8. Centro Comercial

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A las 16 tuvimos que irnos. Mamá se tenía que quedar por asuntos de trabajo, como siempre, dejando que vuelva a la residencia sola y caminando, ya que no me quedaba más dinero para volver en autobús.
En mi cabeza volaban infinidad de piezas para tocar mañana, y no me decidía si, tal vez que toque algo de Chopin iba a hacer que se asombre más que si toco Mozart, o Bethoven, artistas que cualquier persona escuchó nombrar o tocar por lo menos una vez.
Me estaba decidiendo entre Chopin, Bach o alguna folclórica rusa, cuando una bocina suena detrás mio, haciendo que de un respingo.
Volteo la cabeza, y observó que una chica con cabello verde agua, asoma su cabeza desde el asiento de copiloto. La reconocí por Camille, ya que el cabello cambia, pero el rostro no y la saludé con la mano.
El coche empezó a andar más lento, hasta llegar a mi lado. Vi que Ashton conducía de forma lenta para poder seguirme el paso.
-Te alcanzamos?- pregunta ella, aunque parecía más bien una orden.
Asentí, agradecida. Me habían empezado a palpitar los pies del dolor.
El coche se detuvo a mi lado, y yo me subí a él, en la parte de atrás, donde unas revistas estaban tiradas a mi lado.
-Te ha quedado bien el cabello- comenté, y ella sonrió volteando hacia mi como un rayo.
-Te gusta? Me ha costado decidir el color, pero Ash me ayudó- volteó la cabeza hacia él-, verdad?
-Así es, cariño- dijo, con un tono de voz agitador. Sonreí, para ser algo amigable, pero notaba que debajo de los ojos de mi amigo había unas pequeñas lunas cerca del morado que denotaban preocupación y falta de sueño.
-Diablo! Eres tan dulce!- exclamó, plantandole un beso en la mejilla de forma rápida. Qué acaso ni se daba cuenta que le faltaba sueño?
Vi como Ashton sonreía. Es increíble cómo un gesto tan simple como un beso en la mejilla, puede significar tanto para una persona.
Definitivamente Ashton y Camille eran mi pareja preferida. Nunca había visto a dos personas tan unidas y enamoradas. Era como si hubieran sido el uno para el otro, como si ambos hubieran esperado toda su vida para encontrarse y poder vivir su vida de ensueño como una pareja casada. Tal vez hasta tengan hijos, algún día. O tal vez se casen.
El móvil de Camille sonó con el inicio de una canción de rock, qué estaba compuesto solo por una guitarra. Ella atendió.
-Hola... Noha...- se quejó ella.
"Noha" mi frente se arrugó automáticamente, como si no pudiera ver con claridad
-Solo dime qué has hecho... Bien, pero... Bien, iremos enseguida- colgó histérica, y le dijo a Ashton-. Para en el centro comercial cerca de la residencia.
-Qué ha hecho, está vez?- "Esta vez"
-No me quiso decir- él bufo.
Por suerte estábamos cerca, y no tardamos mucho en llegar.
Noha estaba esperando en la acera, impacientemente, y al verme su rostro pasó de "Cuanto tardaron" a "Diablos! No!".
Me removi incomoda en el asiento, y él subió a la parte trasera, al lado mío.
-Me dirás que has hecho?- preguntó Camille.
-El trato era dar una larga recorrida por la ciudad- luego me miró-, y no mencionaste qué Juliet estuviera con ustedes- puse los ojos en blanco. Típico.
-Acaso tenía que hacerlo?- preguntó mi amiga molesta.
Él iba a responder, cuando el sonido de la alarma de la policía inundó nuestros oídos y el ambiente en general.
-Mierda! Arranca!- exclamó él, y Ashton pisó el acelerador, saliendo del aparcamiento.
Lamentablemente, la curva qué dio para no irse contra un negocio, hizo que yo me tiré encima de Noha a causa de la fuerza, y todo eso.
