*Narra Rubiuh.*Estaba ansioso, nervioso, preocupado, entusiasmado.
Seria la primera vez que vería a los padres de Mangel para un asunto como este.
Solo quería su aceptación.
-¿Rubiuh?-Mangel me sacudió un poco.-¿En que piensas Ruben?-Lo dijo con tanta ternura y amabilidad.¿Espera?¿Ruben?¿Enserio estaba igual de preocupado que yo?
-¿Estas nervioso?
Recibí un suspiro de su parte.
-Si.-Paso un brazo detrás de mi por mi nuca abrazandome.-Demasiado.
-¿Por qué? Son tus padres. Seguro que te entienden.-Intente tranquilizarlo.
-Pero...¿Que pasa si no?¿Que pasa si no lo aceptan?
Voltie mi cara, tome su barbilla con mi mano y la gire para verlo a los ojos.
-Yo estaré aquí.-Rose nuestras narices.-Y lo superaremos juntos.-Deposite un beso en sus labios.
-Tu siempre logras sacarme una sonrisa.-El me beso.-Eso es una de las cosas que me gustan de ti...-Volvió a besarme y empezó a acariciarme la espalda.
El cabrón quería ponerme cachondo ahí mismo, mientras esperábamos a sus padres.
-Mangel...-Tome sus manos y las separe.-Aquí no...¡Que estamos esperando a tus padres cabrón!
-Esta bien esta bien.-Se separo de mi. Pero movió los labios, dijo algo.
-¿Que?
-Na-nada.
Estábamos en la plaza, los padres de Mangel lo habían situado aquí.
-Mangel...
-Mande.
-¿A tus padres no les molestara que este aquí?
-No lo creo.
-¿Y si si?
-Les diremos antes de que te vayas.
-Pero...
-Calla. Ahí vienen.-Se paro de la silla y fue a saludar a su madre.
Venia bien vertida; con lentes de sol, su bolsa color café que colgaba de su hombro y junto a ella el padre, bien vestido también; camisa con magas, zapatos negros, tenia suegros de buenos gustos la verdad.
Suspire.
-Hay no... Se acercan a mi.¡Piensa Rubius piensa!-Mi mente me decía.
-Mamá, papá. El es rubiuh.-Demasiado tarde Rubius.
-Hola.-Me pare de la silla y los salude de mano. Su madre me miraba de arriba hacia abajo como analizando cada parte de mi y su padre... ¡Su padre me apretó la mano tan fuerte que hasta se puso morada!¡Que si, que si soy el novio de su hijo!¿¡Y que?!
Volví a tomar mi asiento, Mangel a mi lado y sus padres enfrente. Su madre enfrente de mi por suerte.
-Así que...-La madre dijo.-¿Este es tu amigo?-Me miro.
-S-si lo es.-Mangel contestó.
Sentí su nerviosismo. Tomo mi mano por debajo de la mesa, hizo que me sintiera mas seguro de mi mismo así que me relaje un poco.
-Y...¿Como les a ido?-Pregunto el padre.
-Pues...-Mangel me miro.-A mi bien pero a Rubiuh mucho mejor ¿Verdad Rubiuh?
Le dedique una mirada de rabia.
-S-si.-Respondí con la cabeza abajo. Aunque así había estado desde que llegaron.
-Niño.-¿Se refería a mi?
-Se llama Rubiuh.-La corrigió Mangel. Claramente hablaban de mi.
-Rubiuh. Alza la cabeza.-Me ordenó la madre. No podía desobedecer. Los tres me miraban. Una carcajada salio de mi.-Que bonita sonrisa tienes.-Me dijo la madre.
-Gra-gracias.
-¿Por qué el nerviosismo?-Pregunto el padre.
-No-no. Por nada.
-¿Y si mejor vamos por algo de comer?-Sugirió Mangel a los cuales los padres asintieron.
Los padres de Mangel caminaban delante de nosotros buscando algún lugar para comer.
-Calma Rubiuh.-Mangel me dijo.
-No puedo.-Las manos me temblaban y sudaban.
Me empujó hacia la pared, por suerte sus padres no nos vieron. Me beso.
-¿Y ahora?
Es que era hijo de puta.... Pero era el amor de mi puta vida.
-Su-supongo.
-Les diremos después de comer ¿esta bien?-Yo solo asenti.
Volvimos a caminar. Sus padres no notaron nada. Encontraron un lugar para comer.
Fuimos, comimos. Había llegado la hora.
Mangel tomaba mi mano con fuerza. Mucha fuerza por debajo de la mesa.
-Mamá... Papá...
-¿Que paso hijo?-Pregunto el padre.
-Hay algo que no les hemos dicho.
-¿Que hijo?
Yo mantenía la cabeza hacia abajo. Mangel seguía apretando mi mano cada vez mas fuerte.
-Mamá, Papá.-Puso nuestras manos sobre la mesa entrelazadas.-El es Ruben...
-Su novio.-Termine de decir yo.
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Omaiga.
Na, solo dejo esto por acá y me voy :v los jamón a todos los que lean esta historia.
Gracias por leer. :)