Te extrañé, novia

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7 de enero

An's p.o.v

Abro los ojos, no porque quiera, sino porque siento algo pesado sobre mi cuerpo y necesito saber que carajos es.

-¿Que coño?- lo sé, mis buenos días son personalizados -¿Que haces tu aquí?- pregunto con voz ronca.

-Verte idiota- responde sin quitarse de encima.

-Que tierna- le digo irónica.

-Si, lo soy, pero tu lo eres más, porque recibes a tu novia con un cálido "¿Que coño?"- responde Juls también irónica.

-Ay novia, te extrañé maldita- le digo abrazándola.

-Londres es hermoso, pero mas hermoso es estar a tu lado- dice con una sonrisa.
-Awww... Alguien me extrañó tanto que se volvió cursi- digo con una sonrisa.

Juls deja de sonreír normal y sonríe sarcástica para sacarme el corazón con el dedo... Digo el dedo corazón.

-Esa es mi Juls- digo orgullosa.

-Traje regalos para todos- dice señalando una gran bolsa.

-Hablando de todos... ¿En donde están?- pregunto mirando a los lados.

-Afuera- señala la puerta.

-Ahhh... ¿Que me trajiste?- pregunto directa.

Se acerca al sofá de la habitación donde está la bolsa y saca algo envuelto en papel de regalo.

-Este es solo él de Navidad- dice dándome el regalo.

Lo abro eufórica y se me hace agua la boca.

-Te amo- digo embobada.

-Yo también, novia- responde.

-Se lo digo a la Nutella- le digo aún viendo el bote gigante que está entre mis manos.

Sin ver a Juls puedo asegurar que me está mirando feo.

-Te amo, Juliette- admito llamándola por su nombre completo.

-Awww... Sigo molesta- me señala con un dedo.

Solo ruedo los ojos y dirijo mi mirada a la puerta al ver que se abre ligeramente.

Un hombre corpulento con bigote se asoma, pero se queda ahí, no hace ni el mas mínimo esfuerzo para pasar.

-Hola Andrea- me saluda él, pero yo sigo en shock.

-Hola Dr. Carrizal- saluda Juls.

-Juliette, ¿Como estas?- pregunta por amabilidad.

-Bien, gracias ¿Y usted?- responde.

-Bien, gracias por preguntar- responde de manera educada.

-Hola tío, bendición- saludo yo.

-Pasaba a verte, pero tengo que seguir trabajando, espero que te mejores y Dios te bendiga- dice y cierra la puerta.

-Eso fue raro...- dice Juls y yo asiento.

La puerta se abre de manera estrepitosa causando que ambas miremos en esa dirección topándonos con los chicos, Maximilian, Luca y mi hermana, la cual no parece muy feliz que digamos.

-Hola chicos- saludo eufórica.

-Hola An- responden al unísono.

-Hola osita- saluda Ale antes de tratar de besarme, digo tratar porque lo detuve.

-Hola osito, aún no me cepillo los dientes- saludo antes de bostezar.

Parece importarle un comino puesto a que me besa y miento si digo que es un pequeño e inofensivo beso.

-Consigan una habitación- sugiere Maximilian.

-Estamos en una habitación- digo sonriendo sarcástica.

Maximilian solo rueda los ojos y yo sonrío triunfante.

-¿Donde está mi madre?- pregunto buscándola con la mirada.

Se genera un silencio incómodo donde todos se miran las caras y yo no entiendo nada.

-Reformulo la pregunta ¿Donde carajos está la mujer que me parió?- pregunto con un tono molesto.

Como nadie dice nada, vuelvo a preguntar.

-Mierdas con patas ¿Quién va a ser el hijo de puta que me diga que coño está pasando en este jodido momento y porque carajo se quedan todos callados?- pregunto con un tono calmado y dulce, como si lo hubiera pedido amablemente.
Todos se quedan callados y An está perdiendo la cabeza.

-¡MALDICIÓN!ME VAN A DECIR EN ESTE MOMENTO QUE PASA O VOY A ECHARLOS A TODOS DEL PUTO CUARTO Y VOY A LLAMAR A LA POLICÍA!- grito.

-¿La policía?- preguntan todos.

-¡PUTA MADRE!

Un aparato a mi lado (que no sabía que estaba ahí) comenzó a sonar con unos pitidos continuos e irritantes.

-¡APAGUEN ESTA MIERDA!- grito señalando el aparato y los pitidos se hacen mas constantes.

-Wow, Ane cálmate.

-¡NO ME VENGAS A CHINGAR JULIETTE!

-Osita, Juli tiene razón, cálmate.

-¡NO ME VOY A CALMAR HASTA QUE ME DIGAN DONDE ESTÁ MI MADRE Y APAGUEN ESTA MAQUINA DEL DEMONIO!

-Ok, ya lo hacemos.

-¡AHORA!- grito ya un poco afónica.

-Ya se nos quedó ronca.

-Cállate engendro- le ordeno a Fil con una voz asquerosamente ronca.

-Nuestra madre no puede venir aún porque el puente no ha sido reparado del todo- explica Bella.

-¿La pueden apagar?- pregunto con mi hermosa voz señalando la fucking maquina.

Ale asiente y la desenchufa.

-Aleluya- trato de gritar en un intento trágico para mi garganta.

(...)

-Andrea, no puedes hablar por unos días y tienes que tomar un jarabe especial- dice el doctor y yo casi me pongo a gritar.

-Pero doctor... - me interrumpe.

-Pero nada, necesitas reposo absoluto, no puedes hablar, debes comer bien y nada de emociones fuertes- dice leyendo algo en la carpeta que tiene entre las manos.

-Doc, ¿Que tiene que ver las emociones fuertes con la anemia?- pregunta Mario.
-Nada- responde.

-¿Y porque lo dijo?- pregunta de nuevo.

-Oh, se me olvidó decirles, Andrea, estas embarazada- informa el doctor mirándome fijamente.

-¿QUE?- preguntamos todos al unísono.

Adolecentes ¡al fin!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora