Todos tenemos aquel miedo de volverlo a intentarlo luego de un gran tiempo. Pero ahí estaba yo, a punto de entrar al club y ponerme aquello patines y saber que viví con ello tantos momentos como buenos y malos.
Le había pedido a Vanesa una clase privada y ella accedió fácilmente. Había llegado unos 15 minutos antes y estaba agradecida porque me constaba ponerme los patines por el miedo que sentiría al deslizar una rueda por la pista.
Pero luego el miedo se fue, me había agarrado confianza en fin no le tenía miedo quería saltar, girar, volar quería hacer todo lo que ya hacía, pero tenía que ir despacio. Y después de todo eramos los patines y yo disfrutando el momento.
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Recuerdos del viento
Короткий рассказSoy Génesis, en realidad todos dicen eso. La verdad es que no recuerdo nada desde aquella noche. Es como que todo los recuerdos desde hace 17 años se perdieran por el viento, excepto uno, el que preferiría olvidar. Porque hay recuerdos que te abraza...