29. ¡Sorpresa!

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Hoy es 31 de Diciembre. Pareciera tan sólo unos días cuando entraba por las puertas de mi habitación con una maleta sorprendida por el tatuaje del fénix de Camille. Y es que el tiempo ha pasado tan rápido que no me he percatado de que ya estamos a 31 de Diciembre, prácticamente año nuevo. Nunca fui una chica que cree en lo de "Año nuevo, comienzo nuevo". En eso, debí salir a mi madre. Siempre tan escéptica hasta para amar. Y, lo cierto es que, desde niña nunca me lo creí. Veía a mis primas, amigos y familiares emocionarse porque sea año nuevo pero no yo. A mi me gustaba coleccionar stickers de modelos. Otra cosa que heredé de mi familia, al parecer. Bueno, de hecho siempre he sido bastante distinta de él resto de la familia, aunque haya parecido un calco de ellos me negaba a aprender y participar del acto de matar, o robar, o amenazar. Y la única vez que intentaron llevarme a una de las prácticas de autodefensa acabé llorando y con un brazo roto, por lo que decidieron que la mafia no era lo mío y que mi trabajo en el negocio familiar sería ser la cara bonita de él. Y no sólo me refiero a que me ofrecían por dinero, sino que tenía que participar de las reuniones de papá seduciendo a las víctimas para que acepten sus tratos. Al inicio me divertía haciéndolo, me gustaba aprender acerca del juego de la seducción, y... ¿Cómo es que he ido de pensar en año nuevo hasta cuando tenía sexo con desconocidos?
Como sea, el punto es que he perdido tanto tiempo en la universidad, intentando hacer nuevos amigos y acercándome a ellos que no me he dado tiempo a mi misma, por lo que acabo de llegar a la residencia, luego de irme a una peluquería donde me fui a arreglar el cabello.
Lamentablemente, la peluquería a la que concurría habitualmente estaba cerrada, por lo que tuve que conformarme con una que estaba por ahí. Tuve muy buena atención, pero, ya saben, hablar con  el peluquero de toda la vida funciona como un psicólogo.
Como dije antes, el año nuevo está estigmatizado. Estamos viviendo en un mundo donde esperamos el 1 de Enero para proponernos cosas y recibir "nuevas" decepciones de parte de las mismas personas, creyendo que se comportarán distinto, pero no es así.
Apenas salí del ascensor, mis ojos se dirigieron a la pareja que se besaba efusivamente. La rabia empezó a aparecer dentro mío provocando que un escozor empiece a aparecer en mis ojos. ¿Iba a llorar de nuevo por él?
Voltee la cabeza intentando hacer el menor ruido para que siga besando a Red, al fin y al cabo, ellos deberían estar juntos. Y, supongo que ya tendría que estar acostumbrada a esto, pero siempre que pasa se siente como si fuera la primera vez.
Las lágrimas ya empezaron a brotar de mis ojos a una velocidad rápida provocando que todo lo que veo sea borroso. Mis manos empiezan a temblar a la par que intento no emitir ningún sollozo, por lo que cuando intento poner la llave en la cerradura, se caen al suelo provocando que ellos se separen para ver quién era la persona que estaba interrumpiendo en el beso.
Las levanto rápidamente, y esta vez intento mantener más la calma. Funciona a la perfección e intento ignorar a Red que pregunta:
-¿Necesitas una mano?- ¿qué pasa? ¿Ahora me ve cara de inválida? Claro, que no vio mi cara, por suerte de hecho. Si ella ve lo vulnerable que me pone Noha, probablemente lo usaría en mi contra.
Destrabo el cerrojo y entro rápidamente sin dar a cuenta de lo fuerte que a sonado el portazo.
¿Y dime, Noha?, pensé, ¿Dónde fue a parar nuestra guerra de bolas de nieve? ¿Nuestro beso? ¿O la vez que me dijiste que era perfecta?
-Al olvido, obviamente- me respondí a mi misma arrojando las llaves a la mesa de trabajo de Camille.
Ayer la nostalgia se apoderó de mi y decidí acomodar la habitación completa, como una limpieza antes de empezar un nuevo año.
"Vamos, que ponerle actitud a esto tal vez sirva", pensé, pero es obvio que otra vez estaba errada. Que más da. Al fin y al cabo siempre es lo mismo. Discutimos, lo perdono, me perdona, creo que vamos a tener una posibilidad y luego, lo encuentro besando a Red.
Realmente quiero aplaudirme a mí misma por ser una de las personas que más ilusiones le hizo la misma persona. Además, ¿cuantas son las veces que Noha realmente me ha tratado bien? Contándolas con los dedos, unas cinco veces, ¿no? ¿Y las veces que me ha tratado mal? Necesitaría las manos de por lo menos diez personas para saberlo.
Ya basta de torturarme a mi misma con él, debería seguir adelante sola.
Caminé hasta mi cama, tumbándome en ella y marcando el número de Camille.
Luego de unos segundos de esperar responde el contestador automático:
-Hola! Soy Camille. Supongo que ya lo sabes sino no estarías llamando. Deja un mensaje después del...- unas risas- ¡Ya basta, Ashton!- Y ahí el sonido del bip.
-Hola, Camille- digo-. Eh, sólo llamaba para matar el tiempo, por lo que no importa si no me devuelves la llamada. Adiós- corté y suspiré apoyando el móvil sobre mi estómago.
Es duro darse cuenta que tus únicos amigos son novios y están pasando las vacaciones juntos, por lo que a ti te queda quedarte en tu habitación sola por casi dos semanas completas, sin contar las dos salidas en las que salí para visitar a mi madre. Suspiré. Aunque lo bueno de tener la residencia casi vacía por completo es que puedes pasearte en pijama sin tener la preocupación de que alguien conocido de tu clase te reconozca como "La chica del pijama". De hecho, ya tengo bastante con que me reconozcan como "La chica que cantó en la fiesta de Liv", sería demasiado que me apoden como "La chica que cantó en la fiesta de Liv, y que andaba en pijama por la residencia".
(...)
¿Cuántas probabilidades hay de que una persona tenga sexo con otra por casi una hora completa? Exacto, nula. Y sin embargo, Noha y Red pudieron anular todas aquellas cuentas matemáticas que, está bien, no existen. ¡Pero vamos! ¡Usemos la lógica! Además, ¿no esperarán que siga escuchando el "Oh, sí. Dámelo todo, nena" de Noha, o el "¡Sí! ¡Dios! ¡Más duro!" de Red?
-Un sólo gemido, y...- mis palabras fueron interrumpidos por lo que supongo que es el éxtasis de ambos. Creo que es más de la tercera vez que hacen lo mismo.
Me levanto de la cama, más que furiosa. ¿Dónde es que dejaron su educación? ¡Intento leer Cómo matar a un ruiseñor y los diálogos de los personajes se me confunden con sus cochinadas.
Tal vez ya pararon, pensé cuando salí de mi habitación, puesto que aquellos ruidos ya habían cesado por completo. Pero no pasaron ni treinta segundos cuando Red volvió a "hablar".
¡Es todo!
Cerré mi puerta fuerte, por segunda vez en el día y toqué la de Red. Mis golpes eran tan duros y fuertes que podía sentir cómo mis nudillos se lastimaban. Los gemidos pararon, y yo empecé a removerme nerviosa. Tal vez no deba interrumpir.
Cuando me estaba proponiendo por irme de vuelta a mi habitación, la puerta fue abierta encontrándome a una Red en ropa interior fulminandome con la mirada.
-¿Qué?- preguntó a la defensiva. Mis ojos se precipitaron hacia dentro de la habitación encontrándome con Noha, sentado en la punta de la cama con tan sólo unos bóxer negros.
-Oye, mírame cuando te hablo- dijo ella, y con su mano tomó mis mentón apretando mis mejillas para que la vea a los ojos. Aquellos ojos eran celeste, pero no parecían ningún mar ni transmitían calma, al contrario, se asemejaban a una tormenta eléctrica cambiado con la presencia de un demonio.
Mi mirada pasó de estar en calma a estar en alerta y asustada. Red no me había hecho daño en la fiesta por alguna extraña razón, pero me gustaría creer que no me lo haría ahora tampoco. Recorro la habitación en busca de Noha para que me ayude, pero me lo encuentro en la misma posición que antes con un cigarro en manos mirando la escena como si no estuviera ocurriendo nada importante.
-Sueltame- supliqué al sentir sus uñas clavarse en mis cachetes, y ella sonrió de forma siniestra-. Me estás lastimando
-¿Quieres que te suelta, pequeña Bonnie?- mi entrecejo empezó a subir y bajar demostrando que mis lágrimas estaban a punto de aparecer. El dolor me era insoportable, y más aún por el hecho de que no hace unos segundos, Noha rompió mi corazón de forma definitiva. Realmente no creo haber sentido tanto dolor en mi vida como él me lo provoca a mi.
Ella soltó su agarre y automáticamente empecé a acariciar mis mejillas. Sentía los pozos en forma de medialunas que habían dejado las uñas de esta arpía.
-Ya dinos que quieres, ¿no?- dijo Noha levantándose de forma despreocupada de la cama y dirigiéndose hacia donde estaba yo-. No tenemos todo el día- él rodeó la cintura de Red con sus manos provocando que estén demasiado juntos, y ella le dio un beso en el cuello a Noha.
Creo que el peor escenario que vi en mi vida es este: obligarme a tocar la puerta de la habitación de mi enemiga porque los gemidos suyos y de el chico que me gusta no me dejan leer un libro.
-Por favor, bajen el volumen, ¿si?- me paso una mano por el cuello estresada-. No tenemos la mejor convivencia, pero quiero leer...
-Sí, todos queremos algo, hermosa- dijo Red-. Yo, por ejemplo, quiero que te largues de nuestra vida- un puñal directo al corazón-, pero sé que eso será imposible. Por lo que sólo me conformaré con que te vayas para que yo pueda tener sexo con él- señaló con el pulgar a Noha quién me sonreía de la forma más sexy que existe en el mundo mundial.
No puedo creer que ya se hablen en forma de plural. "Nosotros" hacemos esto, "nosotros" hacemos tal otra cosa. ¡Son dos personas distintas! ¡No una!.
-Pero sus gemidos no me dejan leer- dije de forma desesperada. Era difícil hace entrar en razón a Red, o a Noha. Me pase una mano por el rostro y suspiré.
-¿Y qué?- preguntó ella. ¿Por qué él no hacía algo? Algo como defenderme. Bueno, claro está que todo fue un juego, ¿no?
-Que quiero leer, tal vez. ¿Has oído hablar de eso? Se llama cultura, por si no sabes- respondí cruzándome de brazos. Esta discusión estaba provocando que mi enfado empiece a aparecer.
-Juliet- me advirtió Noha. Lo miré boquiabierta. ¿Qué? ¿Ahora la defendía a ella? ¿Pero es que no tiene cerebro este chico? Es decir, ¡es ella la que está atacando contra mi! ¿Quién empezó todo? Ellos dos con sus besos siguiendo por sus gemidos, así que no me vengan con eso de que me estoy pasando, porque no es cierto.
-¿Qué? ¿Ahora la defiendes a ella?- pregunté-. Pues bien, Noha. Vamos que eres un ganador al acostarte con todas, ¿no?- me aparté el cabello de mi rostro.
-No, sólo te quería decir que te largues así puedo tener sexo con Red- ella esbozó una sonrisa de autosuficiencia.
Mi primer impulso fue contradecirlos a ambos, ellos estaban haciendo demasiado ruido. Pero, aquellas palabras fueron demasiado dolorosas para mi. Se sintió como una patada en el estómago, sobretodo porque el recuerdo de sus bellas palabras seguían en mi mente de forma fresca. Y realmente no lo entiendo. Desde que volvió a ver a Red empezó a comportarse distante como si fuera su último recurso de subsistencia masculina.
No les dije nada. No quise empezar una discusión que sabía que perdería. Es decir, dos contra uno. ¿Quién ganaría? Siquiera soy lo suficientemente fuerte como soportar unas mentiras de parte de Noha, ¿cómo podría llegar a discutir contra él y ella sin acabar mal? Y no me refiero sólo a llorar, también se me ocurre una pelea a puño cerrado contra Red. Si tomó mi rostro clavandome sus uñas, no me cabe duda que podría llegar a ser algo más grave que eso.
Qué más da. Esperaría unos días más y Camille llegaría con su novio para poder respaldarme.
Entré a mi habitación y a la vez de que caminaba hacia mi cama iba sacándome las zapatillas para poder tirarme a la cama y dormir.
A pesar de los gritos de ambos que seguían estando del mismo volumen, pude conciliar sueño. Claro que me costó, pero es extraño el hecho de que el llanto funciona como un somnífero.
Me dolía y mucho que Noha sea así conmigo. Pareciera que sólo me necesita para, no lo sé, para insultarme tal vez. Soy su método de descarga y no quiero que sea así. Me gustaría que sea algo mejor que eso. No estoy pidiendo ser su novia, ya no más, sólo que me trate mejor. ¿Para qué quisiera ser su novia si se comporta como un completo... Imbécil? Aprovecha el hecho de parecer un modelo para tener sexo con quién se le de la gana. Además, hay chicas que son mucho más lindas y más liberales en lo que al sexo respecta, por lo que dudo que se fijaría en mí.
Pero, aunque seas la persona más dulce y buena del planeta, él va a lastimarte. Estoy segura que lo hace porque le gusta lastimar a los demás, probablemente porque desde su infancia está en constante dolor y busca a quién culpar por ello. A veces a Natalie, a veces a sí mismo, pero no logra percatarse que hay personas que sí lo quieren y que están de su lado. Por ejemplo, su hermana. Está bien, probablemente tuvo algo que ver con la muerte de sus padres, pero no en todo.
Y yo no puedo soportar estar detrás de alguien que no logra ver que yo estoy de su lado, ya no quiero seguir buscando y rebuscando amor en él. Si prácticamente siquiera me mira de una forma amistosa, menos lo hará de forma romántica. Por lo que, tendré que empezar a frecuentar a otros chicos.
Abrí los ojos como platos al sentir a alguien aporreando la puerta de entrada. Miré la ventana, notando que ya era de noche. ¿Me había dormido? Se supone que debía despertar cuando acaben los ruidos-gemidos de mis "vecinos". Tomé el celular para ver la hora: 22:37. Bien, me perdí la cena. Empezaré el año con la panza vacía. Esto sí que es genial. El sueño de cualquier persona.
Otros golpes fuertes en la puerta.
Me levanté de la cama a regañadientes y algo alarmada por haber sido despertada de esa forma. Me froté los ojos. No entendía quién podría estar aporreando la puerta de esa forma. Es de noche, todos están festejando en la fiesta de la fraternidad de Noha. Además de mi, ¿quién más podría haberse quedado? Digo, porque no hay nada mejor como salir con tus amigos en la noche de vacaciones.
Abrí la puerta que había dejado con llave, por las dudas si a alguien se le ocurría entrar. Uno nunca sabe. Al ver quién se encontraba intenté cerrar la puerta de la forma más rápida que pude por dos razones: la primera, estaba hecha una pena. Mi cabello estaba todo alborotado, estaba en pijama y, bueno, no hace falta decir cómo estaban mis ojeras. Y la segunda razón es porque no quería verlo. No luego de lo que me hizo.
Su pie detuvo la puerta, y yo solté un sonido de queja a sabiendas de que no pasaría desapercibido a sus oídos. Ya no me importaba. De todas formas, sabe lo que pienso de él.
Abrí la puerta, por completo encontrándome con una sonrisa de autosuficiencia en su rostro. 
Engreído, pensé.
-No estoy de humor. ¿Qué quieres?- pregunté sin poder controlar mi boca. ¿Lo mejor? Me gustó hablarle así. Quiero que entienda que ya no estaré colada por él.
Puso los ojos en blanco y entró haciéndome a un lado. Su hombro rozó el mío, y eso fue lo único que necesité para que me vuelva a cabrear.
-Sí, Noha. Puedes pasar- murmuré para que no me escuche. De todas formas, ¿qué hace él aquí?¿ No debería estar con Red, o festejando en la fiesta? Al fin y al cabo, es de su fraternidad.
Cerré la puerta y voltee hacia él decidida a que se vaya. La rabia que estaba controlando empezó a salir de mis poros al ver que estaba sentado en mi cama. Y estamos en el inicio de nuestra relación....
-Levántate inmediatamente de mi cama- dije, acercándome a él a grandes zancadas. Noha levantó una ceja viéndose de forma sexy. Debo controlar mis hormonas y demostrarle lo errado que está en todo.
-¿Sí?- preguntó con una sonrisa pícara-. Es decir, ¿debería? ¿Realmente quieres eso?- fruncí el ceño un poco sin comprender su punto. Están jugando conmigo, y eso no me gustaba- ¿Y qué si no lo hago? Me... ¿Tocarás Para Elisa a toda furia?- soltó una carcajada y yo pude sentir la sangre empezando a subir a mis mejillas-. Oh, no, cierto. Ya no te va esa música. Seguro que cantarás alguna otra canción de la banda de la niña tonta- puse los ojos en blanco-, ¿qué tal...?- apoyó su mano en su mentón adoptando una pose pensativa. De pensativo no tiene nada, su cerebro sigue entre las piernas de Red-. You.
Mi rostro se tiñó de rojo al oír el nombre de aquella canción surgir de aquellos carnosos labios. No iba a permitir que me humillara de esa forma, aunque muchas veces la canté dedicándosela secretamente a él, pero él no lo sabe. Sólo quiere burlarse de mi.
-Te he dicho que te vayas- sisee de la forma más amenazante que pude, pero él puso los ojos en blanco-. Si no te vas...
-¿Tú qué?- Me interrumpió-. Vamos, Juliet. Ambos sabemos que no me tocarías ni un pelo- aquellas palabras resonaron en mi cabeza como una bomba que estalló inmediatamente.
Sin verlo venir de mi parte, quise pegarle con mi puño en su cara, pero sus manos me detuvieron atrapando no sólo la mano con la que quise pegarle, sino también la otra, y con un rápido movimiento, acabé recostada en mi cama con él encima mío sosteniendo mis manos a ambos costados de mi cara para que no me mueva, y mis piernas con sus piernas. Cuando pensé en soltar patadas ya tenía su cuerpo encima del mío prácticamente, incomodandome por completo su cercanía.
Claro que, aunque haya estado amarrada a un poste no iba a dejar moverme.
Realmente no entiendo qué había hecho yo de malo para merecer tener que soportarlo. Si este era el castigo que me tocaba por cómo me había comportado a los 14 años, entonces me parece demasiado injusto.
-¿Sabes? Me gustan hacer cosas mucho más interesantes con mujeres abajo que aguantar un par de garras- dijo con desdén y una ceja levantada. No pude evitar sonrojarme con el recuerdo de estar debajo de él en su casa... Bueno, en la de Natalie. Tengo que eliminar ese recuerdo de mi mente para siempre.
-Sueltame- le ordené. Mi mirada estaba cargada de odio y furia. ¿Cómo pretendía olvidarme de él y ese recuerdo si no demostraba autoridad? Eso y que no estoy interesada en él. Sé que él tampoco lo está en mi, por lo que será más fácil para ambos. Y muy sencillo. Sólo nos ignoraremos y ya, pero no. Él quiere hacerlo todo más complicado.
-Te calmas y te suelto- fruncí el ceño. Tampoco es como si estuviera histérica, sólo quise darle lo que merecía. De hecho, merece eso y mucho más por darme falsas ilusiones.
-Estoy calmada- dije. Puso los ojos en blanco-. No pongas los ojos en blanco, idiota.
Al oír aquello su rostro se tornó divertido, sin embargo yo no me creía que haberle dicho eso... Aún estaba afectada por lo que había sucedido, y el hecho de tenerlo cerca lo empeoraba.
-Ya- dijo en tono monótono-, me han llamado peor- solté una carcajada.
-Ya lo creo. Ahora déjame en paz- él negó con la cabeza. Lo único que quería era separarnos. No quería seguir sufriendo por él. Sabía que estaba caminando por una senda de millones de corazones rotos, pero aún así no me importó. Y mira como estoy ahora. Si tendría que desearle el mal a alguien sería que se encuentre con Noha, realmente empezaba a odiarlo. Es el único tío que me provoca de tal forma que acabe debajo suyo, moviéndome como si me tuviera epilepsia para escapar de él.
-No te soltaré hasta que me escuches- fruncí aún más el ceño. ¿Escucharlo? ¿Por qué debería escucharlo? Cuando quise hablarle yo, él nunca me escuchó. Es más, empezó a darle la razón a la otra. Y eso que prometí olvidarme de él está noche, para empezar el año sin pesos en los hombros.
-Que te escuche la puta de Red. A mi ya me tienes harta de tu juego de "Te quiero hoy, pero mañana no sé"- él sonrió de lado, y yo me empecé a sacudir aún más. Caray, sí que tiene fuerza. Sus sonrisas eran como disparos directos al corazón, y por cada una me eran más difíciles de evitar.
-¿Estás celosa de Red?- preguntó con incredulidad y diversión a la vez. ¿Incrédulo? ¿Por qué estaría incrédulo? Él no debería dudar de lo que yo siento hacia él, creo que se lo he dejado claro en más de una ocasión.
-No estoy celosa- lo contradije, a pesar de que haya estado en lo correcto. Él tenía razón. Estaba celosa. Muy celosa. Pero mi orgullo era quién ganaba. Nunca le diría cómo me siento respecto a que esté prácticamente todos los días de clase con ella. O que en las fiestas disfrute más su compañía que el del resto. No pensaba hacerlo antes y menos lo haré ahora.
-Red es sólo una amiga- dijo-. No puedes estar celosa de ella- levanté las cejas.  ¿Y quién se supone que era él como para decirme de quién debía estar celosa o no? Si quiero estar celosa de Red pues lo estaré. No seguiré sus órdenes.
-No estoy celosa- volví a decir. ¿Acaso es sordo? O tal vez tenga algún problema de atención.
-Sí, lo estás- me dejé de mover y bufé. No podía contra su fuerza, era demasiada. Tampoco es que me iba a rendir tan fácilmente... Pero siempre hay otras opciones y mi objetivo era que se largue de mi habitación.
-Si te escucho, ¿Me sueltas y te vas?- él se lo pensó mirando la pared tras mío, por un momento creí que diría que sí hasta que volvió la vista hacia mi y dijo:
-Tal vez.
Suspiré. No quería confiar en él, pero debía hacerlo. Además, ¿qué otra cosa hiriente me podría decir que ya no me haya dicho? ¿En serio ha caído tan bajo que para hablar conmigo tiene que sostenerme las manos y las piernas para no salir huyendo de él? Pensé en decirle eso, pero entonces empezó a hablar:
-Bien, a ver...- miró a un lado-. Primero, no tienes que estar celosa de Red- solté una carcajada. No, claro, no debía estar celosa de la chica que hace unas horas estaba teniendo sexo con Noha. Sólo espero que antes de tocarme, él se haya lavado las manos-. No te rías porque lo digo en serio- puse los ojos en banco. Él probablemente no sabe que Red está enamorada de él-. Ella no es nadie para mi, sólo me acuesto con ella si tengo ganas. Así que...
-Y tenías ganas, entonces- respondí. ¿Quién se cree que es? Porque me tenga debajo suyo no voy a permitir que me ofenda con cosas como esas.
-No es lo que intento decir.
