Entro en ikea y un dependiente me atiende amablemente. No miro mucho los tantos modelos que tienen para ofrecer para los clientes, solo necesito tres camas. Me detengo frente a una cama que tiene las sabanas de color morado, un color berenjena, pido una de esas y continuo buscando los juegos de dormitorios. Salgo una hora mas tarde del gran local, nunca nadie creerá el discurso que le dije al chico que hace los mandados para que me pusiera en la lista de entrega de aquel día.
Tomo un taxi, el cual me cobra un ojo de la cara, y voy a mi casa. Miro el lluvioso día a través de la ventana, el clima esta a unos pocos grados. Imagino que sebastian se estará muriendo del frió, no le gusta para nada este tipo de clima.
Al frente de la casa hay dos autos, a la cual mas bonitos y costosos.Miro impresionada el Lamborghini y antes de bajarme del auto el taxista suelta un silbido. Aquella gran maquina es de un azul claro, un azul cielo. Sus accesorios son plateados. Es simplemente hermoso.Lo observo detenidamente, quiero uno así.. de otro color..
-Te gusta mi nuevo auto? -Levanto la vista y veo a Sebastian al otro lado de la carretera, sobre la acera que pasa frente a su casa. Rio
-Claro...Me encanta tu nuevo auto -Camino hasta el y lo abrazo- No te he visto en tres días
-Y contando.. E estado un poco ocupado con el trabajo y las cosas de la universidad -Me acerca mas a su cuerpo- No te agradecí por la cena de hace días
-Te invito a comer hoy, mis tres tías están en casa. Imagino que Azulito es de la reina de Londres -Nos separamos
-¿Azulito es de la reina de Londres? -Pregunta con una sonrisa en el rostro.
-Mi tía ama el color azul, esa tonalidad en especifico. Maria y yo le decimos ''La reina de Londres'' porque su esposo es de aya. Bueno, el que sera su esposo. Están comprometidos pero todavía no hay fecha fija. ¿Quieres entrar conmigo? -Señalo la casa. El asiente y yo comienzo a caminar. El me abraza por la espalda, deteniéndome en el medio dela calle, me da un tierno beso en la coronilla y se pone junto a mi,toma mi mano.
Cuando entro tengo ganas de buscar cinta adhesiva de la gris. Esa con la que amordazan a la gente en los secuestros, o por lo menos eso es lo que pasa en la tele. Los gritos de cuatro mujeres provienen de la cocina. Pero tal algarabía me alegra porque todo es diferente estando aquí y no en red velvet, se nota que se ponen al día. El olor a pastel de auyama llega a mi fosas nasales y respiro profundamente, amo a maria y sus esplendidas manos en la repostería.
Sebastian me sonríe, parece que le hace gracia aquellos gritos. Caminamos hasta el comedor y se hace el silencio. Miro a cada una de mis tías y parece que fuera mentira que las tengo frente a mi, de pronto me abrumo y las lagrimas brotan de mis ojos. Suelto la mano de Sebastian y me tiro en los brazos de mi tia.
-Oh mi bebe -Me dice tiernamente, como consolándome. Me abraza muy fuerte.
-Hola Sebastian -escucho que dice maria, siento sus pasos y escucho como se saludan en murmuro.
-Te extraño mucho -Le digo viéndola a los ojos. Me da una alentadora sonrisa. Saludo a leyla y cuando llego frente a la reina grito. -Tia!Dile a Alexis que te deje aquí en tu país!
-Opino lo mismo -Dijeron las otras dos reinas al unisono.
-Le dire. Pero ahora presenta al chico que nos esta mirando como con un poco de miedo. -Mierda! Voy hasta Sebastian y me pongo a su lado. Antes de hacer presentaciones mi Tia se me adelanta y muy segura de sus palabras dice:
-Chicas el es Sebastian. Es el asesor inmobiliario que ayudo a Emma a conseguir esta bella casa. Y hasta donde se, también ayudo a limpiar y a decorar la casa, también la llevo a la universidad donde esperemos que la acepten y gane la beca... -Da una pausa mirando las cara de los demás- Y puedo decir que buen amigo ¿No es así, hijo?

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Solamente tuya.
Roman pour AdolescentsEmma Alfieri, una joven de diecisiete años no fue mas que una victima del caprichoso destino. Desde pequeña creció en un entorno no muy bien visto y tormentoso que la hace desear salir de allí para comenzar una vida nueva, y lo había hecho, pero sie...