Unas manos sacudían de una forma un tanto brusca mi brazo izquierdo. Abrí los ojos levemente esperando encontrarme con la luz del sol matutino, pero las únicas luces que encontré fueron azules y rojas en la oscuridad de la noche.
Miré a mi alrededor notando que estaba en un coche. A mi lado estaba Noha con su mirada puesta sobre mí, como esperando que haga algo. Inmediatamente recordé la llamada que había recibido hace una hora. El tráfico provocó que en lugar de media hora sea una hora de viaje, y el llanto y el cansancio tanto físico como mental provocó que el sueño ganara una batalla que nunca pretendí luchar.
Salí del auto casi cayendo de bruces. Tal vez por la desesperación por encontrarme con mi familia y saber que están bien. Porque no pueden estar mal. Lola y mamá son la única parte real de la familia que me importan. Necesitaba encontrarlas. Necesitaba encontrar a mamá y que me diga todo lo que ocurrió.
A un costado del asfalto estaba el auto de mamá. O lo que quedaba de él. La parte delantera estaba tan abollada que parecía que prácticamente no existía. Eso provocó que mi esperanza de que estuvieran bien sea anulada.
Unas manos rodearon mi brazo con fuerza. Voltee la cabeza con rapidez notando el rostro furioso de Noha.
-Juliet, ¿estás loca? ¿Cómo puedes salir así de la camioneta cuando aún está en movimiento? ¿Acaso quieres morir?- gritó. Fruncí el ceño. ¿Qué? Pero si no estaba en movimiento. O al menos no recuerdo que lo esté. Además, ¿por qué me está gritando? Yo no le he hecho nada malo. Sólo quiero saber si mi familia está bien, él tiene que echarme toda la bronca a mí. Joder, ¿quién coño se piensa que es? ¿Por qué acepté su oferta de acompañarme si se iba a comportar como un capullo? Porque sí, eso es lo que es. Nada más que un ser miserable que busca cariño en otras personas porque nunca fue querido...
-¿Señorita Stonem?- mis pensamientos fueron interrumpidos por un hombre con un gran parecido al padre de Bella Swan. Gracias a su voz y mi buen oído pude reconocer que él era el Oficial Blake. Mis ojos se desviaron a la placa policial que llevaba en uno de los bolsillos. No se podía leer mucho además de la palabra "Policía" escrita alrededor del escudo.
-Sí- respondí con frialdad volviendo mi vista a sus ojos. O tal vez no era frialdad, sino enfado. Siendo honesta conmigo misma, Noha en ese momento tenía razón en haberme gritado, pero estaba cegada por la rabia e impotencia de no poder hacer nada para cambiar los hechos. Si comprendiera algo de ciencia construiría una máquina para viajar en el tiempo y enmendar cada uno de los errores que cometí-. ¿Mi madre está bien? ¿Lola dónde está?- pregunté rápidamente, ignorando la mano que me extendía el oficial. ¡Vamos! ¡No era hora de formalidades! Ellas podrían estar muertas y él intentando que seamos amigos, o que seamos cercanos. Yo no quiero todo eso. Yo quiero encontrarlas sanas y salvas.
Con mi mirada recorrí el lugar por completo. Una ambulancia que no había visto antes cerraba sus puertas. Sin embargo, no había señal de que en la ambulancia esté mamá. Utilizando la lógica era obvio que allí se la llevaban a ella, sin embargo me producía cierta inquietud por no saber qué coño le había ocurrido.
Nunca pienso o digo tacos, pero si los digo, es porque estoy completamente desesperada o preocupada.
-Como puede usted ver, están llevando a su madre a el hospital más cercano- asentí una sola vez manteniendo mi rostro serio, sin ninguna mueca que demuestre emoción alguna. Ya casi parecía de piedra, como Noha. Desvié mi mirada ahora hacia el oficial-. Ella tiene que un fractura de brazo y sufrió un gran golpe en la cabeza, pero no es nada demasiado grave- volví a asentir sin saber qué decir. Bueno, por lo menos muerta. Es decir, una fractura de brazo es dolorosa, pero no nada que no se pueda curar-. Tuvo mucha suerte- sonreí levemente al escuchar aquello y un peso que no sabía que tenía se disolvió. Aquellas palabras me tranquilizaban.
Hablar de la suerte nunca me había gustado, pero aquello para mi tenía un sólo significado: Sigue viva.
-Sin embargo- prosiguió el Oficial-, el cuerpo de la rotweiller salió disparado hacia el frente cuando estuvo el impacto y rompió el vidrio- aquel peso regresó de forma inmediata al oír aquellas palabras. Realmente daría cualquier cosa por regresar las horas y cambiar las cosas. Mi corazón dejó de latir. Dejé de respirar deseando que aquello no signifique lo peor-. Los veterinarios no pudieron hacer mucho puesto que su estado era débil. Lo siento.
Las lágrimas se acumularon con demasiada rapidez en mis ojos, la misma rapidez en la que empezaron a salir. Lo único que recuerdo de aquella espantosa noche era el dolor. Un sentimiento que hace humano a cualquier humano y que, sin embargo, siempre intentamos evitar. Esa fue la noche en la que comprendí que la vida nunca jugará limpio. Pero es que ¿Acaso alguna vez lo hizo? Primero me arrebata mi inocencia a una edad temprana, permití que me hicieran cosas horroras y espantosas sólo para que mi padre tenga su maldito dinero, sufrí maltrato psicológico y físico, fui marginada por mis compañeros por temor a que mi padre envíe a algún sicario para matarlos, muere mi perro y se supone que debo estar agradecida porque mamá sigue viva. ¿Cuándo es que parará todo este sufrimiento?
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Volviendo el tiempo atrás {EDITANDO} #WATTYS2018
Novela JuvenilLuego de tres meses de aislamiento completo en Alemania, Juliet Stonem regresa a Estados Unidos con una actitud completamente distinta. Ha dejado de ser la niña de 15 años que se embriagaba todos los días para convertirse en alguien responsable. Jul...