Noha sonrió, y dijo:
-Oye, si querías un acoston no tenía problema en conseguirte uno. Estoy seguro que conseguiría a alguien que pague por ti, me sería muy difícil, pero lo haría- me crucé de brazos, y abrí la boca para decirle algo, pero no sé me ocurrió nada, y eso era algo fastidioso... De todas formas, discutir con Noha era como discutir con el Diablo, o el demonio... Siempre tenía algo que acotar, y la forma en que lo decía era realmente doloroso. Eta como si él fuera un cuchillo, y yo le otro que le otorgaba el poder de estar más afilado gracias a mi.
-Ya me dices lo que has hecho, o esperamos otra era- comenta Camille.
-Encerré a mi jefa en el baño- dijo, como si fuera lo más normal del mundo encerrar a tu jefe en el baño. A tu jefe!
-Qué!- exclamó Camille. Lo bueno es que no tuve que esforzarme en decirlo yo, porque si no lo decía ella, lo iba a decir yo.
-Lo que oíste, o acaso quieres que te lo escriba?- dijo, poniendo los ojos en blanco.
-Era tu primer día, Noha!- exclama ella-. Tan solo han pasado horas desde que empezaste! Tal vez minutos! Sabes lo difícil que me resultó conseguirte trabajo? Con tus antecedentes...- dejó en suspenso la frase-. Mierda!
-Es culpa de ella- gritó furioso.
-Por qué?- me atreví a preguntar. Él me miró.
-Muñeca, no te metas donde no te llaman- mis mejillas empezaron a arder, demostrando que me había sonrojado. Quería decirle que no me llame "Muñeca", qué ese no era mi nombre, pero las palabras se negaban en salir de mi garganta.
-No puedes decirme lo que debo, y no debo hacer- le dije en un susurro. Me negaba pensar que mi voz había salido intimidada, pero así había salido.
-Si? Pues dímelo cuando no te intimide mi presencia- volví mi vista hacia la ventana.
"No me intimidas", pensé, "No lo haces."
-Por qué lo encerraste?- preguntó Ashton.
-Porque no paraba de insinuarme que quería tener sexo conmigo, y tiene 50 años- arquee mis cejas sorprendida y voltee la cabeza.
-Es mi tía- dijo Camille, ofendida.
-Y que? No me voy a acostar con ella- dijo con lo ojos cargados de enojo.
-Por qué? Solo te van las chicas de fraternidad? - pregunté, sin poder evitarlo.
Noha me lanzó cuchillos con sus ojos, y añadió:
-Acaso te pregunté? Nadie te ha hablado- bramó, y yo frunci el ceño.
-No me grites, si? Siempre andas gritándole a todo el mundo. Acaso no sabes comunicarte?- dije, levantando levemente la voz.
-Si te molesta que te grite, no me provoques- alcé las cejas sorprendida.
-Provocarte? Yo te provoco? Te enojas por cualquier cosa!- exclamé, exasperada.
-Chicos, por favor...- dijo, Camille incomoda-. Ambos son mis mejores amigos, no quiero ponerme del lado de alguno de los dos- agaché la cabeza, mientras asentia y Noha ponía los ojos en blanco.
-Es fácil ponte de mi lado. A ella apenas la conoces. Podría estar intentando acostarse con tu novio- lo fulminé con la mirada. Quién se creía que era? Por qué me trataba así? Por qué siempre sacaba lo peor de mi? Por qué?
Camille tenía razón, yo no quería ponerla en el incómodo lugar de elegir entre Noha y yo, pero como bien dije antes, no podía permanecer en el mismo lugar de Noha sin discutir. Por qué siempre sacaba lo peor de mi? Por qué?
Cerré los ojos mientras apoyaba mi cabeza en la ventanilla.
Tendría que ir a comprar ropa, de nuevo... El vestido de ayer estaba en horrible estado, y por culpa del señor qué tengo a mi lado no podría siquiera acercarme con el coche ahora mismo.
A pesar de que me haya dicho que no me meta en sus asuntos, y de una forma bastante grosera la verdad, no dejo de pensar en la verdadera razón por la que encerró a su jefe en el baño. Realmente le habrá insinuado eso?
El coche se ha vuelto en un silencio incómodo provocado por mi reciente discusión con Noha, por lo que ignoro su presencia y digo para romper aquella incómoda barrera:
-Mañana tendré una audición con unos músicos que quieren uscucharme tocar el piano. Son de la orquesta de Chicago- añado, y Camille ahoga un grito, y voltea hacia mi.
-En serio?- pregunta, de forma eufórica. Yo asiento, a pesar de que no me esté viendo.
-Menuda gilipollez!- dice Noha, y ni se molesta si lo oigo o no. Lo fulmino con la mirada.
-Sabes, Noha...- empiezo, pero recuerdo que estamos en el coche con otras personas, y que no estamos solos, por lo que cierro la boca, y miro hacia delante.
-Saber qué?- me provoca. Siento mis mejillas arder de ira, y lo vuelvo a fulminar con la mirada. A lo que lleva el día, ya me ha tratado mal y menospreciado más de cinco veces por lo menos, y parece gustarle los gritos qué nos pegamos a todo rato. Parece que le agrada la violencia casi tanto como utilizar a las mujeres.
-Nada, Noha- murmuro fastidiada ante su tono de reproche.
-No, ahora me dices- pongo los ojos en blanco. Decidí ignorar su exigencia.
-Cuál música escuchas?- pregunté, curiosa e intentado evitar el tema.
Por un momento veo en sus ojos el destello de la confusión, pero enseguida se recupera, y dice:
-A ti qué más te da?- pongo los ojos en blanco.
-Te gusta el rock, el jazz, el blues...- empiezo a enumerar gustos musicales que sé que no le gustarían excepto el rock.
-No te lo diré- dice, malhumorado.
Suspiro, y vuelvo la vista hacia la ventanilla. Al menos a dejado de pincharme con lo que iba a decir.
-Vamos, quiero saber!- dije, suplicante. Me he hecho entrar curiosidad yo sola. Debería haber un premio para eso.
Noha bufó.
-Heavy Metal y todos sus derivados- murmuró a regañadientes.
-Y...
-Corta ese rollo- me interrumpió Noha, con tono amenazante. Asentí lentamente, y miré la ventana.
Yo solo quería saber más de él...
No parece tan mala persona, a pesar de sus tatuajes y demás cosas sé que no lo es. En todas las personas hay luz, solo que en algunas aún hay que encontrar el interruptor que enciende la lámpara. Un claro ejemplo es Noha. Seguro que en realidad es una buena persona, estoy completamente segura que es así. Sino cómo explicas que... Bueno, esa vez que... Está bien, ahora no lo recuerdo pero hay muchas razones para creer eso de él. Muchas.
Luego de unos quince minutos de silencio volví a hablar:
-Podrías detenerte en el centro comercial?- le pregunto a Ashton-. Tengo que comprarme algo elegante para...
-Pero te has comprado ropa ayer!- exclamó, exasperado, Noha. Yo lo miré y negué con la cabeza.
-No, esa ropa era para Camille. Por ser tan buena persona conmigo- respondo.
-Es decir que te he acompañado para nada?- pregunta, molesto.
-Yo no te he pedido que me acompañes- le recuerdo-. Podrías haberte largado en cuanto hayamos dejado de su discutir, pero tu te quisiste quedar.
-Claro, porque siempre que me acerco a ti me gano más dinero que trabajando para un imbécil- responde, y yo abro la boca sorprendida ante sus palabras. No pudo haber dicho eso. No pudo... Diablos! Ese nudo de nuevo!
-Qué necesidad tienes de acercarte a mi cada vez si me lastimas?- dije avergonzada por mi pequeña confusión.
Estaba molesta era obvio que estaba molesta, si lo único que hacía siempre era discutir con él, y lo peor es que no puedo alejarme de Noha, porque siempre aparece en la habitación ya que es amigo de Camille.
No puedo creer que hace unos segundos haya pensado que Noha no era un caso perdido, seguramente era su perfume.
El coche se detuvo una cuadra antes de llegar al centro comercial en el cual trabajaba Noha. Me preguntaba de qué trabaja, ya que no lo veo en ningún puesto... A excepción de ejemplo como delincuente, y no creo que haya un trabajo para eso aunque definitivamente ese lugar sería de Noha. De él y la mayoría de sus amigos.
Es interesante cómo un nombre tan dulce y melodioso, acabó en un persona como él. Definitivamente tendría que buscar ese significado, ya que estaba segura que él no me lo diría... Muy probablemente siquiera sabe que los nombres tienen significados.
-Y bien?- preguntó Noha-. Baja, no? O esperas una invitación?- puse los ojos en blanco, y abrí la puerta bajándome del coche.
"Había olvidado cuánto te molestaba mi presencia", quise decir, pero lo que realmente salió fue:
-Nos vemos luego Camille y gracias por traerme- ella asintió-. Realmente te favorece ese color de cabello.
-Gracias- respondió, y su móvil volvió a sonar, por lo que dejaron el lugar estacionado atrás.
En cuanto entré al centro comercial, unas patrullas y policías estaban adentro revisando el lugar. Acaso no sabían que Noha ya no estaba? Nadie se dio cuenta que él había escapado?
Había una mujer siendo entrevistada por un policía. Supuse que era la jefa, ya que dijo:
-Ese muchacho tiene que aprender a controlar su irá. Rompió mi oficina completa- "Eso hizo?", pensé. "Y tú no lo has encerrado como un perro en su jaula?"
-¿Cómo ha dicho que se llamaba?- preguntó
-Noha- respondió, indignada.
-¿Y por qué cree usted ha hecho eso?- ella se encogió de hombros.
-No lo sé. Estaba furioso y gritaba el nombre de una chica, llamándola de todo y diciendo que él era un imbécil, y tiene razón, lo es.
-Noha, no es un imbécil- me apresuré a decir sin poder controlarme. Por qué había dicho eso? Cuántas veces había pensado lo mismo que esta señora y ahora lo defendía. Tantas que ya perdí la cuenta... Acaso hubo marcador? No me entiendo.
El policía que tomaba declaración se volteó hacia mi y me preguntó:
-Usted lo conoce?- En qué me había metido?
-Sí, lo conozco- dije, convencida de ello-. Bueno, eso creo. De qué Noha estamos hablando?- pregunté, fingiendo no saber de quién hablaban.
-Es alto, repleto de tatuajes, un piercing en el labio, ojos grises- negué con la cabeza.
-No, lo siento- dije de forma atropellada-. Mi Noha tiene mi altura y ojos verdes. Lamento haberme confundido- dije, y salí casi corriendo de allí.
Odiaba mentirle a la gente, pero prefería eso antes de que me llevaran a la comisaría o me obligaran a confesarle dónde se encontraba él en este momento?
"No lo sé" respondí, "Paseando por la ciudad y evitando este lugar. Tal vez esté en la fraternidad festejando su pelea con el jefe junto a Red"
Negué con la cabeza. No debo pensar así de él, ni de ella, ni de nadie. Bueno tal vez pueda pensar eso de Red... No en absoluto. Ella es una buena persona, todos lo son, incluso las personas que no lo parecen lo son.

Hola. Lo sé, me tardé años en subirlo, pero tengo unos problemas y además la escuela y eso. Tengo justificación y es demasiado válida.
Cómo sea, capítulo corto respecto al resto por lo que acepto si sus comentarios no son tantos o si nadie comenta.
Voten si les gusto y les mando un beso sensualon como yo sé hacerlo, nos vemos en el próximo capítulo. Jadios!

Volviendo el tiempo atrás {EDITANDO} #WATTYS2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora