Los Mellizos Potter: Luz y Oscuridad. (Tercera Temporada)

Capitulo 4 El Dementor

La mañana siguiente fue un recuerdo borroso, amanecí cansada por las horrendas pesadillas que parecían nunca acabar, lo único que me entusiasmaba era el hecho de volver a Hogwarts el lugar en el planeta donde los dioses no podían interferir además de que ahí podría estar un tiempo con Cedric. Tom nos llevó el té a Harry y a mí para desayunar mientras preparabamos nuestro equipaje y el me ayudaba a recoger mi ropa del piso para ponerla de manera desordenada en el baúl. En la habitación de a lado parecía que había toda una ciudad metida allí por todo el ruído que hacían los Weasley, cuando por fin todos estuvimos listos eran alrededor de las diez y media de la mañana y apenas teníamos algo de tiempo de sobra. El Ministerio había enviado dos autos para llevarnos a la estación y maldije internamente cuando vi que Fred estaba metido conmigo, fueron los veinte minutos más incómodos de mi vida.

Cuando llegamos a King Cross los trabajadore del Ministerio nos consiguieron un carritos de inmediato y nos apremiaron con la excusa de que ya era tarde. Nos dirigimos a toda velocidad hasta el anden 9 3/4 y el señor Weasley nos acomodó por parejas con la excusa de que ya era tarde aunque no Harry ni yo nos creímo una palabra.

-Procura entrar esta vez-me burle de Harry antes de entrar con Fred.

-Ja-ja-lo escuche decir

Después de que todos hubieramos pasado, nos apresuramos a encontrar un vagón vacío que fue casi imposible, los señores Weasley nos ayudaron a guardar nuestro baúles para después llevar a Partner, Hedwig y a Croonshanks en la rendija del portaequipaje, Percy se había ido con Penelope (su novia) sacando el pecho para que ella no pudiera evitar ver su estupida insignia de Premio Anual.

La señora Weasley nos abrazó y besó nuestras mejilla de cada uno tomandose un poco mas de tiempo con Harry y conmigo. Mientras la señora Weasley repartía algunos bocadillos que nos había preparado, Arthur Weasley llamó discretamente la atención de Harry y mía.

-Escuchen...-comenzó a decir el señor Weasley mirando nervioso a nuestro alrededor

-Lo sabemos-dijo mi hermano avergonzado

-¿Cómo es posi...?-comenzó a decir

-Escuchamos la conversación suya y de su esposa...-expliqué

Nos miró sorprendidos

-¿Lo saben?-pregunto más para si mismo-¿Y están bien? ¿No están asustados?

Me reí sin humor y mire a mi hermano.

-Digamos que no es lo peor que nos ha pasado-contestó mi hermano por los dos

El asintió

-Entonces deben prometerme que no lo buscarán, pase lo que pase ustedes no deben preocuparse por Sirius Black ¿Entendido?

-Por supuesto-respondimos al unisono.

El tren había comenzado a moverse, la señora Weasley nos hacía señas para que nos apresuraramos, Harry y yo corrimos hacía el vagón en el que apenas y logramos entrar.

-Hay algo que debemos contarles-comenzó a decir Harry

-Como el hecho de que me hayas inscrito a todas las materias Her-mio-ne-dije viéndola.

Me lanzó una mirada al igual que mi hermano.

-Bien, Ginny, lárgate-la corrió Ron

-Que lindura-dijo ella saliendo del vagón

-Es su encanto natural, Gin Gin,-dije siguiendola-te acompaño, tengo que buscar a Cedric.

-Procura no parecer una loca-me advirtió mi hermano molesto, lo fulminé con la mirada-si necesito te llamo.