Se nos quedaron viendo un poco raro, después su padre se paro de la silla, fue enfrente de Mangel y con toda la brusquedad posible desató nuestras manos.
-¿¡Y a ti que te pasa?!-Grito Mangel.
-¿¡Que me pasa?! Pasa que mi hijo no estará con un hombre, nos vamos ahora mismo Mangel.- Lo jalo del brazo.
-¡Estas loco!-Se soltó.-¡Me quedare aquí!
-Vendrás y se acabo dije.
Mangel miro a su madre con cara de suplica. Su madre se paro de la silla.
-Hijo yo....
Por favor, por favor.-Pensaba.
-Concuerdo con tu padre....
-¡No!-Decidí intervenir. Me aferre a Mangel, abrazándolo por la espalda.-¡No se lo llevaran!¡No!-Me aferre mas.
-Y yo no me iré. Tranquilo.-Beso mi frente.-Olvidense de que iré.-Me abrazo.-Yo me quedo aquí.-Dio la media vuelta tomandome de la mano y dimos unos cuantos pasos.
-¡Si te vas olvidaré de ser nuestro hijo!-Escuchamos. Le dijo el padre.
Mangel dio media vuelta y lo miro a los ojos.-Ojala jamás lo hubiera sido.-Me tomo de la mano y nos fuimos de ahí.
Todo el camino se la paso callado, mirando por la ventana del taxi, lo único que podía hacer yo era darle la mano y dejar que este la apretara.
Llegamos a la casa. Se le veía mal.
-Mangel yo....
-No Rubiuh, tu nada.-Voltio y me vio.-Tranquilo.-Me abrazo.
-Eso deberías decírtelo a ti mismo.-Le mire a los ojos.-Se que estas mal. Perdón.
-¿Perdón por qué?
-Por haberte echo hacer esto.
-Tu no tienes la culpa de nada Ruben.-Me abrazo mas fuerte.-Ellos son los que no comprendían.
-Si pero...
-Nada.-Me interrumpió.-Mejor olvidemonos de esto ¿si?-Solo asenti.
[...]
Estábamos en el sillón de la sala, viendo televisión, cuando recibo una llamada.
-¿Hola?
-Hola cariño.-Hay no no otra vez.
-¿Ahora que quieres?
-Lo sabes. Te espero en lo que antes era "nuestro escondite" bye.-Cerro la llamada.
-¿Que pasa Rubiuh?
-Mangel... Era Jenn.
-¿¡Otra vez?!-Se paro del sillón.
-Si.
-¿Y que quería?
-Quiere verme. Me dijo en donde.
-¿No iras cierto?
-Tengo que. No quiero que te haga algo, o me haga algo.
-Rubiuh....
-Iré Mangel.-Me pare del sillón.-Lo que sea que pase, quiero que sepas que te amo ¿esta bien?-El solo asintió.
Salí de casa, fui a donde me había dicho y ahí estaba Jenn, con una ropa bastante provocativa que no voy a negar, me éxito un poco pero nada a comparación con Mangel.
-Aquí me tienes ahora ¿que quieres?
-Ay, ni un "hola" das.
-¿Que quieres Jenn?
Me empujo al suelo, caí y puso un trapo en mi boca. Olía a alcohol. Intente luchar pero el alcohol empezaba hacer efecto. Poco a poco fui viendo borroso hasta que termine dormido.
De vez en cuando habría mis ojos y podía ver, no me podía mover. Veía a Jenn arrastrándome, vi como me subía a la cama o al menos eso intentaba. Empezó a quitarse la ropa. Esta hija de puta quería violarme. Y así fue.
*Narra Jenn.*
Sabia que esto funcionaria. Rubius es solo mio y de nadie mas, nadie y mucho menos un maricón como Mangel me lo quitara.
-¿Te gusta nene?-Le dije moviéndome de arriba hacia abajo sobre su pene. El solo asintió porque estaba inconsciente.
La mejor follada de mi vida aunque estuviera inconsciente. Sabia que el la había disfrutado igual que yo. Le avía inyectado algo para que no se moviera y así yo podría disfrutar mas. Y vaya que lo hice.
Este hombre aun dormido seguía siendo una bestia en el sexo.
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Acepto que escribir esto me causa rabia 😈 pero todo sea por el salseo.
Gracias por leer :)