*Narra Rubius.*
No podía creer que ella, justamente ahora que ya tenia todo bien y en claro tuviera que aparecer. Pero quería olvidarla, tenia que olvidarla mejor dicho, ya tenia a Mangel y el era lo que me hacia realmente feliz.
-Hola...-Mi teléfono sonó.
-Hola Rubiuh.-Era Mangel. Con escuchar su voz me tranquilizaba.
-Ah, hola Mangel.
-¿Ya vienes a casa?
-Si, pero ¿Porque? Si todavía es temprano.
-No, es solo que... Pues te extraño.-Mi corazón empezó a latir como si fuera un carro de carreras que va a su velocidad máxima.
-¿En-Enserio?-Le pregunte y claro, estaba sonrojado.
-Si. Enserio, tan enserio como si te dijera que te amo.-Ahí mi corazón estaba apunto de salirse de mi cuerpo, mis manos sudaban, mis piernas temblaban y mis ganas por besarlo y abrazarlo aumentaban.
-Pu-pues... Yo también te amo...-Lo único que quería era tenerlo a mi lado, poderlo abrazar y nunca soltarlo. Escuche una risa de parte de el.
-Ja, me imagino tu cara, sonrojado a mas no poder ¿Verdad?-Me conocía demasiado el hijo de puta.
-Ca-callate. Si así fuera ¿que? Así me amas ¿no?
-Si así te amo. Y así te amare. Regresa pronto. Te extraño, quiero estar con tigo, besarte, abrazarte, y repetir millones de beses que te amo y si quieres podemos hacer otra cosilla por ahí...-Me dijo y estoy seguro de la cara que puso: su cara de pervertido.
-Eso luego...
-Ja, te amo.
-Y yo a ti.
-Regresa por favor, pronto.
-Si amor.-Colgué el teléfono y no entendía porque tanta urgencia de que llegara a casa.
*Narra Mangel.*
Rubius no se espera lo que viene. Había preparado una cena romántica para pedirle con toda honestidad y todo el amor que tenía mi corazón que si quería ser mas que un amigo para mi, tenia un control para videojuegos de los nuevos que habían salido al mercado, eso para un gamer como Rubiuh significaría igual que un anillo en una pedida de matrimonio. Solo estaba esperando a que el llegara para que le diera la sorpresa. Escuche que alguien abría la puerta.
-¿Mangel?-Era Rubiuh buscándome.
-¡Acá estoy!-Le grite desde un pequeño jardín que teníamos ahí.
-¿Que haces Mangel...-Vio lo que tenia preparado y su cara de sorpresa era justamente lo que quería lograr.
-Amarte... Eso hago.-Le dije mientras me acercaba a el y lo tomaba de la cintura para depositar un pequeño beso en sus labios.-Ven.-Le dije tomándolo de la mano para sentarlo en la silla. Acabamos de comer y yo había disfrutado mucho de la cena mas que nada por mi Rubiuh, era hora era la hora de la verdad.
-Rubiuh...
-Mande Mangel.
-Rubiuh.-Le dije mientras me ponía de rodillas y el observaba.-¿Quieres ser mi novio?-Le dije mostrándole en control de videojuegos. El se quedo callado por unos segundos y después una sonrisa se formó en su rostro.
-¿Enserio tienes que preguntar? Sabes que diré que si.-Me dijo para después besarme.
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Esto es muy monooo.
Help me!!! Me muero por sobrecarga rubelangel!!! Como sea son muy monos juntos.
Gracias por leer.