Me recompuse inmediatamente sentándome en la cama con las sábanas cubriendo mi cuerpo, mientras Noha desenredaba su pie del mío y se levantaba. Parecía que el tiempo se había detenido, mientras la mirada culposa de Camille nos recorría a ambos.
-¿Qué sucede, amor?- preguntó Ashton al entrar. Al mirarnos se quedó pasmado. ¿Y quién no lo estaría? Nadie se hubiera imaginado que yo acabaría durmiendo junto a él. Si pudiera viajar en el tiempo a unos meses atrás para decirme que el primero de Enero ocurriría... esto, probablemente no me creería. E iría a un psicólogo por haberme visto a mi misma.
En silencio Noha acabó de vestirse y murmuró un:
-Nos vemos después- que pasó desapercibido a los oídos de los novios, pero no para mi. De cierta forma me alegraba que me quiera ver, significaba que a pesar de las discusiones le agradaba mi compañía, pero no quería que se vaya. Si se iba, el interrogatorio acabaría siendo sólo para mí, y yo necesito de las respuestas irónicas y groseras de ese chico.
Antes de que su cuerpo atraviese la puerta, la mano de Camille lo detuvo apoyándola en sus firmes pectorales. Me sonrojé al pensar en él de esa forma.
-¿Dónde crees que vas?- le preguntó en tono amenazante. Realmente daba miedo Camille enfadada.
Nota mental: no hacer enojar a Camille nunca. Ni bromeando.
-Ashton, te veo luego- le dijo ella manteniendo la mirada fija en Noha. No sé qué cara estaba poniendo él, puesto que estaba de espalda a mí, pero por la forma en que aprieta sus puños estoy segura que está enojado.
Él pretendía abandonarme frente la horda de preguntas que Camille seguro me haría, realmente debía agradecerle. Lo haría cuando las aguas estén calmadas.
Noha volteó y empezó a caminar hasta la ventana. Se la quedó mirando de brazos cruzados con una mirada de pura rabia. Se lo notaba enojado, y cuando miró para este lado yo voltee la cabeza como si nada.
No es una actitud muy madura de mi parte, de hecho parecía de preparatoria, pero si me pillaba observándolo, os juro que no salgo viva de esta.
Oí cómo los lápices caían y rodaban fuera de mi lapicero, voltee la cabeza encontrándome con Noha prendiendo un cigarro dentro de mi habitación. Él dio una calada tan profunda que casi mitad cigarro fue consumido en tan sólo segundos. Tiró las cenizas de forma despreocupada y, si bien se veía sexy, a la vez quería reprenderlo por haber arrojado las cenizas del cigarro en mi lapicero.
-Me explican ahora mismo lo que está sucediendo- mordí mi labio-. ¿Por qué tú- miró a Noha- estabas durmiendo con ella?- Me señaló con la cabeza y yo me sentí intimidada.
No era la primera vez que me pasaba eso, pero nunca había sucedido frente a Camille. Siquiera cuando me golpeó por besar a Ashton me sentí tan mal conmigo misma. Por alguna razón sentía culpa, y por alguna otra razón no quería que ella sepa qué había ocurrido. Por lo que empecé a buscar una excusa creíble.
-Tuvimos sexo- dijo Noha de forma simple. Lo fulminé con la mirada de forma inmediata, imaginando su muerte. Pero luego volví a sentirme culpable por habérmelo imaginado muerto, así que preferí dejarlo así.
-¿Es eso cierto?- Me preguntó ella a mi. Me sonrojé aún más, si es que eso era posible y ladee la cabeza. Estaba frustrada, no quería admitirlo frente a ella. Creo que con quién tienes relaciones es algo privado, siquiera se lo tienes que decir a tus amigos más cercanos, pero tampoco iba a hacer figurar a Noha como un mentiroso.
-Sí- murmuré lo suficientemente alto como para que ambos me escuchen. Tampoco es como que no se me iba a escuchar estando todos en puro silencio.
-¿Ya puedo irme?- preguntó él. ¿Me iba a dejar sola? ¿Y qué si empezaba a hacerme las millones de preguntas que seguramente haría? No podía permitir que se vaya, pero mi boca estaba hecha un nudo y yo un manojo de nervios.
Camille asintió una sola vez de forma tranquila. Su enojo se había esfumado como por arte de magia, y lo había reemplazado con felicidad, supongo. Aunque realmente no comprendía porqué estaría ella tan furiosa conmigo y con él.
