ella no importaba mucho el dinero si tenia un lugar para vivir y que comer, mi mama me dijo que nunca los abria vendido porque era lo que mas le hacia sentir serca de su esposo.