-¿Y entonces qué es?- pregunté a la defensiva-. ¿Que me quieres avisar casa vez que te metas entre las piernas de una puta? Está bien. Hazlo. No me importa. Ya no me importas Noha- lo miré a los ojos algo decepcionada, pero intentando ocultar el dolor que sentía por eso. Este chico saca lo peor de mi, en serio. Nunca pensé que volvería a comportarme nuevamente a la defensiva, pero era él que provocaba eso en mi.
-¿Estás segura?- preguntó con una sonrisa ladeada. Fruncí el ceño desconcertada y empezó a acercarse a mi rostro.
Tragué saliva intentando comportarme. Esto era una prueba, pero me resultaba realmente difícil mantener la compostura cuando veía su rostro acercarse a mi cada vez más. Sus labios rozaron levemente los míos y todo el escudo que había estado intento mantener se esfumó como por arte de magia. Cerré los ojos y atrapé con mis dientes su labio inferior. No quería besarlo, pero lo necesitaba cerca. No es mi culpa que él sea tan... él. Creo que nunca va a entender lo que produce en mi. Siento que suelta mis muñecas posicionando sus manos a ambos costados de mis costillas.
De pronto y sin verlo venir ya no siento sus labios sobre los míos, tampoco el frío piercing que realmente amo haciéndome cosquillas en los labios. Abro los ojos.
-¿No era que ya no sentías nada por mi?- preguntó levantando ambas cejas. Puse los ojos en blanco, mientras que él rodaba a mi lado y se tiraba en mi cama pegando su brazo con el mío. Suspiré y me levanté encaminadome a la cama de Camille. Supongo que no le molestaría que duerma en su cama hasta que se vaya. Es que no pensaba en dormir cerca suyo. No me entraba en la idea de hacerlo sin que él ponga en riesgo mi cordura. Es lo que siempre ocurría cuando estaba cerca suyo, pero ya no quería eso. Creo que a ninguno de los dos nos haría bien.
Oí el tono de mi celular con la canción You de The Pretty Reckless. Okey, esto no podría ser más humillante. Noha soltó una carcajada, a la vez que el rojo se apoderaba de mi rostro.
-Oye, Juliet- me llamó él con una pizca de humor. Voltee la cabeza, mientras que tenía una mano estirada con mi celular. Al verme así volvió a reír-. Es Camille.
-Gracias- dije, acercándome a la cama, de forma incómoda. Pero cuando iba a tomar el celular e irme, él tiró de mi provocando que esté pegada a él.
-Feliz año nuevo, muñeca- dijo en un susurro, e inmediatamente sus labios se acoplaron a los míos de forma furiosa y hambrienta.
Si había algo que aprendí de él es que Noha era una caja llena de sorpresas. Nunca sabes de qué humor está, o qué es lo que piensa hacer y todo eso. Y realmente me sorprendió que me haya besado de esta forma. Y más aún en que me haya deseado feliz año nuevo.
Él me volteó provocando que yo esté debajo suyo. Inmediatamente luego de eso los besos empezaron a recorrer mi cuello y yo cerré los ojos.
No tendría que estar haciendo esto...
-Noha- dije, pero sonó más bien como un gemido-. Esto está mal, y...- mordí mi labio inferior intentando controlarme. Es por esto que no me debo acercar a Noha.
-Sólo déjate llevar, ¿sí?- me susurró en el oído de una forma realmente sensual provocando que mi respiración se agitada aún más, si es que eso era posible.
Lo que recibí luego de aquellas palabras fue el mejor inicio de año que nadie me había dado nunca.
Ni siquiera en mis sueños hubiera imaginado que él pueda transformar una discusión en algo romántico, provocando que me sienta como si fuera la única a la que había tocado en toda su vida. Claro que les tenía envidia al resto de las chicas, sobretodo a Red, pero él no estaba con ella a inicio de año, sino conmigo...
No era ella la que tenía el mentón de Noha en su cuello, sino yo. O su brazo rodeando mi cintura atrayendome a él de forma sobreprotectora.
Discutir y enfadarse provoca que gastes energía más de la necesaria. Así que dejé que Noha descanse a mi lado tan sólo por un par de horas, prometiendome que se iría dentro de unos minutos.
Mientras yo trazaba círculos en su mano me maldecía interiormente por no haberme resistido a él. ¿Por qué no puse resistencia?
-Era todo falso- dijo en un susurro en mi oído. Fruncí el ceño, desconcertada y con los ojos cerrados.
-¿El qué?- ¿Acaso no le gustó?
-Red y yo no tuvimos sexo hoy a la tarde- abrí los ojos como platos y levanté mi cabeza provocando que él también lo haga para luego volverlo a ver. ¿Qué? Pero yo los había escuchado gemir...
Pude notar en la oscuridad su sonrisa de autosuficiencia
-Sólo quería ponerte celosa y ella me ayudó- sentí mi rostro rojo sin comprender si debía estar furiosa o no. Un poco lo estaba, pero también me sentía tonta por creerlo y feliz porque no haya ocurrido nada-. Le dije que fingiera todo mientras saltabamos en su cama.
-¿Por qué lo hiciste?- pregunté, desconcertada.
-Porque me gusta...- se detuvo un segundo, y luego retomó la conversación-. Porque me gusta verte celosa, o cuando te enojas- me sonrojé aún más, y él acarició mi mejilla con su pulgar.
Era un gesto tan dulce y tierno que me sorprendía que venga de Noha.
-Creo que deberíamos dormir- murmuré, volteando lentamente.
Mi humor había cambiado por uno más vulnerable. Noha siempre arruina todo, y cómo no. Tuvo que arruinar el único momento del día en el que no estaba enfadada.
Ahora no estaba enojada con él, creo. Es decir, un poco sí lo estaba, pero no mucho. Sobretodo estaba... dolida. Él y Red se habían burlado de mí como si fuera su muñeco de burla, dejó que ella me clave sus uñas y que me trate como alguien insignificante sólo para seguir con su pequeña broma porque le gusta verme celosa.
Luego nos dicen a nosotras que estamos locas, pero más loco está él por intentar hacer algo así. No digo que esté mal. Hombre, le gusta algo de mi luego de haberme insultado en más de una ocasión, pero esto era pasarse.
Entre divagues en mi mente, logré conciliar sueño. Había pasado de pensar en Noha como una persona de bien, en alguien malo, para luego volverlo bueno nuevamente y así un número infinito de veces, pero en mis sueños él era sólo bueno.
Y el sueño hubiera seguido si no fuera porque...
-¡¿PERO QUÉ MIERDA ESTÁ OCURRIENDO AQUÍ?!- el exaltado grito de mi amiga provocó que abra los ojos como platos. La mano de Noha estaba con un brazo sobre mi estómago rodeandome la cintura, y una de sus piernas se encontraba encima mío.
Ya era de día, pero eso era lo de menos. ¿No se supone que ella debía llegar dentro de dos días? Antes de que empiecen las clases.
¿Y ahora cómo le explico a Camille que esto no es lo que parece?

Holaa! Wow! Que capítulo intenso... Noha mentiroso, Juliet resentida, Red ayudando a que Juliet se ponga celosa a pesar de que le guste Noha... 7u7 Sumemos que Camille los descubrió infraganti. O algo similar... Bueno, estaban durmiendo en la misma cama casi prácticamente desnudos...
Bueno, ya. Dejémoslo así, sino se me hará un caos en la cabeza >.<
¿Se imaginan a Red y Noha juntos? Sería... raro. Yo me los imagino teniendo sexo por todos lados JAJAJAJAJA.
Mm... En multimedia la canción You de The Pretty Reckless. La canción que tenía como tono de llamada Juliet y que Noha había mencionado antes.
Como sea, nos vemos en el próximo capítulo a ver qué sucede con Camille y qué dicen en su defensa los acusados.
Yo sentencio a Noha a que es demasiado sexy para vivir en este mundo 7u7... Y que tiene que estar en mi cama For evah. 7u7
Voten y comenten y nos vemos en el próximo capítulo.
Les mando un beso sensualón como yo sé hacerlos, ¡Jadiós, baby!

Volviendo el tiempo atrás {EDITANDO} #WATTYS2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora