13 de marzo

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Estaba contemplando la noche estrellada desde la terraza. Mis brazos se encontraban abrazando mis piernas, la única melodía que me acompañaba era el canto de los grillos.

En fin las personas deben pensar que estoy loca por pasar el tiempo mirando las estrellas, pero los que ellos seguro no saben es que son hermosas y tienen un poder tranquilizantes en uno mismo.

 —¿Qué querés? — dije a aquella silueta que se encontraba atrás mío, de alguna manera u otra Benjamín sabía cómo encontrarme.

— A ti —  sus palabras fueron confusión, no entendía del todo y en fin no sé qué fue de él en mi vida, pero sabía que no me veía atraída en él.

—Quiero la verdad— Mis ojos mostraban dolor, estaba jugando conmigo y dolía.

—Nunca me gusto la astronomía, pero por ti me pase horas estudiándolas, te observaba como las mirabas. No nos llevábamos bien patinando juntos, tú me odiabas y no sé porque pero al relacionarme un poco con la astronomía nos empezamos a llevarnos bien, nunca me gusto pero para estar cerca tuyo hacía cualquier cosa. Me hablabas de sus significados y yo siempre estaba atento solo por tu dulce voz. Me mude a este edificio solo para pasar más tiempo contigo. Todo iba bien hasta que me dijiste que no querías nada conmigo, y cuando te vi con aquella persona juntos, me moría de ganas ser él. Y ahora que él no está con vos, Génesis me tenes loco, estoy completamente enamorado.

Y lo siguiente que hizo fue unir sus labios con los míos, pero lo aparte. Él tenía una sonrisa de que había triunfado y yo estaba decepcionada pero no sabía cuál era el motivo. Salí corriendo mientras que de mis ojos se estaban cristalizando. Pase la tarjeta en mi puerta y me tire en la cama llorando como un chico cuando no le quieren comprar un juguete.


Recuerdos del vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora