Alto ahí, lindura

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4 de enero

An's p.o.v

Estamos mas que listos para ir a la playa.

El día de ayer quedó en el olvido y hoy es un nuevo día para pasarlo bien entre amigos, por eso invité a Mario.

Ale me hizo una clineja que quedó DI-VI-NA, sin alardear.

Ellos vestían shorts, camisetas, gorras, converse y tenían unas mochilas (algunos hasta tenían un skate). Yo, por otro lado, tenía unos jeans claros, una chaqueta de jean, una franelilla blanca, me puse unos patines de cuatro ruedas (para no caerme), mis amados converse estan en mi mochila.

-¡vamos!- exclamo antes de tratar de salir del depa y digo tratar porque Ale me jaló en pelo por la trenza.

-¡Alto ahí, lindura!- me arrastra hacia atrás con ayuda de los patines -¿que son esas cosas que van donde deberían estar tus converse?-

-patines- respondo en tono duh.

Todos menos Mario me miran como si hubiera matado a alguien.

-¿no sabes que nosotros somos de un grupo de skaters?- yo asiento, me lo habían contado -bueno los de los patines son nuestros enemigos-

-solo son patines, no soy de "el otro lado"- digo lo último como en película de terror para causar gracia, pero solo Mario y yo reímos.

-tiene razón- concuerda Mickey.

-tu calla traidor- lo manda a callar Ale sorprendiendo a todos.

-a ver, todo lo que pasó ayer se queda aquí, en el depa, no lo vamos a llevar afuera, si quieres pelear con el por algo de ayer, lo harás cuando volvamos- ordeno y todos asienten de acuerdo.

Ale asiente y comienzo a salir pero me vuelve a jalar el pelo y me atrae a sus labios en una mezcla de sentimientos.

Es como si al besarlo me elevara a un mundo donde solo existimos nosotros, donde podemos ser nosotros mismos sin miedo a ser juzgados, es maravilloso.

Me pregunto si así es tener sexo.

-ahora si, vamos- concuerda Ale después de separarnos.

Salimos, bajamos al lobby, nos despedimos de Jaime el portero y salimos a la calle.

Después de un rato todos, menos Matt y Mario, se montaron en sus skates y Ale y yo íbamos tomados de la mano.

Vi una heladería y me separo de Ale sin decir nada y aumento el paso para poder comprar un helado.

Ellos me siguen callados y calmados.

Entro a la heladería y les brindo a todos un helado.

-An ha estado siendo muy buena hoy, es sospechoso- dice Mickey.

-no, en realidad An siempre nos da comida, incluso deja de comer por nosotros- me defiende Fil.

-he cambiado desde la última vez, lo único que conservo es el apodo aparte del recuerdo- le explico a Mickey.

-¿de que hablas?- me pregunta Ale.

-yo era una bad girl porque estaba harta de ser buena y correcta, Mickey se enamoró de la bad girl que florecía en mi, pero ahora esa chica solo esta en recuerdos muy en el fondo de mi- respondo.

-sip, ella era muy mala, hacía bromas pesadas que pasaban límites, se vestía de negro y colores oscuros, se teñía el pelo de colores, luego me enteré que era con papel crepé, se ponía piercings falsos y su hermana no se quedó atrás, eso nos gustó a mi hermano y a mi, pero An sigues siendo esa chica en el fondo, esto solo es una máscara- recordó con voz de enamorado.

-no, ¿sabes?, hablamos al volver- me caga que sigan creyendo que soy así.

Pasamos un día agradable de no ser porque nos encontramos con Luca y Maximilian.

-guarda guarda, tanto tempo cara Masserotti (mira mira, tanto tiempo querida Masserotti)- maldito aborto de simio vomitado.

-si, quanto tempo schifosa scimmia (si, cuanto tiempo asqueroso simio)- respondo.

-tranquila nena- me dice alzando las manos en señal de rendición.

Por mi parte le meto una buena patada en sus partes nobles.

-yo no soy nena de nadie, mucho menos de malparidos hijos de puta que se la dan de malos- le digo señalandolo desde arriba ya que él se encuentra arrodillado en el piso -vamos- ordeno y paso de Luca, muchos imbéciles por hoy.

Ahora vamos a la playa que queda cerca del depa.

Los chicos van a bañarse pero yo no tengo ganas y me les quedo viendo desde la cima de una roca gigante.

-hey- me saluda Matt y se sienta a mi lado -oye, se que no hablamos casi pero te quiero decir que me agradas- admite el ojiclaro.

-tu no me caes tan mal- digo en broma -hablando sul serio, ustedes me agradan mucho- admito.

-Elle me hablaba de ti cuando estaban en Panamá- me informa sorprendiéndome.

-¿que te dijo sobre mi?- pregunto con curiosidad.

-hablaba maravillas sobre una bad girl llamada An, me contaba sus bromas, sus pensamientos, sus problemas acerca de ti- hizo una pausa -un día me llamó llorando, estaba borracho, me dijo que lo habías rechazado por un pacto que tenías con tu hermana y un mes después volvió a llamar en el mismo estado después de haber hecho un pacto los cuatro- suspira -nunca me contó mucho sobre el pacto grupal, solo me dijo que nunca podrían ser algo-

Es mi turno de suspirar, me acuesto en la roca y miro al cielo.

-siempre supe que Mickey me quería mas que yo a él- admito.

-si, me contaba también todos los planes para las propuestas de noviazgo que te hizo, eran muy románticas y muy elaboradas- me comenta.

-¿también te contaba cuando iba a cagar?- le pregunto con tono burlón.

-eh, hasta Elle tiene límites- responde riendo levemente.

Michael, no se que voy a hacer contigo.

Adolecentes ¡al fin!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora