No sé qué era peor: el hecho de que No ha vaya a ver a Red luego de discutir conmigo o que papá me envíe un mensaje para hablar de algo urgente. Temía que critique a mi novio con razones. Era consciente de que, a pesar de que hiciera su mejor esfuerzo, no parecía tan sobrio, y papá podía adivinar muy fácilmente cuando una persona iba ebria y cuando no. Durante mis "vacaciones" en Alemania fue una de las primeras cosas que aprendí de él. Además, su actitud no es tan buena, se podría decir que no lo era para nada, es decir, ¿Qué clase de persona le rompe el móvil a una adolescente sólo por parecerse a Travis? De todas formas, hay una diferencia entre Través y Noha: cuando Travis se enamoró de Abby él era una persona nueva, ¿pero Noha? Él sigue siendo el mismo de siempre con esa casas pausas de felicidad que rozan la amabilidad.
Cuando me acerqué al lugar donde habíamos acordado con papá noté su semblante serio. En ese momento comprendí que había dos opciones: 1) el tema era Noha y su actitud, y 2) el tema sería acerca de lo que ocurrió con Grace. No quería discutir con él, ¿sería muy difícil huír? Sería demasiado tarde, ya que sus ojos color miel se encontraron con los míos.
"Aquí vamos", pensé mientras avanzaba hacia el interior del café. El nombre de la misma es muy irónico: Sweet Price. El precio no es tan dulce si un café cuesta más de 30 dólares. Es un café para ricos, de esa clase de cafés que me gustaba frecuentar para presumir la clase de familia que tenía. A pesar de los elevados precios, no todos los cafés son iguales. La mayoría tienen bebidas de muy mala calidad y, si bien el ambiente parece pintoresco, es mejor un café en la esquina de un barrio para pobres.
-¡Hey!- dije acercándome a la mesa que tenía reservada. Me senté en frente suyo dejando mi bolso a un lado. El lugar parecía bastante sofisticado, lamentaba no haberme puesto algo acorde a la situación.
Papá sonrió al ver mi atuendo. Me había cambiado de ropa antes de venir ya que, a pesar de tener 18 años, sigo siendo torpe. Es decir, tengo piernas largas y eso, aparentemente le gusta a los chicos, pero a veces soy alguien torpe. Es decir, ¡soy como Bambie! He tenido varios moratones y heridas porque no controlo mis brazos y mis piernas aparentemente largas.
Me he desviado del tema. Como decía, he tenido que cambiar mi atuendo, ya que al caerme, además de que empiece emanar sangre de mis rodillas a través de una herida, rompí mi jean preferido.-Ese atuendo me parece familiar- dijo papá con una pícara sonrisa y con razón, llevaba la mismas prendas que las que usé cuando lo encontré por primera vez. Es decir, no era la misma playera ya que en ese entonces usé un corset negro, pero el jean ajustado negro y la chaqueta de cuero sí eran los mismos.
Sonreí con nostalgia.
-Sí, es increíble que mantenga la misma estatura que desde ese entonces- bromee aún nerviosa. Me había citado para hablar de algo urgente, no de ropa.
-Con tacos drag queen podrías medir mucho más que eso- sonreí aceptando su consejo. Esos tacos no los uso desde que estoy en Alemania. Tiré todos los pares excepto unos cuya plataforma es transparente.
-No creo que mi estilo concuerde con esos tacos- estaba muy convencida de ello. No sabía muy bien qué clase de estilo tenía. Supongo que era dulce, pero había veces que solía vestir como antes. Sin temer a mostrar mi cuerpo. Es decir, la ropa es un medio de comunicación que nos tiene que hacer sentir bien con nosotros mismos y a veces incluso puede ser un viaje al pasado.
-No, pero puedes renovarlo y ser más alta, o seguir teniendo este estilo y vestir la ropa de hace años- notaba en su tono de voz algo de broma. ¿Acaso estaba de acuerdo con que yo vuelva a usar corset, salga prácticamente con sólo lencería y me vista de forma... provocativa? Él fue el que me dijo que lo que yo usaba no era un estilo, sino que parecía una puta reprimida. No suele usar esas palabras, pero en ese momento estaba molesto conmigo, no era su culpa.
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Volviendo el tiempo atrás {EDITANDO} #WATTYS2018
Teen FictionLuego de tres meses de aislamiento completo en Alemania, Juliet Stonem regresa a Estados Unidos con una actitud completamente distinta. Ha dejado de ser la niña de 15 años que se embriagaba todos los días para convertirse en alguien responsable. Jul...