Cuando tenía 6 años, mi papá todos los Sábados me llevaba en su bicicleta a la plaza Italia, directamente yo me iba a los toboganes, y cuando nos íbamos siempre me compraba una manzana acaramelada. Pero un día, casi llegando a invierno, apareció un vendedor de barrilete, la mayoría de los chicos montaban uno. Y como todo niño quería uno, le insiste tanto a mi padre para que me comprará uno, igual no me lo compró. Volví enojada.Y el lunes cuando vino del trabajo, trajo una bolsa llena de cosas. Él dijo, vamos a ser originales, vamos a hacer nuestros propios barriletes. Me sentí la niña más afortunada.
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Recuerdos del viento
Kort verhaalSoy Génesis, en realidad todos dicen eso. La verdad es que no recuerdo nada desde aquella noche. Es como que todo los recuerdos desde hace 17 años se perdieran por el viento, excepto uno, el que preferiría olvidar. Porque hay recuerdos que te abraza...
