1ro de abril

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Estaba rodeando la casa de mi mamá, hace exactamente 25 minutos se habían ido y la casa quedó sola. Lucas tenía que haber llegado hace unos diez minutos y no había señales de él, tal vez se arrepintió de lo que iba a llegar a hacer. Le pedí ayuda a él ya que no me comunico tanto con él y además que si le digo a unos de los chicos preguntara por qué estoy ignorando a mi mamá. Luego de algunos minutos más llego con el hermano en auto así podía trasladar todo.

Lo bueno de este barrio era tranquilo cada cuanto alguien pasaba por las veredas. Para poder abrir la puerta había que atravesar la reja, para esto Lucas y el otro chico me levantaron para poder saltarla, lo cual cuando aterrice me dolía todo. Las llaves se encuentran pegadas a la ventana así que si la ventana estaba abierta podía meter la mano y agárralas. Una vez que abrí la puerta, les abrí la reja. Ahora era lo más fácil buscar las cajas.

Primero subí sola, quería hacer algo sin compañía de nadie. Mi habitación seguía igual por ahora ya que dos tarros se encontraban ahí ambos azules y ahí me di cuenta de que iba a tener un hermanito.

Luego de bajar todas las cajas y subirlas al auto estaba cerrando la reja, y al escuchar mi nombre me paralizo toda, no sabía si ir corriendo hacía el auto o esperar a que mi mamá llegue a donde estaba yo, opte por la primera apenas me metí salio disparado el coche.

No sé por qué la ignoraba, tal vez quería aclarar las cosas para luego hablar, me partió el alma la cara de decepción de mi mamá y odio verla así y más si es mi culpa.

Recuerdos del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora