23 de febrero.

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  Fui a la casa de mi abuela, mejor dicho, mi abuela de corazón. Mi mamá fue abandonada por la suya, y Estela la cuidó siempre, aunque no sea mi abuela de sangre, es una de las personas más importantes de mi vida, ella me cuidó desde chiquita, me contó miles de historias. Vive en el campo, y desde chiquita voy. Pero lo que siempre me gustó fue cabalgar, y sentir el viento chocar en tu cara. Después de todo, creo que en las pequeñas cosas que te dejan sin aliento y hacen mi mundo una manera nueva de vivir.  

Recuerdos del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora