Los Mellizos Potter: Luz y Oscuridad. (Tercera Temporada)

Capitulo 25 La señal de Gea

Debo admitir que aceptar la pelea con la princesita Giselle no fue mi mejor decisión, por desgracia, me di cuenta de esto demasiado tarde.

En esos momentos Giselle me estaba dando la paliza de mi vida, aunque habíamos acordado que pelearíamos sin poderes, dudaba que mi contrincante estuviera peleando limpio.

-¡Fin del primer round!-anunció Alex justo cuando Giselle me propinó una patada en mis costillas.

Tosí un poco antes de escupir una decente cantidad de sangre.

-Te salvó la campana, niña de Poseidón-se burló Giselle.

Iba a decir un comentario sarcástico para joderle la vida pero lo único que logre fue ahogarme  con mi propia sangre. Genial.

-¡Nina!-Caroline vino corriendo hacia mí-¿Estás bien?

Estuve tentada a darle mi mirada de "no jodas" pero sólo la haría sentir más culpable así que me limité a asentir.

Alex y Caroline pasaron mis brazos sobre sus hombros y me arrastraron hasta una esquina.

-¡Tienes que concentrarte, Nina!-me reprendió Alex pasándome la botella con el néctar-Si sigues así terminarás muerta.

Le di un sorbo a la botella y de inmediato saboreé el chocolate caliente que solía tomar en Hogwarts con Harry.

-No creo que esté peleando limpio.-hablé-Ni si quiera tu peleas tan bien, Alex.

Caroline asintió, tenía el ceño fruncido como si estuviera recordando algo.

-No pondría mis manos al fuego pero creo que he escuchado hablar de ella-dijo Caroline- Según recuerdo, Giselle era hija de un semidiós hijo de Hecate y Niké, el semidiós la abandonó y su madre la metió a este maldito Laberinto con la condición de sacarla únicamente cuando matara al semidiós más poderoso que se le presentara.

No pude evitar reír.

-Eso suena sumamente  estúpido,-dije-creo que Giselle es una pobre semidiosa con demasiado orgullo y con un problema mental, un gran problema mental.

-¡Venga, niña de Poseidón!-gritó Giselle desde el otro lado de la habitación-Veamos cuanto tardo en matar a la "griega más poderosa".

Caroline me vio con cara de "te lo dije"

-Maldita sea.-dije por lo bajo

-Preocúpate por defender y no tanto por atacar, Nina, parece que ella conoce todo tus trucos.-me susurró Alex al oído.

Sonreí.

-No todos, amigo,-y caminé hasta el centro de la habitación para encontrarme con mi estúpida contrincante.

-¿Lista, niña?-se burló Giselle.

-Dímelo tú-respondí antes de golpearle la cara.

Sonreí victoriosa cuando vi sangrar su labio inferior, al menos le iba a dejar algo herido, cuando iba a dar mi próximo golpe, me percaté que su labio ya había sanada.

-¡Acordamos que sin poderes!-le reclame golpeando su caja torácica.

Giselle rió.

-No dijimos nada de bendiciones-argumentó.

-Hija de...-no terminé de insultarla por qué me dio una bofetada. Perra.