Noha empezó a caminar hacia afuera. Su paso era tranquilo y, por alguna razón, tenía esa necesidad de rogarle que se quede. Sabía que no tenía nada que ver con las preguntas, ya que sino lo habría retenido a él también... Pero lo necesitaba.
Me miró y puso los ojos en blanco. Algo me decía que ya el Noha de antes había regresado.
-Adiós, pringada- dijo antes de abandonar la habitación.
¿Me lo decía a mi? Definitivamente había vuelto a ser el de antes. ¿Por qué? Siquiera habían pasado segundos y ya quería pedirle un explicación acerca de su actitud. De hecho, ya que estaba, quería pedirle una explicación acerca de todo y preguntarle el porqué del tatuaje del cuervo en su pectoral izquierdo, o la razón por la que es tan maleducado conmigo junto a sus amigos y a solas es tan... perfectamente imperfecto. Estoy jodida. Estoy jodida por el simple hecho de estar enamorada de un demonio como él.
Oí a Camille aclarandose la garganta desde su cama. Ella estaba tirada sobre ella panza abajo cual amiga floja. Levantó ambas cejas de forma consecutiva varias veces provocando que una sonrisa asome de mis labios.
-Por fin, mujer- grito ella, divertida y eufórica a la vez-. Por fin te acuestas con ese hombre. Ya estaba cansada de shipearlos y que no sucediera nada- fruncí el ceño también divertida.
Mi amiga es de lo más impredecible, debe ser por eso que está estudiando actuación, y también esa sea una de las razones por las que la extrañé tanto.
-Oye- de forma torpe y agarrando su cabello con su propio codo, puso una mano detrás de su oreja para mirarme de lado-, hoy saldré con mamá- me miró seriamente-. Iré a visitar a mi tía- me explicó y yo asentí-. ¿Puedes ir a buscar a Toby y cuidarlo hasta que lleguemos?- la miré con cara de "No jodas". Ella se puso en posición de indio-. Sé que te hace bromas continuamente, pero ¡Eres blanco fácil!- levanté las cejas-. Si yo estuviera en tercero de secundaria y te conociera, también te haría bromas- me crucé de brazos y ella levantó sus brazos a la defensiva-. Oye, no lo digo yo, lo dice la Biblia- puse los ojos en blanco-. ¿Y bien?
-De acuerdo- accedí-, pero si me hace una broma física se lo llevo a Red- ella rió-. Lo digo en serio- levantó las manos nuevamente.
(...)
Me encontraba fuera de la secundaria de Toby esperando a que toque la campana y los niños salgan corriendo de aquel lugar. Todos odian ir a la escuela, incluyéndome en ciertas etapas de mi vida, y es por eso que siempre amamos estar en nuestras casas.
La puerta de entrada se abrió dejando salir a una masa enorme de chicos que caminaban con paciencia hablando unos con otros. Se podía reconocer fácilmente quién era el popular y quién no gracias a su ropa y las miradas que se dirigían entre todos.
Como la última vez que vine, los chicos más grandes me dirigían miradas furtivas llenas de deseo, lo cual me hacía sentir incómoda. Es decir, ¿a quién le gustaría que unos adolescentes cuatro años menores a ti, aproximadamente, te heche un ojo?
Recorrí con la mirada la multitud juvenil hasta dar con un grupo de adolescentes riendo mientras me miraban. Uno de ellos era Toby, el cual no parecía querer participar de la conversación.
No quería ser pesada, por lo que me quedé de pie en la acera esperando a que se decida en venir. No tardó mucho. Se despidió con sus amigos con el clásico saludo de choque-y-puño, y empezó a avanzar hacia mi.
-Hola- me saludó él cuando estuvo finalmente frente a mi. Yo le sonreí y tomé su mochila de DC negra cargandola en mi espalda. No pesaba mucho, pero me gustaba usar mochila y me gustaba aún más que me dejen cargarles las mochilas a los demás.
-¿Te estaban molestando?- le pregunto refiriéndome a su grupo de amigos. Él negó con la cabeza.
-No, sólo estaban fantaseando cada uno de ellos sobre lo que te harían si fueras su novia- me sonrojé sorprendida por sus palabras. Había olvidado que entre su cerebro y su boca no había ningún filtro.
-Mm... Bien- susurré incómoda por el inicio de conversación que teníamos y empezamos a caminar hacia la residencia donde se quedaría hasta que Camille y su madre lleguen.
-¿Tu novio te ha dejado plantada y por eso vienes a buscarme?- me preguntó con una sonrisa burlona. Yo sonreí y puse los ojos en blanco ante su sarcástica respuesta.
-Tú mamá y tu hermana no podían venirte a buscar, ya que salieron. Así que te quedaras conmigo para que te cuide- él bufó-. ¿Qué esperabas? ¿Que te dejen sólo?- Me miró con ojos de cachorro-. No lo harían luego de que casi prendieras fuego la cocina con uno de tus raros experimentos- él rió como di hubiera dicho el chiste más gracioso de todos los tiempos.
-Vaya tiempos- se limpió la lágrima imaginaria con rostro nostálgico.
Ni a Camille ni a su madre le había hecho tanta gracia que casi queme su cocina, pero decidí no discutir y cambiar de tema.
-¿Cómo te ha ido en la escuela hoy? ¿Algún loco profesor te ha puesto una mala nota?- Toby rió y negó con la cabeza. Amaba usar ese tipo de expresiones frente a él, ya que no había ningún Noha juzgandome por hacerlo.
-No, pero con D casi hicimos explotar una rana- volvió a reír y yo fruncí el ceño. No quería ser grosera con él, ni tampoco era la madre para regañarlo, por lo que fingí ser uno de sus amigos y preguntarle:
-¿Cómo hiciste?- se encogió de hombros como si no fuera nada. Como si no haya estado a punto de explotar una rana. ¿Acaso será hereditario el humor y las bromas?
-Le pusimos no recuerdo qué a su estómago, luego lo cocimos y empezamos a agitarlo con fuerza- volvió a reír-. La panza de la rana empezó a hincharse y casi explota- puso una mueca-. Eso hubiera ocurrido si no fuera porque el profesor dijo que era algo demasiado peligrosos para lograr, pero que le gustaba mi incentivo por querer experimentar, aunque tuvo que llevarme a dirección por haber puesto en peligro a mis compañeros y, bueno, tuvo que venir mi madre y bla bla bla- puso los ojos en blanco-. Ya sabes, lo de siempre.
Aún no comprendía cómo podía caber tanta creatividad en una cabeza de un niño de 14 años de edad.
-Eres igual de tremendo que tu hermana- él puso una mueca de horror y me miró.
-No me compares con una chica- reí, mientras que el pequeño negaba con al cabeza con falsa desaprobación.
-De todas formas, Brad Pitt- bromee recordando aquella vez que me dijo que lo confundían con ese famoso actor-. ¿Qué otra fan loca se te ha abalanzado hoy?- él rió.
-Varias- se encogió de hombros-. Pero tuve que decirle la verdad, es decir que no mi único amor es el mar- dijo citando aquella famosa frase de Jack Sparrow. Sonreí sabiendo lo que quería decir en realidad.
-¿Maratón de Los Piratas del Caribe?- pregunté.
-Por supuesto- cruzamos la calle camino a la residencia, la cual se situaba en la esquina.
-Pero antes la tarea- respondí como todo adulto responsable que soy... O al menos que intento ser.
Él bufó.
-Oye, ¿cómo pretendes llegar a cumplir tus sueños sin acabar por lo menos el secundario?- pregunté de forma dulce. Él se encogió de hombros como si fuera para tan poco.
-Puedo prostituirme- abrí los ojos grandes y lo miré. La indiferencia al decir aquello se notaba de aquí a Marte-, o ser actor porno- el horror en mi cara aumentó al oír aquello último.
¿Aquellos eran sus planes a futuro? Por alguna razón se me ocurre que el de la día fue Noha, pero dudo que sepa quién es Toby y dudo que le importe conocerlo. Apenas puede soportar a sus sobrinas...
-Tienes que juntarte menos con Noha y sus amigos- le dije meneando la cabeza de un lado al otro. Vaya chicos. Yo a su edad, no pensaba en sexo... Bueno, sí, pero era otra situación. Él no es la cara buena del negocio.
-¿Quién es Noha?- preguntó extrañado. Fruncí el ceño. El sólo hecho de que haber oído su nombre produjo que mis tripas se renuevan nerviosas. ¿Y él cómo sabe quién es él? ¿Será que tiene telepatía o algo similar? Que va, eso no existe-. ¿Acaso es tu novio?- puse los ojos en blanco.
-No todo en la vida es amor- le dije, sintiéndome mal por contradecir mi propia opinión de cómo veo la vida-, y no, no es mi novio.
Llegamos a la residencia y entramos. Poco a poco ésta se estaba poblando de los alumnos que estaban antes de las vacaciones, o llegando nuevos rostros algunos nerviosos y otros no tanto. Me gustaría poder conocer a alguien que logre sacarme de la cabeza a Noha, él es un sueño frustrado. Dudo que pueda llegar a hacer amigos con tanto alboroto en mi cabeza.
Subimos al ascensor y yo suspiré tirando mi cabeza hacia atrás. Estaba cansada, no tuve el mejor despertar del mundo. Entre los gritos de Camille, el hecho de que Noha se comporte distinto cuando está con sus amigos y el estrés que me produce aquello acabaré más muerta que de costumbre.
-Aún así no me has respondido- fruncí el ceño y las puertas se abrieron dejándonos pasar. Él camino deteniéndose en frente de la puerta de la habitación.
-¿A qué?- pregunté sacando la solares y destrabando la puerta para entrar.
-De si Noha era tu novio- negué con la cabeza y él bufa-. Venga, sólo se lo dices a mi hermana. Nosotros también somos amigos.
-Toby- le digo de forma dulce-. Noha no es mi novio y nunca lo será. Él es demasiado orgulloso y no podría sostener una relación por su actitud inmadura- me encogí de hombros y abrí la puerta pasando de forma despreocupada. Decir eso en voz alta había ayudado a sentirme una mujer más independiente y sin preocupación de un chico como el.
Noha, ¿quién lo conoce?, pensé en un intento de despreocupación.
-¿Pero te gusta?- puse los ojos en blanco tirando la mochila en mi cama-. Está bien- se aclaró la garganta y empezó a imitar a alguien con una voz muy chillona-. ¿Te gusta? ¿Hace cuanto salen? ¿Tiene buen culo?- fruncí el ceño desconcertada por aquello último-. ¿Qué?- preguntó a la defensiva-. Estaba imitando a mi hermana- negué con la cabeza.
-Ya deja de preguntar sobre él. Ahora tienes que hacer tarea- él sonrió. Conocía esa sonrisa. Era encantadora, pero sabía que no me tenía que engañar.
Él hizo una broma.
-Con que me hagas una broma te irás con Red- lo amenazo. Él gruñó molesto.
-No, con ella. Por favor- suplicó-. Me hace acomodar su habitación, pintarle las uñas y masajearle los pies. Eso si está de buen humor- sonreí. No porque le moleste Red casi tanto como a mi, sino porque no era la única que odiaba su presencia. De hecho, el mero que hecho de que haya nacido fue un accidente.
-Entonces comportate como debes y no te irás con Red- él agachó la cabeza.
-Bien- respondió y yo tuve que reprimir mis ganas de saltar de la felicidad por haber impuesto autoridad-. Dame la mochila- me descolgué la mochila de los hombros y se los di.
Con paso abatido caminó hasta la ventana, la cual abrió dejando pasar una brisa fresca de aire frío. Me alegro haber puesto la calefacción antes de irme, ya que ahora estamos templados. Luego de eso, abrió su mochila y un polvo blanco salió de adentro como si estuviera impulsado por un propulsor o algo similar.
Volvió hasta donde estaba yo. Realmente no sé cómo se las ingenia para inventar todas estas cosas, y tener desaprobado física. Eso sí que es ironía.
(...)
Cuando tuve las palomitas de maíz hechas, subí nuevamente a la habitación. En el trayecto iba comiendo puñado tras puñado dejando que el sabor se disuelva en mi boca como hielo.
Cuando finalmente llegué a la puerta de mi habitación, el ascensor se abrió dejando pasar a Noha. En cuanto lo vi, desarrollé un odio repentino por haberme humillado de tal forma frente a Camille, por lo que ignoré la forma en que me miraba e intenté abrir la puerta.
Genial. Toby había trabado la puerta con las llaves que me dejé adentro. Pude olfatear el olor a menta que se desprendía de Noha, lo cual significaba que estaba cerca mío. Cuando levanté la cabeza, noté que, de hecho, estaba al lado mío.
No quería estar aquí afuera con él, quería estar adentro viendo la película.
-Toby!- grito, enfadada-. Toby, abre la puerta- apoyo la oreja en la puerta y oigo mi parte favorita de la película. Frunzo el ceño y me despego de la puerta-. Te estás metiendo en muchos problemas.
Sobretodo porque me está dejando afuera con Noha, el cual está apoyado en la pared al lado mío con la cabeza hechada hacia atrás y los ojos cerrados. Me lo quedé viendo un rato notando lo tranquilo que se veía. No, no puedo volver a caer ante él. Tengo que ser más fuerte.
Volteo la cabeza y aporreo la puerta esta vez con más fuerza sintiendo el fuerte impacto en mi piel. Duele, pero lo soporto. No me mostraré débil ante Noha.
La puerta de al lado se abre, y Red aparece con su típica pinta de "Soy puta y lo disfruto".
-¿Qué coño ocurre aquí?- preguntó fastidiada. Si ella está así no se quiere imaginar cómo estoy yo. Además, ¿por qué está ella fastidiada? Soy yo la que está afuera de mi habitación con un niño de 14 años que no quiere abrirme la puerta.
-Toby no quiere abrirme la puerta- respondo. Y ella resopla.
-Maldito niño- dice ella mientras se aproxima hacia mi. Me aparto de la puerta y ella se queda parada en frente de ella-. Tobias- grita-. Abre ya la maldita puerta o te la verás conmigo- el tono de autoridad que emplea hace que me estremezca, sobretodo porque estoy al lado suyo.
Ni bien dijo eso, la puerta fue desbloqueada. Será cierto que Toby le tiene miedo a Red, Camille no mentía cuando me lo dijo. Yo opté por no creerle hasta que lo viera con mis propios ojos, y ahora pude presenciarlo.
-Gracias- murmuro enfadada, ya que requerí de la ayuda de ella para abrir mi puerta.
Abrí la puerta por completo y recorrí la habitación por completo hasta dar con el pequeño. Él estaba sentado en mi cama con una sonrisa de niño bueno, lo cual era totalmente falso. Él no era bueno, él era un pequeño diablillo. Aunque no se compara con el sufrimiento que me produce Noha, puesto que él me hace sufrir de forma sentimental, mientras que Toby sólo me hace bromas. Pero aún así.
-Tobias- digo de brazos cruzados-. Te vas ahora mismo con Red- él resopla.
-¿Qué?- Se queja-. Pero sólo no quise abrirte la puerta.
-¿Quién sabe? Tal vez se estaba haciendo una paja y por eso no te quería abrir- comenta Noha. No abrió la boca desde que llegó, y lo único que dice es ni más ni menos que una mera estupidez.
Lo miro incrédula y pongo los ojos en blanco.
-No quiero ir con Red- me dice con autoritarismo Toby. ¿Autoritarismo? ¿Él? Tan sólo tiene 14 años, no puede decirme qué hacer-. La odio- intento mantenerme lo más seria posible al oír aquello, a pesar de que quiera ir y apretarle las mejillas por aquellas palabras que, para mi, sonaron como un halago.
-Sí, pues el odio es mutuo. ¿Por qué crees que me acomodas el cuarto, me haces masajes en los pies y demás cosas?- miro a Red la cual mira a Toby con una chispa de molestia, como si fuera una especie de cucaracha.
-Red- le susurro, amablemente para que no siga. Ella pone los ojos en blanco, pero hace silencio.
Miro a Toby.
-Te irás con Noha- Toby se encoge de hombros, mientras que Noha refunfuña.
-Genial, con el niño cuyo nombre es de perro- lo fulmino con la mirada y él pone los ojos en blanco.
-Tú tampoco tienes el mejor nombre. Noha es nombre de niño pillo- responde Toby.
-Basta- digo-. Ambos déjenlo estar- los muros de forma alternativa y luego me lo quedo viendo a el niño.
Yo tampoco querría irme con Noha. Él es una molestia a veces, y dudo que le agraden mucho los niños a pesar de tener dos sobrinas y una de ellas de la misma edad, aproximadamente. Pero yo no puedo seguir soportando sus caprichos y Red tampoco lo quiere. ¿Por qué siempre hacen las cosas más complicadas que de costumbre?
Suspiro. No puedo seguir soportando a Toby o mi cabeza estallará, diría que literalmente. Me masajeo las sienes y digo:
-Toby te vas con Noha, no hay protestas- camino hacia dentro de la habitación seguida de Noha quien no paraba de gritarme, mientras que el niño cogía sus cosas para marcharse con él.
-¿Quién coño te crees que eres decidir que voy a cuidar a un puto crío?- me volteo hacia él de forma inmediata provocando que casi caiga al suelo.
-Deja de gritarme. Se va contigo porque yo he pasado toda una tarde con él y siento que me va a estallar la cabeza, así que te agradecería que dejaras de gritarme por favor- mi tono es normal. Me sorprende no haberle gritado todo eso, pero es que, la verdad, no quiero seguir lidiando con él.
Él bufó.
-Venga, por favor, Juliet. No soporto la compañía de Mónica y Adele, ¿Y pretendes que cuide a un crío como ese pringado?- lo fulmino con la mirada.
-No es ningún pringado, y respetalo porque es más listo que tú- Toby se me acerca para despedirse. Le doy un beso en la mejilla y le digo-. Espera con Red que tengo que arreglar unas cosas con Noha- él pone los ojos en blanco.
-Te esperaré afuera, pero con Red yo no me quedo- dicho eso empieza a caminar con calma como si en sus manos tuviera el tiempo del mundo. Es sólo un niño, pero a pesar de hacer broma tras broma es realmente listo. A pesar de que desapruebe física.
En cuanto se cerró la puerta supe que la guerra había empezado.
-¿Qué narices quieres?- grité-. ¿No te alcanzó con humillar me hoy a la mañana?- él sonrió.
-¿Te refieres a cuando le dije a Camille que tuvimos sexo? Tarde o temprano lo descubriría, ¿no?- negué con la cabeza desaprobando aquello.
-No, se supone que eso se quedaba entre tú y yo. Nadie más. Yo no soy una de tus amigas con derecho a rose- él levanta ambas cejas y yo intento comportarme lo más madura y responsable posible.
-¿Te refieres a que no somos follamigos?- soltó una carcajada-. Venga, como si no te corrieras cuando yo estoy dentro tuyo. Además, ¿somos novios? Que yo sepa no. ¿Tenemos sexo? Pues claro. ¿Te pago por ello? No, no eres una prostituta. Por lo que sí, eres mi amiga con derecho a rose- pone los ojos en blanco-. No era tan difícil de captar, ¿o si?- cerré los ojos intentando calmarme. Paz interior, Juliet. Es todo lo que necesitas. Es todo lo que necesito, pero con Noha en frente muy era muy poco probable que aquello suceda.
-No lo soy. Vete que quiero estar sola- él se cruzó de brazos.
-No- esa simple respuesta hizo que aquel nervio de la amabilidad explotara.
-¿Qué como quieres de mi, Noha?- grité-.¿Que esté orgullosa porque hayamos follado en dos ocasiones? Pues no lo estoy- grité, exasperada-. Ya dejame en paz de una vez. Has conseguido lo que querías, ¿no? Ahora puedes irte- él negó con la cabeza.
-No, no entiendes una mierda- rió fríamente-. Yo me voy cuando quiero- dio un paso hacia mi y por inercia di uno hacia atrás.
-No te me acerques- dije con los dientes apretados-. Ya me has hecho sentir como una mierda, ese era el propósito de tu visita. Ahora vuelve a enterrarte entre las piernas de una guarra- él negó con la cabeza desilusionado.
-No vine para hacerte sentir así- dijo a la defensiva. ¿Cómo era posible que él esté a la defensiva con lo que había provocado en mi?
-¿Y a qué viniste entonces?- pregunté intentando calmarme. Inspira, expira, inspira, expira.
-Es que yo- se pasó la mano por el cabello-. Sé que no nos llevamos bien, pero- fruncí el ceño-. Déjalo así. Sólo... no eres ninguna mierda y, pues, nos vemos- inmediatamente luego de eso abre la puerta y se va.
Yo... No sé qué ha ocurrido aquí. Se ha marchado y, si bien no lo conozco de todo, lo conoce lo suficiente como para saber que eso no era lo que iba a decirme. ¿Que no soy una mierda? Venga, hombre, hasta yo invento mejores excusas. La incertidumbre de saber qué iba a decirme provoca que no pueda concentrarme en nada de lo que hago. Es como si él se hubiera llevado no sólo mi corazón, sino también mi mente y pensamientos, y por alguna razón, algo me dice que el hecho de que no me ha dicho lo que debía decirme me traerá problemas.Hello, it's mua. Yeah, my nigga. Está Bitch ha vuelto. Bueno, este capítulo lo tenía planeado hace bastante. No pude publicar porque, bueno, estuve castigada durante un tiempo así que no pude y ya.
Mm... Los dejo porque ni yo sé qué decirles. Nos vemos, mis gatos. ÑAJDLABSKAJ
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Volviendo el tiempo atrás {EDITANDO} #WATTYS2018
Подростковая литератураLuego de tres meses de aislamiento completo en Alemania, Juliet Stonem regresa a Estados Unidos con una actitud completamente distinta. Ha dejado de ser la niña de 15 años que se embriagaba todos los días para convertirse en alguien responsable. Jul...